A la hora de realizar el diseño de cejas de una clienta y elegir el tipo de técnica con la que lo llevaremos a cabo (micropigmentación, microblading, microshading…) no solo influirán los gustos, el tono de piel o la fisonomía de la
persona. También importa (y mucho) el tipo de piel que presenta, pues esto puede determinar el comportamiento del pigmento en su piel.
Da igual cuándo leas esto y da igual a la rama de la estética que te dediques: como sabes, cada persona requiere un tratamiento personalizado; por su tipo de piel, por su modo de vida, sus condiciones de salud o patologías previas…Por eso siempre es importante hacer un diagnóstico previo a cualquier tratamiento.
En el caso de las especialistas en micropigmentación, un primer encuentro con la persona a la que van a tratar es fundamental para elegir el tipo de diseño de cejas (o labios, o areolas, o eyeliner, etc.) que se adecúa mejor a sus necesidades. “El profesional debe ser consciente que las técnicas de maquillaje semipermanente no son aptas para todos los casos –indica Darina Sendrau, fundadora de Darina Sendrau Clinic en Barcelona–. Antes de dar cita se recomienda hacer una valoración y rellenar un cuestionario relacionado con la salud, ingestas de medicamentos, tipo de piel y tratamientos que se realiza habitualmente”. Y la mejor manera de hacerlo es en una visita presencial, opina la experta.
Este primer contacto es fundamental para poder valorar en vivo y en directo el tipo de piel que tiene el cliente. Mónica Aránguez, técnica en micropigmentación en Madrid, insiste mucho en este aspecto: “un buen diagnóstico de piel va a determinar qué tipo de técnica es la más idónea para el cliente. Para que, en un largo plazo, vaya degradando bien en la piel”. Es fundamental, por tanto, que el profesional sepa reconocer bien los diferentes tipos de pieles; debe “entenderlas, observarlas y, sobre todo, tocarlas –especifica la experta–, ya que podemos encontrarnos con una piel seca, pero al tener un pellizco gordito, puede provocar que le cueste un poco más coger el pigmento”.
Dime que tipo de piel tienes…
Pieles grasas
Para una piel grasa, indica Mónica Aránguez, “lo más conveniente es un difuminado”. Ya que, en este caso, al estar el poro dilatado, la piel tiende a expulsar el color rápidamente y a expandir los trazos. “Si, directamente, realizamos un difuminado, a largo plazo se va a degradar mejor que si trazamos pelos definidos que se expandirán más rápidamente”.
Darina Sendrau indica que, en estos casos, “cuanto más fino es el pelo natural y menos reconstrucción requiere la ceja, más probabilidad hay de que se pueda realizar un microblading con éxito, pero eso sí, utilizando una técnica de trazos muy espaciado. En ningún caso se podrían hacer muchos trazos juntos, ya que el resultado sería un efecto borroso en poco tiempo”. En su caso, recomendarían realizar una técnica mixta de microblading y shading.
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Piel gruesa y grasa
Mónica Aránguez eligió el efecto difuminado para sus propias cejas porque su piel es “bastante jugosa y de textura grasa”. Si realizaba un efecto pelo a pelo, explicaba en su cuenta de Instagram, “probablemente lo perdería o el resultado sería un efecto bloque, ya que el pigmento se engrosaría”.
Pieles secas
“En las pieles secas, como tienen más poder de retención, lo ideal es utilizar pigmentos inorgánicos para que no duren más de la cuenta”. Los orgánicos, explica Aránguez, “aguantan” más, y si se utilizan en estos casos pueden permanecer más tiempo del ideal en la piel y acabar degradándose hacia otro color.
Además, indica Darina Sendrau, sería conveniente valorar el grado de sequedad de la piel y los hábitos de vida del cliente. “Si su piel es demasiado seca las escamas pueden acelerar el proceso de despigmentación natural. Si es seca, pero sana (el cliente la hidrata y la cuida), la duración será mayor”, explica.
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Pieles finas y secas
Según Mónica Aránguez, la técnica pelo a pelo puede ser una buena opción en estos casos. Sin embargo, otros factores, como la propia estructura de la ceja, pueden exigir otra técnica [foto de la izquierda]
Pieles mixtas
Este tipo de pieles suelen ser más grasas precisamente en la zona de la ceja, por lo que también suele ser más adecuado realizar un efecto difuminado, o como las llama Mónica Aránguez, unas Powder brows. “No obstante, si tampoco es excesivamente grasa, nos fijaremos en la base natural de la ceja para ver cómo están distribuidos los pelos –añade la especialista–. Si tiene mucha cantidad y por partes desiguales, lo ideal sí que sería un difuminado, ya que la micropigmentación pelo a pelo se quedaría muy corta en este caso. Si, por otro lado, tiene poco pelo y distribuido igualmente, se podría hacer un efecto pelo a pelo”.
Pieles sensibles
En caso de que nos encontremos con una piel reactiva, con dermatitis, con rosácea u otro tipo de patologías que la sensibilicen, el profesional debe trabajar con más cuidado. “Hay que trabajar más lentamente e ir manejando la aguja mucho más despacio y sin presionar tanto”, advierte la experta de Madrid. Además, habrá que avisar a la persona de que la piel se pondrá un poco roja con el tratamiento, pero que al cabo de las horas bajará la inflamación. Si la persona presenta eccemas en cualquier otra parte del cuerpo no habría ningún problema, solo hay que tener en cuenta que la piel es más sensible, nos dice la experta; sin embargo, si los tiene en la zona en la que trabajaremos “el tratamiento no se podrá realizar, pues estos impedirían una correcta cicatrización”, puntualiza.
Además, según recuerda Aránguez a las profesionales del sector, hay otros tipos de pieles más sensibles aún. Son las pieles con cicatrices (sobre las que nunca se debe pasar por encima) o las pieles radiadas, quemadas o sometidas a sesiones de quimioterapia. Con estas “hay que tener un cuidado especial, trabajar de la manera más delicada posible, lenta y suavemente, para obtener una mejor cicatrización”.
La micropigmentación no tiene edad; de hecho, es muy frecuente ver a mujeres de avanzada edad con el vello muy debilitado, y la micropigmentación puede ser una solución estética ideal
Pieles maduras
La micropigmentación no tiene edad; de hecho, es muy frecuente ver a mujeres de avanzada edad con el vello muy debilitado, y la micropigmentación puede ser una solución estética ideal. En este caso, como la propia Aránguez muestra en sus redes sociales [ver foto], lo que hay que tener en cuenta es que la cicatrización puede tardar más, y que hay que trabajar con más cuidado, “con trazos menos profundos y con la mano más ligera”.
