Qué es el microshading y por qué puede hacerle ‘sombra’ al microblading

Microshading

Puede que el microblading sea el servicio más demandado en los centros de belleza y estética que se dedican al estudio de la mirada y al diseño de cejas. Pero hay otras técnicas que, en busca constante de la máxima naturalidad como nos encontramos en los últimos tiempos, son también muy demandadas. Por ejemplo, el microshading. ¿En qué consiste esta técnica? ¿En qué se diferencia del microblading? Preguntamos a dos expertas.

El microshading es un tipo de técnica de micropigmentación, como lo es el microblading, pero más superficial. “Se trata de trabajar muy superficialmente con ligeras pixeladas para darle el efecto de más cuerpo a la ceja”, nos explica Darina Sendrau, una institución en el diseño de cejas, que opera y forma a profesionales en Barcelona.

Como sabes –y como te contamos aquí– tanto la micropigmentación como el microblading son sombreados que se realizan dibujando pelo a pelo; sin embargo, ni la herramienta es la misma ni la profundidad a la que se deposita el pigmento (en la micropigmentación, el pigmento se incrusta a una profundidad mayor). “La diferencia principal entre ambas técnicas es que el microblading se realiza con una herramienta manual llamada tebori y permite dar el efecto de pelo muy fino cuando lo realizan profesionales muy experimentados. La micropigmentación es una técnica que precisa de un demógrafo y se puede aplicar en cejas, ojos y labios. Permite dar el efecto de pelo, sombra o técnica mixta”, recuerda Sendrau.

Microblading y microshading, cuál es cuál

Pues bien, el microshading es una técnica que permite obtener un efecto aún más sutil que el microblading, pues en lugar de pelo a pelo, el diseño se realiza a través de pequeños puntos. El objetivo es “lograr un efecto sombreado o empolvado que ayude a rellenar los huecos que se forman por la falta de vello o porque la distancia entre pelo y pelo está muy espaciada”, explica Mónica Aránguez, otra famosa especialista en el diseño de cejas y experta en resultados supernaturales; en este caso, de Madrid.

En su estudio, Aránguez llama a esta técnica Powder Brows: “Hay diferentes tipos de difuminados y el del powder brows da un efecto empolvado, pero cada persona lo llama diferente, la verdad”. Así que es probable que en otros centros lo encuentres con otro nombre. Esta técnica, sin embargo, es diferente al nanoshading: Las dos técnicas son en sombreado, la diferencia es el tamaño del diámetro de la aguja. En la nano se utiliza un tamaño mas pequeño”.

¿Cuándo elegir el microshading?

En general, “Este tratamiento está recomendado para personas que, por diversos motivos, hayan sufrido pérdida de vello en las cejas, que las tengan despobladas, con alguna calva o alopecia, pero también para todas aquellas que quieran mejorar el marco de su mirada teniendo una cejas simétricas, definidas y con personalidad”, explica Aránguez en el folleto informativo que pone a disposición de sus clientes sobre esta técnica. Más concretamente, esta técnica, como decíamos anteriormente, se elige para rellenar de manera natural pequeñas calvas o huecos entre cejas despobladas o con los pelitos muy separados.

“Esta técnica permite dar un efecto de ceja ligeramente sombreada en casos de desear un resultado muy natural”, explica también Darina Sendrau, aunque puede marcarse más si se necesita. Otro de los escenarios en los que la experta recomendaría esta técnica es “en casos de piel sensible y delicada”. Eso sí, advierte la experta: “una piel sana siempre acepta mejor cualquier tipo de tratamiento. En casos de pieles muy delicadas, sensibles, muy bronceadas o alteradas, el resultado no se puede predecir”.

Por último, Aránguez también elegiría esta técnica frente al microblading en casos de pieles grasas o duras y en las que la ceja tenga buena base; o sea, que tenga el pelo bien estructurado y solo se quiera dar más densidad visualmente”.

Cómo se hace y cuánto dura el microshanding

Lo primero que siempre hará una especialista en cejas será un estudio de la cara del paciente, haciendo mucho hincapié en el visagismo (el estudio de las proporciones faciales y las facciones), de sus necesidades y las características de su ceja (forma, color, cantidad de pelo…) de manera que pueda recomendarle la técnica que más le convenga. Por supuesto, también tienen que ver mucho con los deseos y gustos de la clienta (en este artículo, Darina Sendrau y Mara Amandi nos hablaban de las tendencias en el diseño de cejas).

En cuanto a la realización del microshading concretamente, explica Mónica Aránguez, el objetivo es conseguir menos intensidad en la zona de la cabeza y mayor potencia de color en la cola o final de la ceja, de manera que el resultado sea más natural: “Si dejamos la cabeza igual de marcada que la cola, quedaría un efecto duro, muy maquillado, y lo que se quiere conseguir es un resultado lo más natural posible”, indica.

Este sombreado se realiza en una sola sesión de una hora aproximadamente. La pigmentación indica la especialista de Madrid, “tarda en cicatrizar entre 7 y 10 días, depende del estado de la piel, como en todas las técnicas en cejas”. El pigmento empieza a verse estable a partir de la segunda o la tercera semana, por eso si hace falta realizar un repaso “se puede realizar a partir de los 40 días, porque es cuando la piel está cicatrizada y se puede ver bien el resultado final del color”.

En cuanto a la duración de los resultados, la del microshading es “más o menos igual” que la del microblading, pues ambas técnicas son muy superficiales: los resultados permanecerán entre 12 y 18 meses dependiendo del tipo de piel, el estilo de vida y de cuánto se proteja con el sol”, concluye Aránguez.