Para la edición de la revista en la que se publicó este artículo, en la que debíamos empezar a abordar los tratamientos corporales, nos la jugamos y le planteamos un tema controvertido al doctor Leo Cerrud. ¿Cómo de bien funcionan los tratamientos corporales estéticos y médico-estéticos? ¿Qué expectativas posibles y reales podemos volcar en ellos? Como siempre, el doctor nos responde con honestidad.
Por el Dr. Leo Cerrud
La parte de la medicina estética que se dedica a los tratamientos corporales es quizás más antigua, incluso, que la propia medicina estética, según la entendemos hoy en día. Los tratamientos corporales existen desde que el ser humano fue consciente de su propio cuerpo y del efecto, para bien o para mal, que este producía en los demás.
La demanda existe desde siempre, y eso ha hecho que el mercado esté saturado de tratamientos “exclusivos” que ofrecen milagros que, al final, en muchos casos, resultan no ser tan exclusivos ni mucho menos milagrosos, y tras los cuales lo único que queda alterado es el bolsillo. Pero, ¿cómo saber qué funciona y qué no? ¿Qué necesito y qué me sobra? ¿Qué puedo mejorar y qué es ya un caso perdido? ¿Dónde acudir o con quién tratarme?
Para responder las dos primeras preguntas es mejor, como siempre, echar mano de la ciencia e intentar resumir lo que se esconde detrás de la mayoría de los tratamientos corporales, qué hay detrás de todo ese universo de nombres comerciales superatractivos (Thermage, Accent, Morpheus, Exilis, Ultherapy, etc.) que prometen lo más grande.
La última pregunta, dónde acudir y con quién tratarme, es de sencilla respuesta: si hay agujas de por medio, el que lo realiza debe ser médico en una clínica o centro médico; si no las hay, el que lleva a cabo el tratamiento puede ser auxiliar de estética, auxiliar de enfermería o cualquier paramédico que acredite formación en estética, y puede realizarse en un centro estético o en un spa. Y, ¿de qué depende el éxito de un tratamiento de medicina estética corporal? Del diagnóstico y de las expectativas.
Tratamientos que sí y que no
Los tratamientos de medicina estética corporal se pueden dividir de manera didáctica según las necesidades (celulitis, grasa localizada o flacidez) o según el tipo de tratamiento. Esta categoría se dividiría entre tratamientos inyectables (mesoterapia, intralipoterapia o hilos densificadores) y aparatología (que incluiría, a su vez, ultrasonidos, radiofrecuencia y drenaje linfático).
Siempre hay que desconfiar de un mercado que ofrece tanta variedad de productos y procedimientos supuestamente diferentes para tratar una misma condición. Los tratamientos corporales suelen ser caros, largos, incómodos y en ocasiones molestos, pero mantienen la ilusión de mejora en la que todo ser humano necesita creer. Y la única realidad es que funcionan a medias y no le van igual de bien (o igual de mal) a todo el mundo. En realidad, cuanto más joven se es, más se notan y más duran los resultados que, por supuesto, son 100 % temporales, como todo en la medicina estética hoy en día.
Pero, dicho esto, vamos a profundizar un poco, como avanzábamos al comienzo del artículo, en la ciencia detrás de cada tratamiento corporal para concluir qué podemos esperar de ellos.
Inyectables
Mesoterapia
Las inyecciones intradérmicas para tratar celulitis y grasa localizada no son mi tratamiento favorito y esto lo puedo decir después de casi 20 años de poner L-Carnitina, alcachofa, silicio y toda la gama de mesoterapia homeopática de la que prefiero no hablar; y, además, en absolutamente todas las partes del cuerpo susceptibles de ser pinchadas.
No es mi técnica favorita porque, por lo general, los resultados pueden mostrarse bastante pobres y nunca constantes, a menos que se combinen con aparatología corporal. Por sí sola, la mesoterapia corporal no hace prácticamente nada. Yo la uso exclusivamente para tratar celulitis y ya solo inyecto Alidya (es el único nombre comercial que voy a utilizar, porque los compuestos activos son muchos y no hay nada equivalente en el mercado) que es una excelente mesoterapia drenante con resultados espectaculares cuando se combina con ondas de choque (ultrasonidos).
Intralipoterapia
Se infiltra directamente en la grasa y el efecto detergente la destruye. Su efecto es espectacular en grasa localizada. Se necesitan mínimo tres sesiones para empezar a ver resultados y es perfecto para papada, cartucheras, bra rolls (o michelines del sujetador), abdomen y flancos.
Siempre hay que desconfiar de un mercado que ofrece tanta variedad de productos y procedimientos supuestamente diferentes para tratar una misma condición
Hilos densificadores
A diferencia de los hilos tradicionales, estos no tensan, sino que aumentan la densidad de la piel debido a la inducción de colágeno. Son ideales para mejorar la flacidez de cuello, axilas, rodillas o cualquier tipo de piel delgada y flácida. Ofrecen excelentes resultados si se sabe qué esperar; es decir, no son milagrosos. El efecto dura un año si se colocan a partir de 30 o 50 hilos, que en realidad no son hilos como tal, sino minifilamentos reabsorbibles. Se les llama así porque la palabra “hilos” es más comercial.
Aparatología
Ultrasonidos
Existen desde los años 70, aunque fue más tarde cuando empezaron a usarse en medicina estética y dermatología. Tienen una gran variedad de aplicaciones, especialmente a la hora de eliminar o reducir la grasa localizada, así como numerosos estudios que los avalan. Inciden sobre el adipocito y sobre la fibrosis, lo que los convierte en excelentes aliados contra la celulitis. Son una forma de energía mecánica que produce ondas vibratorias de distintas frecuencias que se propagan a través del aire, produciendo a su vez calor profundo prácticamente imperceptible para el paciente y, además, mejoran el drenaje linfático.
Dentro de los ultrasonidos distinguimos:
- Ondas de choque. Son también ultrasonidos, pero pulsados, a diferencia de los anteriores, que son continuos. De esta manera se utiliza el efecto mecánico de las ondas de sonido y se producen “choques”, de ahí su nombre. Generan un efecto mecánico sobre el adipocito y las bandas fibróticas que forman parte de la fisiopatología de la celulitis, disolviendo parte del adipocito y mejorando el tejido, con más intensidad que los ultrasonidos anteriormente nombrados.
- HIFU. Son las siglas de High-Intensity Focused Ultrasound. Son también ultrasonidos, pero focalizan toda la energía en un punto específico, generando calor profundo e intenso (prácticamente una quemadura interna) a nivel de la fascia muscular, lo cual genera a su vez retracción, y mejora la flacidez. Es un tratamiento seguro y preciso con resultados rápidos que necesita pocas sesiones.
Radiofrecuencia
No importa el tipo: unipolar, bipolar o tripolar; el efecto es el mismo: calienta la dermis para generar una reacción inflamatoria controlada que desemboca en la producción de colágeno. Se usa para tratar la flacidez. La hay fraccionada y hasta con agujas (la única diferencia es la existencia o no de estas). Al efecto de calor se le suma el efecto bioestimulador de las micropunciones, siempre buscando lo mismo: aumento de la temperatura, inflamación
controlada y, finalmente, estimulación del colágeno y, por tanto, tensión. Con expectativas realistas y adecuadas, es un buen procedimiento.
Drenaje linfático
Es decir: la presoterapia. Combinándola con mesoterapia drenante y ondas de choque es excelente para tratar la celulitis. Eso sí, por sí sola solo ayuda a aliviar la sensación de piernas cargadas.
En conclusión
En definitiva, a nivel corporal se puede “mejorar” casi todo, pero siempre sabiendo qué esperar, ciñéndonos a un estricto diagnóstico y ajustando las expectativas.
¿Existen casos perdidos? Lo es cualquier inestetismo muy severo, grandes flacideces después de una gigantesca pérdida de peso, celulitis grado 4, que ya es pura fibrosis y nódulos irreductibles, o grandes cúmulos de grasa localizada imposibles de tratar con procedimientos sin bisturí. Para todo eso, como última instancia, siempre queda la cirugía plástica y reparadora.
¿Qué hay de mito y de verdad en tratamientos corporales mínimamente invasivos? Bien, la medicina estética corporal promete resultados espectaculares (así lo dice su marketing, no yo) de remodelación corporal, eliminación total de grasa localizada, mejora absoluta de la celulitis y de la flacidez. La realidad es que la medicina estética ofrece un gran arsenal de tratamientos corporales basados en la ciencia y en la experiencia, los cuales pueden ofrecer y ofrecen una franca mejoría de la mayoría de los inestetismos corporales, siempre sin perder de vista qué esperar de cada procedimiento y técnica.
Dr. Leo Cerrud
Experto en Medicina Estética
El Dr. Leo Cerrud es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Nacional de Panamá y máster en Medicina Estética por la Universidad de Alcalá y en Nutrición Clínica por la Universidad Autónoma de Madrid. Es médico colaborador en pasantías y tutor de tesis del máster de Medicina Estética y Antienvejecimiento de la Universidad Complutense de Madrid y de la Universidad de Alcalá.
Ejerce la medicina desde 1990 y actualmente tiene su consulta en el 107 de la calle Núñez de Balboa de Madrid, así como en la Clínica Royal Center de Panamá.
Deja una respuesta