Las redes sociales han aumentado la preocupación por la imagen, lo que induce a los jóvenes a usar tratamientos que retrasan la aparición de los signos de la edad
Los millennials han nacido bajo la presión del físico y las redes sociales. Las mismas que se han convertido en una fuente de dopamina alimentada por los likes y el ensalzamiento de una vida y una imagen irreal hechas solo para contribuir a liberar ego de los más jóvenes. Y en mitad de esa construcción de la ‘otredad’ y la sobreexposición, deben volver sus vidas cotidianas. Una vida a la que deben enfrentarse sin filtros, likes ni followers y en la que, a menudo, no están cómodos con su imagen. Las pruebas son claras: si la popularidad del bótox –como tratamiento no quirúrgico– ha aumentado en un 87% entre el público millennial en los últimos ocho años, los retoques estéticos lo han hecho en un 43% como apunta la Sociedad Española de Medicina Estética.
Para estos jóvenes de hasta 35-36 años, los retoques estéticos son un aliado más para mejorar su aspecto, conseguir resultados visibles en poco tiempo y lo incorporan a su rutina con total naturalidad. Están muy bien informados porque son unos buscadores profesionales, saben lo que quieren y son muy exigentes a la hora de conseguirlo.
«Cada vez son más los jóvenes que quieren verse bien. Sentirse seguros les ayuda a mantener la autoestima alta y cada vez, personas por debajo de los 30, pasan por nuestra consulta para mejorar ciertos aspectos físicos» afirman Mónica y Alicia Flores, fundadoras de los centros Clínicas Láser Fusión.
Ya no basta con eliminar las arrugas, las líneas de expresión y otras imperfecciones, ahora hay que ganarles ventaja adelantándose a su aparición. Para conseguirlo, de la manos de las expertas de Clínicas Láser Fusión vamos a hacer un repaso de los tratamientos más demandados por los más jóvenes así como los resultados que garantizan.
El auge de los tratamientos médicos poco invasivos
¿Qué tienen a favor estos retoques que corrigen arrugas, falta de tono, manchas…? Mónica y Alicia Flores, fundadoras de los centros Clínicas Láser Fusión enumeran algunos de los pros: “Tiene precios más asequibles respecto a las cirugías, los resultados son más naturales y la ausencia de posoperatorio es sin duda otro plus“.
Si a esto le añadimos que los efectos menos buenos de estos tratamientos, como enrojecimientos pasajeros o alguna leve hinchazón o morado son leves y fácilmente recuperables, el cóctel del triunfo está servido. La experta señala que hoy en día lo que se busca con las diferentes técnicas poco invasivas es “realizar pequeñas mejoras en sus áreas problemáticas en lugar de realizar cambios importantes“.
Como pagar el gimnasio
“Para muchas personas los retoques estéticos son considerados ya como un gasto de primera necesidad. Por ejemplo, para muchas pacientes la toxina botulínica y el ácido hialurónico son comparables a la suscripción al gimnasio o el pago de la peluquería, lo ven como un gasto anual más”, dice Alicia Flores, de Clínicas Láser Fusión.
El impulso de los tratamientos estéticos se debe a varios factores. El primero es su coste: es mucho más bajo —de media entre 300 y 500 euros— que el de una cirugía plástica estética y, sobre todo, es reversible. De hecho, es a lo que muchas mujeres y hombres se agarran para retrasar la entrada a un quirófano.
El boom de esta rama se debe a “las mejoras tecnológicas, con tratamientos mucho más eficaces y seguros. Y no podemos olvidar la importancia que la imagen ha ido adquiriendo en el bienestar de las personas, tanto por un aumento de la longevidad (también la laboral) como por las redes sociales”, valoran las expertas.
Cuatro de cada diez españoles ya acuden a la medicina estética. “Se hacen unos 100.000 tratamientos distintos cada año”, dice Mónica Flores. Hay que tener en cuenta que muchos de ellos necesitan varias sesiones, de una a tres al año. Lo que se solicita en mayor medida son las inyecciones de toxina botulínica y de ácido hialurónico para rejuvenecer el rostro.
Los tratamientos que triunfan
¿Sabes cuál es uno de los tratamientos estrella entre los más jóvenes? Pues la respuesta es la depilación láser. Sin embargo, esta es la puerta de entrada a los centros de belleza. Una vez allí, aumenta su interés por conocer todo lo que el sector les puede ofrecer y se sienten más cómodos para preguntar y probarlos.
A prueba de selfies
Las redes sociales son su hábitat natural y están acostumbrados a exponer su imagen. Quieren mostrar su mejor cara a prueba de selfies y sin filtros y por eso los tratamientos faciales son los más solicitados.
Esta preocupación ha traspasado la frontera de la edad. Hoy los más jóvenes también quieren conseguir lucir una piel radiante y llena de luz y buscan el tratamiento adecuado para ello.
Tratamientos como el Dermapen, trabajan en las capas más profundas de la piel con un combinado de activos elaborados para conseguir este objetivo. Ya es posible tratar esas primeras arruguitas de expresión a través de microinyecciones y trabajar en la prevención para lucir una piel llena de vida.
Otro tratamiento muy demandado es la Carboxiterapia Karbobel, un innovador tratamiento que combina el peeling con microdermoabrasión, masaje fisio activo con infrarrojos y masaje sedante con vibración técnicas para combatir la flacidez facial y las arrugas, tratar cicatrices y marcas de acné mejorando tersura y recuperando la luz perdida en pieles envejecidas, opacas y flácidas.
Goodbye celulitis
A pesar de que los jóvenes están mucho más concienciados con llevar una buena alimentación, dormir ocho horas o hacer deporte, no siempre es suficiente. La aparición de celulitis, grasa localizada o la pérdida de firmeza están a la orden del día y son problemas que pueden afectar desde edades muy tempranas.
Las ondas de choque anticeluliticas trabajan en las capas más profundas de la piel, consiguiendo diluir esa grasa y trabajando sobre la celulitis y la flacidez. Se consigue gracias a la realización de una muy alta presión en el tejido que hace que penetre de una forma muy precisa en la zona del cuerpo a tratar sin afectar a la piel, y actuando a dos profundidades como un despertador celular para recuperar la tersura y calidad de una piel libre de celulitis. «Este tratamiento es perfecto para combinar con otros tratamientos remodeladores como la criolipólisis, el LPG, INDIBA o Bellaction corporal, ya que potencia sus efectos al activar el metabolismo celular acelerando la eliminación de los residuos», explican las especialistas sobre este tratamiento que está recomendado tanto para hombres como para mujeres.
Ácido hialurónico y botox
Según la Asociación Española de Cirugía Estética Plástica (AECEP) en el 2022 se ha incrementado un 10% la demanda de tratamientos relacionados con atrasar los signos de la edad. El botox y el ácido hialurónico son los retoques estéticos más demandados entre los jóvenes que se encuentran en la franja de edad de entre 20 y 35 años.
El ácido hialurónico es una sustancia que está presente en nuestro cuerpo de forma natural. Con el paso del tiempo, ese ácido que poseemos en la dermis se va perdiendo produciendo la aparición de arrugas y la pérdida del contorno del rostro. Para aplacar esta pérdida progresiva, se puede inyectar nuevo ácido hialurónico con microinyecciones. Este aporte permite hidratar la piel, reponer el volumen perdido y eliminar las arrugas de una forma sencilla, discreta, rápida e indolora.
Como nos explican las expertas de Clínicas Láser Fusión el ácido hialurónico es capaz de retener agua y estimula la producción de colágeno, por lo que su efecto se prolonga a largo plazo y los resultados son visibles entre seis meses y un año. Además, es un elemento que es absorbido por el organismo por lo que no hay un límite máximo de dosis o sesiones.
Para las mujeres de unos 20 años que decidan iniciarse en el bótox, el factor primordial es la prevención, ya que entonces empiezan a notarse los primeros signos de la edad, como incipientes patas de gallo, arrugas en la frente y líneas de expresión. “Las líneas se vuelven cada vez más profundas con los años”, explican las expertas. “Si empiezas temprano [a usar bótox] y de manera adecuada, no necesitarás inyectarte tanto en el futuro”. Para las pacientes más jóvenes que quieran huir de un aspecto paralizado –recordad, las caras jóvenes se mueven–, Flores prefiere aplicar dosis de bótox más bajas a través de microinyecciones y solo en áreas específicas del rostro, como la frente, las cejas o el contorno de ojos.
El botox se aplica en los músculos faciales mientas que el ácido hialurónico directamente en la arruga. También existen diferencia en el tiempo que duran los resultados. Mientras que el botox se debe renovar cada seis meses, el ácido hialurónico permite espaciarlo hasta un año.
Por lo general, el botox suele emplearse en la zona superior de la cara y el ácido hialurónico en el tercio inferior. Ambos sistemas son sencillos, no invasivos e indoloros y, en muchas ocasiones, se combinan en un mismo tratamiento full face.
Los labios no engañan
No nos equivocamos al decir que la boca es el mayor chivato de un trabajo demasiado prematuro. Los labios juveniles suelen tener bastante volumen y alzarse de forma natural en las esquinas, lo que significa que la mejor estrategia para favorecerlos se reduce normalmente a aplicarse una bonita barra de labios.
Para las mujeres que se preocupan por el tamaño o la simetría de sus labios, por ejemplo si se tuercen un poco, se puede inyectar bótox a lo largo de la línea del labio como alternativa a los rellenos labiales. “A algunas personas cuando sonríen se les da la vuelta el labio superior y pierden ese volumen”, nos explican desde Clinicas Láser Fusión. “Este procedimiento relaja las capas externas del músculo circular que rodea los labios y se ve mucho más natural que el relleno“. Además, las inyecciones a lo largo de la línea de la mandíbula, o más específicamente, en el músculo masetero, han aumentado en popularidad como alivio del bruxismo (apretar la mandíbula por estrés) y también para suavizar el contorno. “Mucha gente tensiona constantemente el área de la mandíbula, y cuando relajas ese músculo, la barbilla sale a la luz y se despega del labio inferior“, explican.
Nunca es demasiado pronto para tratar los signos de envejecimiento. Desde la veintena, los más jóvenes deben conocer los hábitos de vida más saludables así como los tratamientos con los que retrasar la aparición de las temidas arrugas.
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