Está claro que la preocupación por mantener una piel cuidada y sana es cada vez mayor, pero en ocasiones, con la cada vez más amplia oferta de cosméticos en el mercado, puede resultar difícil escoger el más adecuado según las necesidades de cada piel.
Hoy hablaremos sobre el sérum facial, uno de los productos de la rutina que prometen ofrecer mejores resultados, y para ello contaremos con una experta que nos aclarará todas las posibles dudas que pueden surgir a la hora de escogerlo.
¿Qué es un sérum facial?
Un sérum facial es una forma cosmética de textura fluida y ligera que complementa el tratamiento de la crema habitual que utilizamos diariamente.
En cuanto a su viscosidad, el sérum tiene una menor proporción de fase grasa que las cremas, “facilitando la absorción de los principios activos que contienen que, además, suelen estar en una mayor concentración que en las cremas”, nos cuenta la Dra. Mar Mira, codirectora de la Clínica Mira+Cueto, y por tanto se les atribuye una mayor eficacia.
Diferencias entre el sérum facial y el resto de los cosméticos en la rutina
El sérum facial tiene unas características propias que lo hacen diferente al resto de los cosméticos que aplicamos en la rutina diaria, incluso de las cremas con tratamiento:
- Concentración de principios activos. La concentración de activos en el sérum facial será mayor que en las cremas “y tienen un efecto potenciador de éstas”, añade la doctora.
- Es necesario aplicarlos en menor cantidad. Nos explica Mar Mira que es suficiente con aplicar unas gotitas de sérum facial, “que se van a distribuir por cara, cuello y escote masajeando hasta su absorción”.
- Rápida absorción, por sus texturas ligeras y fluidas.
Ventajas de utilizar sérum facial
La principal ventaja, según la doctora, es que nos permite complementar la pauta cosmética “adaptando el tipo de sérum a la necesidad que tenga la piel”. La existencia de una gran variedad de tipos de sérums -hidratantes, despigmentantes, antioxidantes…- nos permitirá seleccionar un sérum con activos en mayor concentración que en la crema para obtener mejores resultados. “Estaremos aplicando más variedad de productos, en una mayor concentración potenciando los resultados”.
También destaca la experta como ventaja de este tipo de cosméticos su textura, que, al ser más fluida, “es ideal para aplicar en aquellas personas a las que no le gustan las texturas más pesadas de algunas cremas o el residuo que dejan en la piel”.
Cómo introducir el sérum en la rutina facial diaria
Sobre su introducción en la rutina, la doctora Mar Mira nos cuenta que siempre debe hacerse “antes de la crema de tratamiento sobre la piel limpia tanto por la noche como por el día”.
Un ejemplo de rutina sencilla, tanto de día como de noche, en las que se aplique un sérum facial:
☀ Rutina de día | 🌛 Rutina de noche |
Limpieza Sérum Crema Protector solar | Doble limpieza Sérum facial Crema hidratante |
Por supuesto, se pueden añadir más pasos a la rutina como un tónico facial, contorno de ojos…
Modo de aplicación
En cuanto a la forma de aplicación, los sérums “llevan un dispensador para facilitar su aplicación en gotas”, nos explica la doctora. Y, a menos que la marca especifique una forma diferente de aplicarlo, “se aplican unas gotitas del sérum sobre cara, cuello y escote y se masajea hasta su total absorción”. Una vez que se ha absorbido el producto en la piel, se puede continuar con el resto de la rutina.
Tipos de sérum facial según su acción
La función del sérum vendrá determinada por el tipo de principios activos que contenga, y, como explica Mar Mira, debemos “valorar la necesidad de la piel y personalizar el tratamiento en cada caso según edad, tipo de piel y patología si la hubiese”.
Podemos encontrar sérum con acción:
- Hidratante: que contentan ácido hialurónico que es capaz de captar mil veces su peso en agua.
- Antioxidante: como la vitamina C y E, muchas veces asociadas, potenciando sus efectos antioxidantes.
- Despigmentante: con activos como la Arbutina, Ac. Kójico, Ac. Fítico, el extracto de regaliz entre otros.
- Transformadora: en este grupo destacan los retinoides y sus derivados con efecto antiarrugas y regenerador de la piel.
- Exfoliante: Distintos ácidos, como el glicólico, el salicílico, el láctico… con acción exfoliante, que ayudan a la renovación de la piel.
- Reparadora: contienen péptidos, proteoglicanos o factores de crecimiento regeneradores de la matriz extracelular.
- Antiinflamatoria: contendrán activos calmantes como la niacinamida, el bisabolol, el zinc, el aloe vera, o extractos vegetales como el hamamelis o la manzanilla.
Cómo escoger un sérum facial según el tipo de piel
Como hemos visto, hay una gran oferta de sérums según los principios activos que contengan, y algunos de ellos serán más adecuados para un tipo de piel o necesidades de la misma que los demás. Para ayudarnos a escoger uno u otro, la Dra. Mira nos lo facilita mediante esta pequeña guía:
- Piel grasa: “todos los sérum suelen ser adecuados para pieles grasas por su textura ligera”, explica la doctora. “Los más indicados son aquellos que contengan sustancias seborreguladoras como el ácido salicílico”. En caso de pieles con tendencia acneica, puedes profundizar echando un vistazo a esta entrada sobre tipos de acné.
- Piel seca: buscaremos sérum con acción humectante y alto contenido en ácido hialurónico o ácido láctico que también tiene función hidratante.
- Piel mixta: el sérum escogido dependerá del estado de la piel o de lo que queramos conseguir: despigmentar, prevenir con antioxidantes, hidratar, transformar o reparar.
- Piel con manchas: sérum que combinen la acción de distintas sustancias despigmentantes.
- Piel fotoenvejecida: en este caso buscaremos productos para la rutina nocturna con activos transformadores como el retinol o el ácido glicólico. Además, será conveniente incluir un sérum antioxidante en la mañana para prevenir que el daño solar siga haciendo mella en la piel.
Cosmética natural y sérums
La tendencia del consumidor va encaminada, cada vez más, hacia la etiqueta “natural”. Nos cuenta la experta que esto puede deberse a que suelen ser percibidos como más saludables o sostenibles, “aunque no siempre es así”, afirma.
Para que un cosmético pueda estar etiquetado como cosmética natural requiere estar libre de ingredientes provenientes de la petroquímica o de síntesis. “Esto hará que la cosmeticidad (lo agradable que es para el consumidor la aplicación del producto) disminuya”
En cuanto a la acción del sérum etiquetado como natural, no tiene por qué ser menos eficaz: “si está adecuadamente formulado, puede tener una acción potente”, aclara la Dra. Mira, “generalmente contendrán activos que provienen de los vegetales, del mundo marino como las algas o de la biotecnología”.
Sin embargo, vemos necesario aclarar que la cosmética “química” siempre es segura y eficaz, y así lo asegura la doctora, y, además, añade, “no siempre conlleva un impacto mayor para el medio ambiente”.
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