El iluminador se ha convertido en un básico de nuestra rutina de maquillaje diaria pero ¿lo estamos aplicando bien? Sabemos que existen varias texturas y varias herramientas para él, y no a todas nos favorecen las mismas consistencias. Por ello, Candy García Arias, facialista de AC DermaStudio, resuelve todas nuestras dudas y nos aconseja sobre este must de maquillaje.
¿Qué es un iluminador?
El iluminador es un tipo de maquillaje que se emplea para dar más luz o brillo a zonas con falta de volumen. Consigue dar un aspecto más saludable y liso a la piel, ya que contrarresta a las zonas oscuras que podamos tener como ojeras, falta de pómulo, elevación de punta de la nariz y crea efecto relleno.
Se pueden encontrar diferentes texturas, en función al tipo de maquillaje y de piel, pudiendo intensificar el color y adaptarse a los distintos tipos de pieles como secas, grasas o mixtas para que se fije mejor.
¿En qué texturas lo podemos encontrar?
Hoy en día podemos encontrarlos en polvo, en barra, en tubo de maquillaje… y escoger el iluminador perfecto dependerá, según la experta, de las zonas y de cuánto queramos intensificar nuestro maquillaje. No es cuestión baladí porque saber escoger el tipo de textura es importante para que se fije bien el maquillaje y nos dure más tiempo, además de contaminar menos la piel.
• Las texturas compactas suelen estar más indicadas para pieles grasas .
• Las texturas líquidas para pieles secas.
Aunque, como añade García, “hoy en día casi todo es oil free“.
Además, también debemos tener en cuenta el momento del día en el que lo aplicamos. Durante las horas de luz natural podemos utilizar menos cantidad de maquillaje, con lo que podríamos escoger el polvo o la barra, mientras que, para maquillajes de noche, lo intensificaríamos con una textura más compacta.
• Durante las horas de luz, mejor en polvo o en barra.
• Durante la noche, texturas más compactas.
¿Cómo aplicamos el iluminador?
Antes de nada, y el consejo más importante que nos da la experta de AC DermaStudio es que “es clave conocer bien nuestras facciones” con lo que podamos aplicar las bases, los correctores y el iluminador “en la escala de color que vaya bien con nuestra piel”.
Conocerse es la clave, porque si conocemos nuestros puntos más decaídos, sabremos exactamente dónde aplicar el iluminador y podremos “sacarles partido durante el día de forma más discreta (ya que los colores salen con el sol), y de noche de forma más intensa, por la falta de luz” apunta García.
¿En qué momento de la rutina?
Informa la facialista que habrá que aplicar el iluminador “después solo para dar luz a las zonas que queramos conseguir el efecto glow” y aquí la experta escogería “entre polvos o barra, según la intensidad que queramos darle a nuestro maquillaje”.
Por otra parte, el iluminador brilla más cuando estamos a la luz del día, se aprecia su escala de colores y se definen más los rasgos faciales, mientras que, por la noche, los maquillajes suelen ir un poco más intensificados por esa falta de percepción que da la oscuridad o la falta de luz natural.
¿Iluminador o corrector?
No obstante, si nuestro objetivo es tapar imperfecciones y zonas oscuras, estaríamos hablando de un corrector y no de un iluminador. Si queremos corregir, elegiremos un corrector de textura compacta y cubriente de color claro, que será posteriormente tapada por el maquillaje de nuestro fototipo de piel.
Es decir, el corrector se aplicará antes de la base y el iluminador, después.
➟ Cómo elegir y aplicar bien los correctores de maquillaje.
¿Dónde aplicar el iluminador?
La clave está en entender que todo depende del uso que le queramos dar. “Podremos usarlo para mejorar la profundidad de la ojera, por ejemplo, o si queremos darle un toque perlado al pómulo o nariz, para resaltar la barbilla, o levantar la mirada” explica la profesional.
El resultado será un incremento de suavidad y jugosidad en las facciones.
En algunos casos, si lo utilizamos en el escote podemos resaltar y suavizar los hombros y escote, tapando arrugas o imperfecciones a través de la sensación seda que aporta.
¿Broncha, barra, esponja o con la mano?
★ BROCHA
Para el gusto de García, tanto con la brocha como con la mano “se trabaja con más precisión”, aunque dependerá de cada persona y de cómo se sienta más cómoda.
Si nos maquillamos de día, la brocha nos servirá para trabajar áreas que queramos más difusas como pómulos, barbilla, escote, ya que no se queda compacto, sino suelto, de forma más natural.
★ BARRA
En barra, perfecto para delinear el tabique nasal y para crear puntos de luz de los ojos para intensificar el brillo.
★ MANO
Con la mano podemos dar unos ligeros toques más intensos a las zonas de ojos, tabique nasal… que señalizan zonas más llamativas, sin ser algo generalizado.
★ ESPONJA
La esponja la recomienda “en los maquillajes de noche para cubrir y para intensificar el maquillaje“, ya que con la falta de luz solar los colores se pierden más y con las sombras hay que contrarrestar los efectos de hundimiento.
Pregunta frecuentes sobre iluminadores
¿Qué ocurre si aplicamos mal el iluminador?
El iluminador sirve para destacar y darle luz a la piel, si no lo ponemos adecuadamente, podemos crear un maquillaje con un efecto totalmente contrario al que buscamos.
¿Podemos usar iluminador todos los días?
Sí, se puede utilizar todos los días porque da un aspecto saludable y luminoso a la tez.
En el caso de uso diario, la experta recomienda iluminador en polvo con ligeros toques nacarados o perlados para darle un toque suave y fino a la piel.
¿Para maquillaje de día y de noche?
Se pueden aplicar tanto de día como de noche, pero destacará más a la luz del día o en zonas de mucha luz.
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