Hablamos con Silvia Oliete, Blauceldona: “Siento que vivo en un sueño perpetuo”

Silvia Oliete

Acaba de inaugurar su cuarto centro en la ciudad de Sitges, en Barcelona. Tiene su propia línea cosmética. Tiene un nuevo masaje de autor que, si sigue la estela del primero, va a convertirse en una referencia indudable para toda la estética. Tiene un equipo que tira solo. Definitivamente, Silvia Oliete vive un momento dulce. Y, aunque aún tiene sueños por soñar (y energía, motivación y conocimiento para llevarlos a cabo), ahora le toca saborear los últimos que ha logrado hacer realidad. Se lo ha ganado.

Entrevista Silvia Oliete

Pregunta- Silvia, cuando una tiene tres centros… ¿En qué momento se plantea abrir un cuarto? Y, ¿cómo es ese proceso de ‘echar cuentas’, buscar localizaciones…?

Respuesta- Sitges es una ciudad que conozco bien desde pequeña, pues siempre veraneábamos aquí; durante toda mi vida la he visitado y disfrutado con frecuencia. Por lo tanto, es un lugar especial para mí, casi como una segunda casa. Aquí me siento a gusto, es un lugar muy ligado a pensamientos y vivencias estupendas, muy positivas.

Por eso siempre fantaseé con abrir un centro aquí, y digamos que hace un tiempo recuperé la idea de manera muy pragmática: empecé a buscar un local ideal y, cuando lo encontré, el resto vino rodado. Ha sido un proceso de algo más de un año, que se me ha pasado volando por todas las gestiones que conlleva una apertura, pero muy bonito; estresante, pero lo he disfrutado mucho.

P.- Dices que varias clientas tuyas de Sitges te habían pedido un centro allí. ¡Qué solícita!

R.- Así es. Ya tenía muchas clientas que venían a mis centros de Barcelona desde Sitges, y siempre me animaban a abrir uno allí no solo porque les resultase más fácil cuidarse teniendo uno más a mano, sino que también me hablaban de lo mucho que la ciudad necesitaba un “buen centro”. Todo esto, unido al cariño y a la idea de abrir un centro allí que siempre me rondaba en la cabeza, se aliaron para darme el impulso que finalmente se ha materializado ahora.

P.- ¿Qué condiciones tiene que tener una zona o un local para que te resulte apto?

R.- Al igual que con mis otros tres centros de Barcelona, buscaba un local en una localización “premium”. En Barcelona, por ejemplo, estoy en zona alta y Eixample. Y la de Sitges me encantó porque es la zona nueva de la plana, la más “top”. Allí encontré este local que reunía los requisitos que quería: grande, con espacios diáfanos que nos permitiesen dibujar un plano, las cabinas, etc. No me gusta adaptarme al local, sino que el local permita adaptar mi concepto de Blauceldona en él. Tiene una gran fachada que, al acristalarla, nos sirve de escaparate, que también es en sí misma una buena herramienta de marketing.

Silvia Oliete

P.- Para poder acercarnos a entender cómo se gestionan cuatro centros… ¿Cómo es tu día a día? Dónde sueles estar, qué parte de tu gestión (y tu presencia) exige cada centro (o si pueden rodar totalmente solos…).

R.- Mi negocio está automatizado, de modo que antes de abrir uno nuevo, tengo un equipo consolidado que puede funcionar solo; yo no controlo, cada persona de mi equipo sabe cómo hacer su trabajo, y lo hacen todos con excelencia, de ahí nuestro éxito. Saben que confío en ellos y ellas y yo estoy completamente tranquila de que en todo momento el cliente está como si estuviera yo. La clave está en creer en tu equipo, en que sea muy bueno, y en delegar todo lo que puedas para tener la suficiente libertad de poder estar cada día donde eres necesaria.

También tenemos Blauceldona Headquarters, abierto el pasado mayo, ya que se nos hacía pequeño el almacén en cada uno de los centros y era una forma de unificar el género. Ahora sale todo desde este almacén, donde además tengo una oficina para poderme reunir con los proveedores y desde el que gestionar y apoyar a todos los centros.

P.- Para ti, como nos contabas, es importantísima la identidad de marca. Que todos tus centros tengan la misma apariencia, el olor, los muebles, la decoración… ¿Qué otros elementos forman parte de esa identidad de marca, a nivel de atención al cliente, de protocolos…? Y, ¿cómo se consigue que estén en sintonía en cuatro espacios a la vez, con un equipo de más de 20 trabajadores?

R.- En todos los centros vas a tener la misma bienvenida y atención, es un método Blauceldona consolidado desde 1995 y que han ido aprendiendo todas las personas del equipo: ya vayas a Provenza, Muntaner, Milanesat o Sitges, estarás en Blauceldona, con todo lo que conlleva. En todos recibirás la misma energía, ambientes y decoración acordes; sencillos, pero muy cálidos y lujosos, algo que consigo siendo fiel a unas líneas decorativas muy concretas, con detalles de mobiliario iguales, e incluso el mismo aroma, que creó Ramón Monegal para mi I am the perfume, y que también está a la venta para perfumar nuestro hogar.

P.- Para hacer un poco de repaso, ¿cuándo empezaste en la estética, y cuándo abriste Blauceldona?

R.- Tras finalizar mis estudios de Técnico Especialista en Estética en la prestigiosa Academia de Estética Jean D ́Estress de Barcelona, en 1992, trabajé y adquirí experiencia como esteticista en un centro de belleza hasta que, convencida de todo lo que sabía que podía mejorar, y tras sofisticar mi visión del negocio, me decidí a abrir una cabina en un centro deportivo. Allí fui especializándome en mi gran pasión: los tratamientos faciales. El éxito de este proyecto me llevó a abrir posteriormente Blauceldona en 1995; que, con mucho esfuerzo, dedicación y pasión, se ha ido convirtiendo en un centro de referencia a nivel nacional e internacional.

Un negocio convertido en un verdadero sello de la excelencia en belleza, en el que empleo a 18 esteticistas que reciben una formación exclusiva y constante, que facilita su trabajo y la atención recibida por los clientes, manteniendo unos estándares uniformes.

Blauceldona
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P.- Y, por cierto… ¿De dónde viene el nombre?

R.- En primer lugar, quería que el nombre fuese en catalán, ya que en esa época la Generalitat de Catalunya te daba una subvención por poner el rótulo en catalán, cosa que nos fue muy bien. Debía ser un tributo a la ciudad; además, hacer un guiño a su cielo que tanto me gusta [Blau cel es “azul cielo” en catalán], y a la mujer [dona], ya que cuando abrí aún muy pocos hombres acudían a los centros de belleza. Si lo amalgamas todo, surge Blauceldona.

P.- Si echas la vista atrás y observas tu carrera, ¿crees que hubo un momento concreto en el que todo empezó a cambiar para ti, en el que se disparó tu popularidad… O ha sido paulatino?

R.- Fue todo paulatino y muy orgánico, hasta que en 2015 creé mi Masaje de Remonte. Fue tal el éxito que empezamos a tener lista de espera, y pasamos de ser tres esteticistas a ocho en un solo centro de 80 m2. Ahí fue donde me vi abocada a abrir mi segundo centro, para poder dar respuesta a la demanda. Desde entonces, es cierto que todo ha ido más rápido, pero siempre escuchando y siguiendo mi instinto para dar los pasos correctos cuando ha correspondido.

P.- Abriste ese segundo centro después de 23 años trabajando en estética, en 2018. Cinco años después, tienes cuatro centros. ¡Ha sido todo rapidísimo! ¿Cómo has gestionado un cambio de paradigma tan grande? ¿O estaba todo calculado?

R.- La verdad es que no ha sido premeditado. Creo que, en este sector, tan cambiante y siempre ávido de novedades, mantener una mirada algo fría y serena es clave para no meter la pata lanzándote a hacer u ofrecer algo solo por sentir que debes seguir la corriente. Cada paso ha sido meditado y, generalmente, ha sido algo que he sentido que se me pedía, algo orgánico, normalmente fruto de una demanda de mis clientes. Para conseguirlo solo ha sido, y es posible, teniendo un equipo muy consolidado.

P.- Tu Masaje de Remonte es la insignia de Blauceldona. Por si hay alguien que acabe de aterrizar en la estética y no lo conozca… ¿Cómo lo describirías? ¿Por qué crees que se ha hecho tan famoso; qué es lo que marca la diferencia?

R.- Es un masaje de roce, muy armónico, en el que tu piel llega a aumentar de 2 a 3 grados de temperatura, el colágeno se activa y llegas a producir una colagénesis natural en tan solo 30 minutos, es como una radiofrecuencia manual. Para mí, este masaje es artesanía, y los clientes ahora quieren eso, manos, disfrutar con un buen masaje y, sobre todo, que no duela, que sea muy agradable pero que tenga resultados inmediatos. Salir de cabina con algo que nunca has sentido en tu piel, y que además puedes ver en el espejo, crea adicción.

P.- Además del nuevo centro, presentas también un nuevo masaje, el Masaje de Contornos, que va a empezar a aplicarse en todos vuestros protocolos antiedad. ¿Significa eso que el Masaje de Contornos va a sustituir al de Remonte?

R.- No, no va a sustituirlo, sino que se añade a nuestra oferta, de modo que será la terapeuta la que decidirá si es mejor el de remonte o bien el de contornos para hacer un push up a nivel de firmeza, que es la clave de este nuevo masaje.

P.- ¿Por qué viste que debías actualizar el masaje?

R.- No hemos actualizado el de remonte; el de contornos es un masaje totalmente nuevo para poder dar dos opciones al cliente. Los dos son muy activos y antiedad.

P.- Técnicamente, ¿en qué se diferencian ambos masajes, o qué incluye este a diferencia del anterior?

R.- El de remonte se realiza con fricciones en la piel con diferentes partes de la mano, mientras que el de contornos es más lifting, por medio de movimientos más palmares y de drenajes profundos, más oxigenante, y en el que se trabaja mucho más la musculatura. Cada uno es muy preciso, por lo que dan respuestas igualmente concretas, aunque no puedo contar mucho más, ya que son dos protocolos propios que todo el mundo puede disfrutar, pero cuyos pasos concretos son secretos.

Blauceldona
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P.- ¿Por qué interesaría a las esteticistas que se formaran en el Masaje de Remonte actualizar sus conocimientos en esta nueva técnica? ¿Es difícil de aprender?

R.- Porque es totalmente distinto y muy efectivo. Por ejemplo, consigue cambiar el tono de la piel en 30 minutos de masaje, es realmente espectacular. Es sencillo de enseñar y de aprender, pero ha de trabajarse muy bien, y deben ser facialistas con mucha experiencia en tratamientos faciales. Ni el de remonte ni el de contornos pueden aprenderlos esteticistas sin mucha experiencia.

P.- Después de todo este tiempo, ¿sigues siendo igual de defensora de las terapias manuales? Aunque tu masaje provoca un efecto “radiofrecuencia”, es innegable que las manos nunca harán el mismo efecto que las máquinas. Y, sin embargo, la demanda también es innegable. ¿Qué tiene el manual que no tiene la aparatología?

R.- Totalmente. Además, es la tendencia, la gente quiere venir a disfrutar de un buen masaje, y claro que quieren aparatología, y nosotras trabajamos las mejores, pero las manos no serán nunca sustituidas en la estética. La demanda de estas por parte del cliente te deja claro su poder y su carácter universal, holístico y humano. Mi manual facial es energía, es pasión por la profesión, y cuando te atiende un profesional enamorado del masaje facial, gana a la aparatología siempre, de ahí el éxito Blauceldona.

P.- Silvia, en Salón Look te vimos con un grupo considerable de compañeras del sector que también son amigas. ¿Cómo crees que se puede colaborar con compañeras en este sector? Y, ¿en qué puede beneficiar?

R.- Compartiendo. Nuestros negocios son distintos, unas tienen centros médico-estéticos; otras, centros de legado generacional, y otras nos dedicamos al bienestar y al wellness. Buscamos y ofrecemos el mismo fin, pero por diferentes medios. Creo que compartir con compañeras hace que sigamos aprendiendo todas, y compartir es bonito, nos nutre a todas. Pasamos por obtenemos las mismas cosas, dudas, retos, problemas, y también las mismas recompensas. Nunca he creído en la rivalidad, solo en la superación y en mantener unos estándares de excelencia, y eso es una lucha contigo misma, una historia privada. Hay espacio para todas, y saber que contamos las unas con las otras a mí me aporta mucha calma y, a la vez, mucha fuerza.

P.- Como el ejemplo de éxito en el sector que eres, y más allá de la posible motivación del “perseguir sus sueños”… ¿Qué consejos darías a las esteticistas que nos lean, a nivel empresarial, de negocio?

R.- Que crean en ellas mismas. Que, si quieren dar el paso de abrir un segundo centro, antes tengan lleno el primero. Que sean valientes, que den el paso, que no escuchen los consejos de cualquiera, ya que con frecuencia pueden aconsejarte que no sigas, que no te compliques más la vida, porque lo que quieren es evitar que lo pases mal. Que incluso aquello con lo que no contabas, lo superarás si te esfuerzas y pones todo tu interés y te rodeas de buenos profesionales. Y siempre, y sobre todo lo que hagan, que impriman su sello de autenticidad para crear su propia marca, porque solo así podrán sobresalir y diferenciarse.

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P.- Y, con respecto a las marcas de aparatología y cosmética, ¿algún consejo?

R.- Yo les aconsejaría que fuesen poco a poco, paso a paso. Deberán decidir qué necesitan sí o sí para tratar un tejido facial o corporal, qué es lo imprescindible para empezar, siempre sabiendo lo que deben tratar si deciden especializarse en algo concreto. No compres una radiofrecuencia si ya tienes otra. Pruébalo todo en ti antes de ofrecerlo a tus clientes, y que sea realmente afín a tu centro, tu filosofía y tus demandas.

P.- ¿Algún plan o sueño más para el futuro cercano? ¿Qué tenéis en mente?

R.- La verdad es que ahora mismo estoy viviendo la apertura de mi cuarto centro, en Sitges, y estoy viviendo mi último sueño. Por ahora solo sueño y trabajo cada día en ello, en mantener todo lo que he creado, en mi línea cosmética, mis centros, mi equipo. He conseguido tanto que siento que vivo en un sueño perpetuo, y ahora mismo me dejo llevar por la idea de que aún me quedan muchos sueños por ser soñados… y realizados.