Este año, Estela Belleza cumple 50 años. Estela de Abajo, su directora, es la segunda estela, la segunda generación familiar de este centro de estética de Gijón.
Bajo su liderazgo, su salón ha pasado de ser uno de los imprescindibles en Asturias para convertirse, también, en una referencia del sector nacional. Ha sido un proceso tranquilo, discreto; el tiempo que ha hecho falta para que su esfuerzo continuo, su honestidad y su profesionalidad hablasen por sí mismos, demostrando que, en su caso, no son mantras manidos, sino la sencilla verdad que define su trabajo y justifica su éxito.
Pregunta- Estela, hace poco te vimos dando una conferencia sobre el orgullo de profesión. ¿Por qué sientes orgullo de ser esteticista?
Respuesta- Por todo lo que lleva consigo serlo. Amo y respeto mi profesión, sobre todo por el bienestar que el trabajo de una esteticista ejerce sobre las personas. Es la magia de hacer sentir bien gracias a las personas se vean bien.
P.- Nosotras siempre te vemos en las redes [ en Instagram y Twitter, @estelabelleza] de un lado a otro, formándote, yendo a cursos, charlas… Pero hay personas para las que esto es solo un trabajo duro, y que quizá no pueden disfrutar de esta parte del sector. ¿Cómo se les transmite a estas personas la misma motivación?
R.- La motivacion llega sola cuando te vuelcas en lo que haces, cuando dedicas tiempo, también fuera de la cabina, para avanzar pones pasión y energía a partes iguales. Eso te lleva a resultados, y los resultados al éxito. Y eso crea adicción, así que la motivación está asegurada. No se trata de pensar en cómo lograrlo, se trata de ponerse a ello.
P.- Hemos dicho que te seguimos, igual que otras casi 7700 personas en Instagram. Pero para quien no te conozca, ¿cuál es la trayectoria en la belleza de Estela Belleza?
R.- Pues 50 años, nada más y nada menos, de trayectoria profesional, puesto que soy la segunda generación de este espacio que crearon mi tía, Estela, y mi madre, Araceli. A día de hoy somos un equipo de 12 profesionales, y juntos hemos logrado ser uno de los centros de mayor respeto y admiración de la estética nacional.
P.- ¿Qué es lo que has aprendido de ellas, de tu tía y de tu madre, e incorporado o mantenido bajo tu dirección?
R.- Este año el centro cumple 50 años, y siempre tengo presente el agradecimiento hacia ellas por haber dejado el camino marcado. La esencia del centro, los valores a nivel empresarial y personal, son totalmente heredados, y los hemos mantenido. Parece que todos los centros decimos lo mismo, y cuesta explicarlo porque son palabras que pueden sonar vacías, ¡pero es que en nuestro caso la honestidad, la profesionalidad y el foco en el cliente están presentes de verdad! [risas] Cuando hacemos encuestas a clientes, es lo que dicen de nosotras. También se ha mantenido la base de una estética tradicional, manual, pero muy profesional.
P.- Desde hace unos años estás más visible, quizá, gracias a las redes sociales, ya que eres muy activa en ellas. ¿Tú sabrías situar el punto de inflexión en el que empezaste a ser más famosa o reconocida en el sector de la estética a nivel nacional?
R.- Sí, las redes sociales tienen algo que ver. En mi caso, todo ha ido despacio. Empecé en Facebook en el año 2009, y en el 2014 en Instagram, así que llevo unos años dando guerra: 15 y 10 años, respectivamente, que se dice pronto. La verdad es que no fui consciente de ser “conocida” hasta hace unos 3 años, en el congreso de Salón Look, cuando la gente me paraba para saludarme, e incluso hacerse una foto. De todas formas, ¡ya no lo he vuelto a vivir! [risas] Ahora me paran, y me paro, porque nos conocemos, porque tengo la suerte de tener relación con cientos de compañeras; ese tipo de encuentros son un no parar. Por eso me siento muy reconocida, y no lo definiría tanto como famosa.
P.- Como decíamos antes, quizá haya quien sienta una brecha entre aquellas esteticistas con más centros, o con un centro con más proyección a nivel nacional, y las profesionales más locales. Pero nos dirigimos a todas las esteticistas, y entendemos que tú también. Por tanto, ¿qué compartís? ¿cuál es el mensaje para todas, la recomendación de profesional a profesional?
R.- Para mí, una profesional no se mide por el tamaño, decoración, seguidores en redes sociales, ubicación de su centro o número de personas empleadas. Una profesional de los pies a la cabeza es aquella que se toma este campo en serio, que estudia, se actualiza, que contribuye a mantener el listón alto de la estética, y que se apoya y respeta con sus compañeras.
P.- ¿En qué crees que es interesarse formarse hoy en día? Como se puede ver en tus redes, tú tienes un especial interés por la nutrición. ¿Por qué?
R.- Pienso que cada profesional tiene que encontrar su camino y hacerse fuerte, especialista en algún área concreta. Pero eso no exime de estar al día de todo lo demás. Hoy en día es necesario tener conocimientos actualizados de nutrición, medicina estética, cirugía estética, oncología; incluso publicidad, marketing… Aunque no seamos ni nutricionistas, ni médicos, ni expertas en marketing. Lo ideal, claro, es poder trabajar codo a codo con esos profesionales, pero sea o no así, hay que saber de ello, no puede sonarte a chino.
P.- En tu caso, ¿crees que has aprendido más de la experiencia, de la formación, de otras compañeras…?
R.- De las tres cosas, sin duda. Imposible elegir. La experiencia te hace aprovechar cada vez más la formación. La formación es como una droga para mí. Y compartir con compañeras no tiene precio, y enriquece personal y profesionalmente. Ese compartir, además, es para mí otra fuente de motivación, porque me obliga a saber cada día más y a superarme, por ellas también.
P.- ¿En qué pones más énfasis en tu centro? ¿Por qué crees que os diferenciáis?
R.- La honestidad, la profesionalidad, el rigor, los resultados… En Estela Belleza no hay juicio, solo propósito de ayuda. Podría resumirse como una entrega total a los pacientes, al equipo y a la empresa en general.
P.- Hablemos de tratamientos en cabina. ¿Cuáles te has dado cuenta de que son los imprescindibles en tu centro? ¿Crees que es algo común?
R.- Nuestro sello inconfundible son las higienes, las limpiezas profundas, como base de todo. Es lo que nos ha valido mantener y atraer clientes de toda España y también a los que viven en otras partes del mundo. Y, a partir de ahí, el conocimiento exhaustivo de la piel, para mantenerla sana y, como consecuencia, bella. Esto va acompañado siempre del asesoramiento para el cuidado de la piel en casa, que es la clave del éxito. A día de hoy dedico gran parte de mi jornada laboral a elaborar rutinas cosméticas, al igual que mi equipo.
P.- Y, personalmente, ¿algo en lo que hayas decidido no meterte, no tocar?
R.- Muchos años estuve cerrada en banda a todo lo relacionado con el mundo de la nutricosmética, porque me sentía intrusa. Pese a ser sanitaria además de esteticista, me daba reparo recomendar una pauta oral. Pero, como decía antes, es necesario tener conocimientos de todo lo relacionado con nuestra profesión, y a medida que he ido aprendiendo, he ganado seguridad. Además, tengo la suerte de contar con consulta de medicina estética y de nutrición, así que estoy muy bien rodeada. Y lo que nunca he tenido ni tendré son cabinas de rayos UVA, porque me dedico a cuidar la piel, no a destrozarla. Tampoco láseres de blanqueamiento dental, por ejemplo, que hace años me ofrecían con insistencia, argumentando que eso era un tema estético. En fin…
P.- ¿Predicas con el ejemplo en tu centro? ¿De qué eres más prescriptora?
R.- Predico con el ejemplo totalmente en cuanto al cuidado de la piel en casa cada día. No entiendo los cuidados de belleza sin una rutina domiciliaria perfectamente adaptada a cada persona y ajustada a cada situación. Es un 80 % del éxito, como mínimo.
P.- Tenemos un amor-odio por las tendencias. No queremos hablar de ellas, pero a la vez, debemos. ¿Qué sientes que está en auge en el sector, qué ha llegado para quedarse y qué crees que es un canto de sirena?
R.- Yo escucho todas las tendencias, porque siempre se aprende, pero solo cojo las que siguen mi lema: “belleza con cabeza”. En auge está el cuidado cosmético de la piel, y este se queda, sin duda. Pero habrá que poner orden porque, si no, se va de las manos. Y, hablando de cosmética, en tendencia y para quedarse están los péptidos y los postbióticos. También se habla mucho de probióticos en cosmética, pero eso ya lo encuentro una “mentirijilla”.
P.- ¿En qué hace falta seguir educando a la clienta?
R.- Cada vez son más conscientes del cuidado diario de la piel, y de la importancia de realizarse algún tratamiento. Ahora bien, mi papel, como decía, es poner eso en orden. Por poner un ejemplo, una de las cosas que hago en el centro es “análisis de neceser”. Les pido a las clientas que me traigan todos sus productos cosméticos… Y vienen con bolsas de viaje y de gimnasio llenas. A menudo tienen demasiados productos por compras impulsivas, que quizá incluso pueden hacerles daño. Poner orden suele significar retirar productos, ver cuáles son los que de verdad necesitan. Quizá, más que poner orden, debería decir que ayudamos a poner sentido a sus rutinas cosméticas.
Por otro lado, y por encima de todo, a día de hoy, hay que entender lo que busca cada persona y gestionar sus expectativas.
P.- Otra de las charlas en las que participaste recientemente se titulaba “El futuro de la belleza”. ¿Cuáles serían tus conclusiones en este sentido? ¿Cuál es el futuro de la belleza profesional?
R.- Sí, fue un orgullo representar a las esteticistas en una mesa redonda en la que participaban grandes profesionales de otros sectores de la belleza y la cosmética, como farmacia, medicina estética… Así que el futuro se presenta con un abordaje multidisciplinar y colaboración entre profesionales. Me encanta colaborar, compartir, crear alianzas, y así sumar resultados. También tuvo gran protagonismo, cómo no, la inteligencia artificial, de la que ya no hay marcha atrás.
P.- ¿Crees que tendrá mucho impacto en la estética?
R.- Por supuesto. Desde en los sistemas diagnósticos y prescripciones cosméticas hasta en encontrar diferentes formas de gestionar procesos de clientes. En el sector sanitario ya lo están empleando, y a medida que se vaya perfeccionando, va a ser un cambio tan importante como lo fue la llegada de Internet. Yo, a día de hoy, ya soy muy usuaria, lo utilizo para consultar dudas, ingredientes… Creo que se puede obtener mucha información, y bien utilizado puede ser muy positivo. Eso sí, tiene que haber un criterio superprofesional para estar alerta y poder diferenciar la información válida de la que no lo es.
P.- Siempre pedimos un deseo, tanto personal como para el sector, pero más bien, querríamos que nos dijeses metas conseguibles, y cómo alcanzarlas.
R.- Pues el deseo fue el cierre de mi última ponencia en Cosmobeauty Barcelona: “Seamos cada vez mejores profesionales, promovamos una estética honesta, de calidad, belleza con cabeza, y así nuestro sector tendrá el lugar que se merece. Cuanto mejores seamos cada una de nosotras, de mayor salud gozará la profesión”.
P.- Por último, danos una última recomendación, un curso, un libro, un podcast… Lo último que hayas descubierto que te haya impresionado y quieras compartir con las compañeras.
R.- Un libro: Dermatología Cosmética de Baumann, de la editorial Amolca, la edición de 2024. Es una inversión que merece la pena.
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