Además del apellido, de la sangre y la familia, y de una de las firmas de belleza más reconocibles y reconocidas de nuestro país, Myriam y Maribel Yébenes tienen también en común los pequeños detalles que hacen de sus historias personales algo digno de narrar. Como haber estudiado en la misma escuela de belleza francesa o el hecho de que ambas sitúen los 15 años como el momento en el decidirían dedicarse a este oficio. Mientras algunas a su edad aún juegan con muñecas, ellas ya tomaban cartas en su futuro laboral. La determinación y la pasión por este trabajo son, pues, otra cosa que comparten madre e hija.
Pregunta- ¿Cuándo empezasteis cada una en la estética? ¿Cómo fueron vuestros inicios?
Maribel Yébenes: Empecé poco a poco en el mundo de la estética, hace ya más de 46 años. Es una pasión que tengo desde que era pequeña. Con quince años, la gente ya me decía que valdría para esto. Me gustaba embellecer a la gente.
Fui la primera española en formarme en Francia con Jean d’Estrées. Cuando llegué a España no existían centros de belleza y medicina estética y, cuando fundé Maribel Yébenes, fue con el firme compromiso de solo conformarme con
la experiencia.
Myriam Yébenes: Cuando tenía 15 años tuve una conversación con ella y ahí decidí que quería continuar con todo lo que estaba creando. Es cuando empecé a trabajar con ella durante los veranos para ver cómo era el negocio y a acompañarla a todos los congresos internacionales.
P.- ¿Cuál es el primer recuerdo que tenéis de empezar a trabajar en esto: primera aparatología, primer tratamiento…?
Maribel Yébenes- En mi época ya teníamos equipos de ionización, pero eran con un tipo de polaridades que teníamos que estar todo el tiempo midiendo para saber cuál sería la más adecuada. Este tipo de ionización también tenía agujas que iban trabajando todas las arrugas, incluso en esa época, hace ya más de 46 años, existía toda la parte de electrodos –de una casa alemana– para trabajar la tonificación y la firmeza.
En la cosmética había un tratamiento de pecho manual que se conseguía con mediciones súper exactas para subir más de dos centímetros en cada sesión. Y lo tuvimos en exclusiva.
Myriam Yébenes- Lo que recuerdo, sobre todo, de cuando empecé, es la gran diferencia que había entre los cursos de estética, donde tenían muy poquitas tecnologías para aprender, cuando en el centro ya teníamos más de 30 energías y tecnologías.
La primera tecnología más avanzada de la que tengo recuerdo es el láser píxel.
P.- ¿Cómo es trabajar con la familia?
Myriam- Somos el tándem perfecto. He tenido la suerte de que nuestra relación siempre ha sido muy buena personalmente y eso se traslada al trabajo. Somos muy parecidas, así que era muy fácil. Entendí perfectamente que ella era un referente en la estética y que yo, con 25 años, lo único que tenía que hacer era aprender de la mejor y del equipo, algo que siempre me dijo.
Maribel- Muy bien, la verdad. Cuando mi hija decidió venir a trabajar aquí, le dije: “Debemos tener una cosa muy clara; si no me aguantas en el trabajo, debes cambiarte. Si no estás a gusto, debes cambiar, porque en el trabajo es donde más tiempo vas a pasar en tu vida y necesitas estar feliz y contenta”. Entonces dijo que sí y desde ese momento llevamos trabajando juntas, y hemos funcionado perfectísimamente. Nos llevamos muy bien fuera y dentro del trabajo. Me gusta cómo dirige el Instituto, mi hija. Todo me lo consulta y lo hablamos como personas sensatas que somos.
P.- ¿Qué habéis aprendido de trabajar la una con la otra?
Myriam- Todo, especialmente valores. Es una persona muy perfeccionista y exigente. Aprendí el trato con el cliente, el diagnóstico de la piel, la honradez… Y también a saber llevar y tratar al equipo. He tenido la gran suerte de verla trabajar, la llamaban “manos de hada” y verla en cabina era una maravilla. Ella es una gran visionaria del sector.
Maribel- Mi hija Myriam ha estado involucrada en todo momento y no ha parado de hacer cosas: formándose, comprando máquinas nuevas, aprendiendo la evolución de las tecnologías, introduciéndose en la parte digital… Está siempre metida en todo para ver cómo mejoramos en el cuidado de la piel de las personas. Se dedica al tema de la expansión y es muy bonito ver su gestión en toda esta transformación que estamos viviendo.
P.- ¿El mejor consejo que habéis recibido la una de la otra?
Myriam- El mejor consejo que me dio mi madre fue en esa conversación que mantuvimos cuando quise continuar con el negocio familiar, cuando me dijo que lo más importante en la vida es hacer lo que te hiciera feliz.
P.- ¿Cuál es vuestro estilo al liderar una empresa y al tratar con el cliente?
Myriam- Sobre todo, pensamos que las raíces de MY siempre tienen que continuar, hemos liderado desde el ejemplo, el trabajo, el esfuerzo y la humildad, con la mayor calidad y el mejor trato a nuestros clientes. El trato es muy cercano al tratarse de una empresa familiar, ya sea con el cliente o con el equipo. Nos involucramos en las necesidades del cliente, en cómo ayudarle y obtener los mejores resultados.
Nos adaptamos a los nuevos cambios y a las nuevas generaciones, pero sin tocar la raíces de MY.
P.- ¿Cuál diríais que es vuestra especialidad estética y cuál es la de la otra?
Maribel- Mi especialidad han sido siempre los faciales. Siempre me han dicho que no perdiera la mano especial que tenía para realizar estos tratamientos, con lo cual, siempre me la cuidé mucho. He realizado muchos cursos para tratamientos corporales pero no he tocado mucho el cuerpo por miedo a que la mano se hiciese fuerte y perdiera esa delicadeza de una mano para hacer faciales.
Myriam- Mi pasión siempre han sido las tecnologías, el obtener mayores resultados con menos sesiones. Y he trabajado con ellas tanto facial como corporal.
P.- ¿Cuál es el secreto para tener un salón de éxito durante tanto tiempo?
Myriam- La constancia, el trabajo, el ser visionaria en la parte de la belleza. Estar centradas en el cliente. Los protocolos de 360º grados, que ya no son solo las tecnologías avanzadas, sino los métodos propios que utilizamos y nuestra cosmética de autor para poder tener resultados espectaculares.
Y, por supuesto, el gran equipo. Sin ellas no podíamos conseguir lo que hemos conseguido. Tenemos un equipo con más de 25 años de experiencia, y una media [de antigüedad] de 10 años: eso nos hace muy fuertes.
P.- Maribel, ¿cómo describirías a Myriam? Y Myriam, ¿cómo describirías a Maribel?
Myriam- Es una apasionada de la belleza, muy trabajadora, responsable, perfeccionista, muy positiva, siempre con su mejor sonrisa, siempre en busca de las últimas novedades. Ilusionando siempre al equipo, generosa y siempre con una
vocación de ayuda.
Maribel- Para ella el trabajo siempre ha sido lo más importante, muy estudiosa y formándose siempre para darle e mejor trato y resultados a los clientes. Constante con los objetivos que quiere conseguir, creativa para traer las tecnologías y productos para satisfacer al cliente. Le gusta rodearse de un buen equipo para poder avanzar.
P.- ¿Algo en lo que no coincidáis y que pueda contarse?
Myriam- Coincidimos en muchas cosas y por supuesto que en otras no, como a la hora de educar a los nietos, que es lo que siempre pasa, que las abuelas y las madres lo ven de formas diferentes.
P.- ¿Cuál era vuestro objetivo o vuestro sueño cuando empezasteis? ¿Diríais que se ha cumplido?
Myriam- Nuestro sueño era dejar un legado familiar de la parte de belleza y seguir creciendo con la parte de expansión, y se está cumpliendo. Nos gusta tener sueños e ir cumpliéndolos poco a poco.
P.- Una predicción o lectura para el futuro. ¿Cómo veis el sector?
Ambas- Es un sector en auge, las personas empiezan a cuidarse cada vez más. Las tecnologías van avanzando constantemente y consiguen mejores resultados en menos sesiones. Y con una cosmética para conseguir todo lo que
queramos en la piel.
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