Deepbrow, cejas de autor

Deepbrow

Los protocolos de autor no se limitan a la estética. En el campo de la micropigmentación, Zulema Ibáñez ha desarrollado una nueva técnica para el relleno de cejas: se llama Deepbrow, y promete mayor naturalidad en sus resultados y una tridimensionalidad de la que carecen otras técnicas.

El pasado verano, la experta en microblading Zulema Ibáñez presentaba ante prensa y compañeras de profesión su nueva técnica de relleno de cejas, una con la que promete aquello que todo el mundo busca en sus resultados estéticos hoy en día: la máxima naturalidad. Asimismo, también garantiza otras cuestiones un poco más técnicas, quizá solo visibles o comprensibles para un ojo experto (que son las que a nosotros nos interesan): mayor profundidad y tridimensionalidad que en otros tratamientos como el microshading o el microblading.

El porqué del desarrollo de esta técnica es simple: adaptarse a las demandas de los clientes y a sus necesidades, algo clave en el mundo de la estética y la belleza. “El desarrollo de esta técnica es simplemente la respuesta a la petición de una mayor naturalidad en el diseño de la ceja, que aporte mayor profundidad en la mirada y enmarque un rostro con carácter”, asegura la experta.

En cuanto a los aspectos técnicos, que, como decíamos, son los que más nos interesan a las que escribimos y a las que leéis esta revista, Deepbrow se caracteriza por dos factores: el grosor de los trazos y la intensidad del color.

Más o menos grosor

La ejecución, nos explica, es la misma que en microblading clásico: la técnica es la misma, la herramienta es la misma, y la profundidad a la que se deposita el pigmento en la piel, también. El diseño también se mantiene, es decir, es un resultado “pelo a pelo”. No obstante, su técnica combina diferentes calibres de cuchilla, que proporcionan trazos más gruesos o más finos, aportando movimiento a la ceja.

“Trabajo con agujas desde 7 puntas hasta 20 puntas, y con diferentes grosores: 0,16, 0,18 y 0,20. Cuantas más puntas tiene la cuchilla o blade, más largo es el cabello; a mayor calibre, más grueso será el cabello”, indica Ibáñez. Y es que, en una ceja real, no todos los pelitos tienen la misma longitud, ni el mismo grosor, ni todos son del mismo tono: hay cabellos más visibles, más gruesos y largos, y otros secundarios, esos que son más finos y se ven más claros.

“Los vellos dominantes serán largos y gruesos, estos marcarán el esqueleto de la ceja, es decir, serán los pilares en los que se construirá la ceja, la cual iremos rellenando con cabellos ligeramente más claros y finos”, puntualiza Ibáñez.

En este procedimiento, por tanto, junto al grosor del trazo, la intensidad del color con el que se dibujan los cabellos de las cejas tiene un papel principal para obtener una mayor profundidad y un resultado hiperrealista.

Deepbrow
Deepbrow

Tres tonos

La clave para crear perspectiva es utilizar diferentes tonalidades. En este caso, se utilizan tres intensidades diferentes de un mismo color: el más oscuro para la profundidad, el medio –que debe ser el color deseado como resultado final– y un tono más claro, para el brillo y los cabellos más expuestos a la luz. Gracias a esto se creará una ilusión de profundidad que aportará toda la naturalidad a la ceja. Un concepto básico de las bellas artes.

“Imagínate que quisieras pintar un paisaje con elementos en diferentes distancias. Los elementos más lejanos serán más pequeños y oscuros; y en los más cercanos, el tamaño será mayor y recibirán más luz. Si consigues entender y aplicar estos conceptos, seguro que tu paisaje tendrá profundidad. Y, si aplicamos esto a la técnica del microblading, conseguimos lo mismo, engañar al ojo y tridimensionalidad óptica a la ceja”, detalla Ibáñez. Una ceja con efecto 3D.

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Antes y después Deepbrow

Deepbrow paso a paso

① Diagnóstico y mapeado

Puesto que cada caso es único y excepcional, y sabiendo que las cejas son el marco de los ojos, es sumamente importante la visita previa al tratamiento, en la que las especialistas hacen una serie de preguntas clave “para entender la psicología del cliente y cómo se muestra al mundo”, explica la creadora de la técnica, Zulema Ibáñez, “Esa mujer o ese hombre verá durante el siguiente año y medio su mirada alterada por el diseño de las cejas, y por consecuencia, la imagen que tiene de sí mismo”, así que este es un paso que nunca debe menospreciarse.

Posteriormente se procede al mapeado, es decir, la construcción o el bosquejo de la ceja, que se realiza con las nociones del visagismo tradicional, “manteniendo siempre un grosor y estructura en armonía con el resto del rostro”, confirma. Para este proceso se valen de compás, hilo marcador, pie de rey, pincel y aquacolor.

② Diseño y trazo con tebori

Tras tomar las medidas y realizar el estudio de simetría, se diseña cada ceja siguiendo las líneas marcadas. Se comienza a dibujar los primeros trazos de la ceja con el tebori de calibre ancho para definir la profundidad y dirección del pelo. Después, se dibujan aquellos cabellos en un tono más claro que el anterior para rellenar la ceja.

③ Sombreado

Es la última parte del tratamiento. Este sombreado se limita a las zonas donde se solapan los cabellos, con el fin de aportar profundidad y darle esa tridimensionalidad que resulta en una ceja con gran naturalidad y de la que carece el microblading.

A diferencia de un cabello natural, el cabello dibujado con microblading es bidimensional. O se crea sombra, o el resultado siempre será plano. Una ceja real tiene volumen y sus cabellos proyectan desde la raíz a la punta, creando una ligera sombra y grosor cuando estos cabellos se unen o solapan. Lo que buscamos sombreando con microshading en estas zonas donde los trazos se unen es crear una ilusión de tridimensionalidad a los trazos bidimensionales del microblading”, explica la experta.

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Últimas pinceladas

Quién puede beneficiarse de este tratamiento? Esto ya lo sabes: cualquier tipo de ceja, cualquier tipo de paciente. Sin embargo, según la especialista, aquellas personas con la zona menos poblada se beneficiarán más del resultado, por lo que es ideal para pacientes con alopecia o escasez de cabello, ya sea por la edad, cambios hormonales o a consecuencia de la depilación depilación, la quimioterapia u otros procedimientos médicos.

La cicatrización y cuidados posteriores también son los mismos que con el resto de técnicas de maquillaje semipermanente por separado: “tendremos que cuidar de ellas los primeros quince días con una cremita especifica para la cicatrización de tatuajes. Al cabo de un mes repetiremos el tratamiento para que acabe de saturar bien en la piel y nos dure lo esperado (1 año en estado óptimo)”. Por supuesto, debemos recordar a nuestros clientes que, de aquí en adelante, tendrán que cuidar sus cejas del sol.