TALONES AGRIETADOS: causas, soluciones y consejos

Talones Agrietados
talones agrietados

Tener los talones agrietados, sobre todo en verano, es más frecuente de lo que imaginamos. La piel de los pies es mucho más gruesa y fuerte que la del resto del cuerpo ya que su principal función es la de amortiguar el peso y la fricción de los pies contra el suelo. Esta zona de la dermis está formada por un mayor número de células adiposas que le aportan este grosor necesario para soportar todas las presiones. No obstante, es un área más seca que tiende a deshidratarse con facilidad, lo que genera grietas, dolor y, en algunas ocasiones, sangrado.

Cómo reconocer los talones agrietados

Cuando la piel de los pies está muy seca empezaremos a notar los primeros síntomas en los talones, que comienzan a desgarrarse, produciéndose pequeñas fracturas en forma de grietas que

Los síntomas que se repiten en la falta de hidratación de los talones son:

  • Sequedad
  • Picor
  • Descamación
  • Grietas
  • Rugosidad
  • Enrojecimiento
  • Dolor
  • Sangrado ocasional

Causas de las grietas en los talones

Esta sequedad puede deberse a varios factores:

‣ Tipo de calzado

El material del calzado, así como el tipo de suela y amortiguación influirán directamente en el estado de salud de nuestros pies.

Utilizar chanclas sin sujeción trasera no ayuda, ya que el continuo choque del talón con el material del zapato produce talones agrietados. No significa esto que debamos prohibirlos, pero sí no abusar de ellos.

Lo aconsejable será pasarnos al calzado amplio, sin demasiadas costuras y sin tacón por encima de los 3cm.

‣ Algunas enfermedades y sus medicamentos

Las enfermedades que afectan al metabolismo -como la diabetes o el hipertiroidismo- y al sistema circulatorio, provocan la deshidratación de la dermis. Además, algunos de los tratamientos médicos como la quimioterapia, la radioterapia o la diálisis también secan la piel.

‣ Malos hábitos

Los malos hábitos en la higiene causan sequedad en la piel. Entre los que hay que evitar encontramos:

Duchas con agua demasiado caliente y duración excesiva. El agua a temperaturas muy elevadas afecta a la correcta producción de lípidos de la dermis.

No quitarse la sal o el cloro después de los baños veraniegos. Después de las piscinas o del mar, una ducha con jabones neutros será obligatoria.

Utilizar geles o cremas con productos no naturales. Como ya hablamos en este post sobre sulfatos y parabenos, hay ciertos componentes en los productos de higiene que no benefician a nuestra salud. Por eso, la mejor decisión será escoger geles que su mayoría se compongan de ingredientes naturales.

No beber agua. Si los talones agrietados se producen directamente por una falta de hidratación, el no beber agua es uno de los hábitos que más influencian a su aparición. Por este motivo, beber un mínimo de 1litro y medio al día es recomendable.

No llevar una dieta sana y equilibrada. Para mantener a nuestro organismo en un estado saludable, debemos nutrirlo con alimentos que ayuden a reponer los lípidos; de manera que la piel se encuentre hidratada y sana. La dieta mediterránea es perfecta para esto.

Fumar y beber alcohol. La nicotina y el alcohol achican y dañan los vasos sanguíneos, reduciendo el flujo de oxígeno y los nutrientes de la dermis.

No aplicar protección solar en los pies. Un error muy frecuente es olvidar los pies al echarse crema solar. Esta zona está protegida durante todo el año y, cuando llega la época estival, reciben radiación ultravioleta de manera directa, creando quemaduras y sequedad.

Qué soluciones profesionales existen

✔ Tratamientos podológicos en clínicas especializadas

Cuando el problema se vuelve grave, la única solución posible consiste en acudir al podólogo, para que realice un diagnóstico y trate el problema de raíz.

✔ Cremas farmacéuticas

Las cremas de Urea o las cremas de Manteca de Karité aportan una hidratación profunda para reparar los pies. Durante una o dos semanas, según el prospecto, se aplican una vez al día antes de dormir.

Existen otros remedios caseros que pueden mejorar el aspecto de los talones agrietados, como aplicar miel, aceite de coco o vaselina.