¿Qué es el ‘skindieting’? La última tendencia skincare

Skindieting

Skindieting significa, literalmente, poner “a dieta” a nuestra piel. Dejar de echarle productos cosméticos, al menos, tantos productos; o, al menos, algún día a la semana. ¿Es recomendable? Como todas las tendencias en skincare… ¡depende!

En el mundo “SEO” de la belleza, es decir, con un sector de la información regido por la necesidad de captar clics, actualizarse rápidamente y lanzar conceptos novedosos y atractivos que sean susceptibles de compartirse mucho en redes sociales, el surgimiento de nuevas tendencias de skincare es constante. Tanto, que llegan a contradecirse entre sí, a pesar de convivir en el tiempo. De los alabados 10 pasos de las rutinas coreanas (algo que tampoco es exactamente cierto, pero llama tanto la atención que se ha quedado casi grabado en piedra en nuestras memorias) hemos pasado al skindieting, es decir, poner a la piel “a régimen” de productos.

La piel no se atonta

Por seguir con las analogías alimenticias, el skindieting se parecería más a un ayuno intermitente que a una dieta, ya que consistiría en dejar descansar a la piel un día a la semana (al menos, de determinados productos) y dejar que trabaje por sus propios medios. El objetivo de esta práctica es que la piel no se “adormile” y se olvide de realizar determinadas funciones. Pero, ¿acaso esto puede ocurrir?

No se trata tanto de que la piel se olvide de hacer sus funciones básicas, sino de no utilizar un exceso de activos que interfieran en ellas. Las rutinas cosméticas deben estar perfectamente pautadas y deben tener un seguimiento profesional. Existen productos que aportan acciones que no se pueden mantener en el largo plazo, y ahí es donde el skindieting cobra más sentido”, afirma Pilar Gutierrez, asesora técnica de Bruno Vassari. Lo que defiende Gutiérrez, por tanto, es “descansar de algunos productos en concreto, especialmente aquellos que tienen una acción más activa o intensiva (AHA’s, BHA’s, retinol…)” pero sin olvidar nunca aquellos pasos esenciales como la limpieza, la hidratación y la protección solar.

La Dra. Rebeca Bella Navarro, miembro del GEDET (el Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica de la AEDV) y dermatóloga en el Instituto Dermatológico Tekderma del Dr. Vicente Alonso, también arremete contra la explicación detrás del concepto: “No, no hay una evidencia científica sólida que ampare esta tendencia ni que asegure con datos objetivos que la piel se olvide de hacer sus funciones por aplicar cosméticos”, asegura. Aunque no está de acuerdo en “descansar”, sí que aboga por una rutina básica, “sin los miles de productos que a veces usan las pacientes que, en ocasiones, en vez de aportar, entorpecen dicho correcto funcionamiento de la piel”, concede.

Menos es más

La rutina básica, innegociable, según la técnica de Bruno Vassari, incluiría limpieza, hidratación y protección solar, mientras que dejaría exfoliaciones y mascarillas “para un tratamiento intensivo una vez a la semana”.

Algunos especialistas, incluso, han ido más allá, asegurando que la hidratación diaria tampoco es necesaria (y rompiéndonos todos los esquemas tradicionalmente conocidos del skincare). La Dra. Bella Navarro nos lo confirma: “El uso de hidratantes, tan generalizado en la sociedad, no es un gesto estrictamente necesario en nuestras rutinas. Sabemos que nuestra piel está en su mejor estado de hidratación cuando consigue evitar la pérdida de agua transepidérmica (evaporación del agua que se encuentra en nuestra dermis), y eso se consigue teniendo una buena función barrera”.

En definitiva, en lo que coinciden ambas expertas es que, como se suele decir, en muchas ocasiones, y ante la duda, el menos, es más. Pero, sobre todo, coinciden en que hay que darle a la piel lo que necesita, ni más, ni menos: “no se puede cuidar la piel a base de tendencias. Lo importante es analizar lo que la piel necesita en cada momento y crear un tratamiento en base a estas necesidades, independientemente de la tendencia que impere en ese momento”, afirma Pilar Gutiérrez.

Y, para saber lo que la piel necesita, como hemos insistido tantas veces, hay que confiar en los especialistas. Para quien aún tenga reparos, o dificultades en comprenderlo, a la dermatóloga, por su parte, le gusta comparar los resultados obtenidos con un asesoramiento cosmético por parte de un experto en la piel con los que se consiguen con un entrenamiento físico personalizado.

Todos sabemos que el ejercicio en general es bueno para la salud, tal y como sería cuidarse la piel, pero si te dejas guiar por un personal trainer que conozca tus puntos fuertes y débiles y sepa cuáles de ellos potenciar en cada momento, los beneficios de dicho entrenamiento son mucho más eficaces y rápidos”, y lo mismo pasaría con la rutina cosmética: el profesional valorará las distintas funciones de la piel, “y establecerá objetivos concretos (tales como ganar en luminosidad, potenciar estimulación de colágeno, retexturizar…) para conseguir resultados más tempranos e individualizados”.