La Dra. Andrea Combalia da voz y espacio a la piel, a sus necesidades, sus secretos y curiosidades. Esta dermatóloga acaba de publicar Piel sana in corpore sano [Grijalbo], una respuesta en papel al éxito de su web y revista digital divulgativa y el de su cuenta de Instagram, donde ya atesora más de 50.000 seguidores. Es la prueba de que la salud, los buenos hábitos, la ciencia y los cuidados son temas que interesan, siempre que estén explicados de una manera interesante.
Pregunta- Tu cuenta de Instagram es prácticamente una revista, muy divulgativa. ¿La llevas personalmente? Además, acabas de lanzar un libro y trabajas en clínica privada [Dermik]. ¿De dónde sacas el tiempo?
Respuesta- La clave es organizarse bien y priorizar. Si te organizas bien, te levantas pronto y con energía, puedes llegar a todo sin dejar de lado la vida personal. Actualmente la cuenta la llevo yo misma. Creo que es importante mantener la esencia personal, y por eso va a seguir siendo así durante mucho tiempo. Prefiero publicar con menos frecuencia, pero siempre bajo mis palabras y creencias.
P.- ¿En qué momento surgió la idea de hacer una web y una cuenta de Instagram dedicada a la dermatología ¿Y el libro?
R.- En la consulta, los consejos se quedan entre cuatro paredes y, lamentablemente, no todo el mundo puede acudir al dermatólogo con la frecuencia que desearía. Compartir mis conocimientos a través de la página web y la cuenta de Instagram me pareció una buena manera de hacer llegar información real y contrastada mucho más lejos.
P.- Tu canal tiene más de 50.000 seguidores (bastantes más). ¿Hay tanto interés en los asuntos de la piel, o es que tu cuenta es especialmente atractiva?
R.- La piel es un órgano que todos podemos ver, tocar y sentir, y es muy atractivo hablar y escribir sobre ella. La piel está de moda, no lo vamos a negar. Y los debates acerca de los tratamientos estéticos, los productos cosméticos y las patologías cutáneas están a la orden del día. De todos modos, mantener un estilo constante y ofrecer información interesante y contrastada es fundamental para captar la atención.
P.- ¿Cuál es el secreto para triunfar en Instagram escribiendo sobre temas técnicos y de salud?
R.- Creo que el secreto es tener claro qué es lo que se quiere transmitir, y lo más importante: a quién lo quieres transmitir y por qué. En mi caso, tenía claro que buscaba divulgación, y esa ha sido la línea que he seguido.
P.- ¿Cuánto sabemos de dermatología? ¿Hay mucho desconocimiento?
R.- Hoy en día, el marketing dirigido a los productos cosméticos transmite ideas que se alejan de la realidad. A esto se le suman múltiples recomendaciones por parte de no profesionales acerca de remedios caseros que prometen resultados milagrosos. Eso confunde a la población y por ello es importante transmitir información con rigor y contrastada.
P.- Todos los años contamos las mismas cosas en los medios, por ejemplo, en torno a los protectores solares, y sin embargo, parece que aún no llega a calar del todo. ¿Por qué crees que ocurre?
R.- La cultura del bronceado está muy arraigada y es difícil luchar contra los cánones de belleza. De todos modos, cuando la población entienda que exponiéndonos al sol de manera excesiva las consecuencias también serán estéticas a largo plazo (además del aumento del riesgo del cáncer de piel), confío en que la tendencia irá cambiando.
“Las profesionales de la estética desempeñan un papel fundamental para la difusión de información y la detección de patología”
P.- ¿Cuáles son las preguntas estrella, las que más te hacen, lo que más preocupa a la gente?
R.- Cómo mejorar el aspecto de la piel y del pelo. Hay también mucha preocupación acerca del aspecto capilar, su caída y su tratamiento. Lo que poco se conoce es la estrecha relación que tiene con el estilo de vida que llevamos.
P.- ¿Cuáles son las partes de tu libro que más crees que podrían interesar a una profesional de la estética?
R.- En el libro hago un viaje a través de la piel, que va desde su estructura hasta el impacto emocional que tiene su aspecto, pasando por la evolución que sufre a lo largo de los años y cómo nuestro estilo de vida (alimentación, estrés, sedentarismo) impactan en ella, sin olvidar las rutinas cosméticas más recomendables para mantener la piel sana a lo largo de los años. Y, por supuesto, también os hablo del pelo, las uñas y el sudor, ámbitos que también preocupan a gran parte de la población.
P.- ¿Qué papel crees que desempeñan estas profesionales ante el cuidado de la piel?
R.- Un papel fundamental para la difusión de información y la detección de patología. En muchas ocasiones, pacientes con patologías dermatológicas han acudido a la consulta gracias a las recomendaciones de sus profesionales, que han detectado alteraciones en la piel, en el cuero cabelludo o las uñas que ellos mismos no habían detectado.
P.- Aunque cada vez ocurre menos, el cuidado de la piel se ha relacionado tradicionalmente con la belleza, con la estética, y por tanto, con las mujeres. ¿Qué opinas de esto?
R.- El cuidado de la piel no tiene género, eso es algo que también he procurado transmitir en el libro. Es cierto que hay diferencias fisiológicas entre la piel masculina y femenina, y que las tendencias de moda difieren en muchas ocasiones entre ambos, pero no debemos encasillar la piel en femenina y masculina, y todos debemos aprender a cuidarla.
P.- Si tuvieras que lanzar, en una sola respuesta, los consejos básicos que tiene que aplicar todo el mundo, ya,
para cuidar su piel, ¿qué dirías?
R.- Escucharla. Nuestra piel nos manda mensajes a diario. Se irrita, se arruga, sufre, cambia de color… Debemos aprender a interpretarla y ofrecerle aquello que nos pide, que suele ser una correcta higiene, hidratación y protección y unos hábitos de vida saludables.
P.- ¿Se pueden realmente llegar a prevenir o revertir algunos signos en la piel, como los de una mala alimentación durante muchos años, o de la edad?
R.- ¡Por supuesto! Cada vez son más los estudios que relacionan una alimentación rica en azúcares libres con el envejecimiento prematuro. Lo mismo ocurre con el sedentarismo y la exposición excesiva a la radiación ultravioleta, el tabaco y el alcohol. Es mejor prevenir que curar.
P.- ¿Qué aparatología, láser o tratamiento consigue, a su parecer, los mejores resultados en dermatología?
R.- Creo que la clave es saber combinar las diversas herramientas e individualizar cada caso. Lo que necesita una persona, no es lo mismo que puede requerir otra, aunque tengan la misma edad. La atención personalizada en consulta en manos profesionales es fundamental.
¿Qué hemos aprendido?
A lo largo de su libro, la Dra. Andrea Combalia nos enseña a conocer nuestra piel, mezclando el contenido más teórico (¿De qué está formada nuestra piel?, ¿Qué tipo (o fototipo) de piel tengo? o cómo funcionan los ingredientes más habituales utilizados en productos cosméticos y tratamientos estéticos) con el más curioso, como la explicación de por qué pican las cicatrices o por qué nos ponemos pálidos cuando tenemos miedo. Además, también desmonta algunos mitos creados por el marketing y nos invita a hablar con propiedad, por ejemplo, cuando decimos que un producto “cierra los poros” o hace que desaparezcan, una promesa imposible. Eso sí, los poros pueden limpiarse y desobstruirse, y así, mejorar su aspecto o disminuir su tamaño. Otra expresión inexacta es el de la “piel asfixiada” (porque la piel no respira). Es más correcto decir “piel asfíctica” o “piel ocluida”, que es lo que ocurre cuando hay un exceso de producción de queratina y grasa: el poro se ocluye y no permite que cuando la piel está en ese estado surgen, por ejemplo, los llamados “quistes de millium”, esas bolitas duras, blancas y milimétricas que no tienen nada que ver con los puntos negros.
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