¿Qué podemos o debemos hacer los profesionales de la estética en estos momentos de inactividad? ¿Cómo salgo de este bache y vuelvo a la normalidad? Cristina Álvarez, fundadora de los centros de medicina estética Cristina Álvarez, es un referente en este campo, por lo que le hemos preguntado acerca de la situación actual y sobre cómo gestionar un negocio de estética en plena crisis de la COVID-19. Sus consejos, así como su propia experiencia personal, pueden arrojar cierta luz en estos momentos difíciles, tanto si eres una profesional de la estética o la medicina estética, como si posees una empresa del sector.
Pregunta.- ¿Qué pueden hacer los profesionales en este periodo de inactividad?
Respuesta.- El cierre temporal de nuestros centros de medicina estética ha cambiado drásticamente nuestro día a día. Pero lejos de ser un periodo inactivo, estos días suponen la oportunidad de ser creativo y buscar fórmulas para salir reforzados de este escenario. Estos días podemos analizar en calma y en profundidad los puntos fuertes de nuestro negocio y poner en marcha soluciones para aquellos aspectos que podamos reforzar.
También es un buen momento para nuestro crecimiento personal. Desde la formación online a la revisión de procedimientos, podemos aprovechar este periodo para mejorar nuestras capacitaciones y afrontar mejor preparados los retos que se nos presentan con la vuelta a la normalidad y la reapertura de los centros.
P.- ¿Qué medidas puedo poner en marcha para salvar mi negocio?
R.- Cada caso tiene su propio análisis, pero en líneas generales, cuidar a los clientes supone cuidar de nuestro negocio. En el sector de la estética se establece una relación de confianza cercana y muy personal entre los profesionales y sus clientes, y es especialmente en estos en estos momentos cuando no podemos descuidarla. Podemos aprovechar las redes sociales para establecer un punto de contacto con los clientes, cambiando el contenido habitual por otro que les ayude en sus necesidades inmediatas como, por ejemplo, rutinas de belleza que puedan seguir en casa o consejos para mejorar su bienestar.
P.- ¿Qué dudas os surgen estos días a los profesionales de la estética y a los empresarios?, ¿cómo lo estás afrontando tú?
R.- Lo que más me preocupa estos días es la salud y el bienestar del equipo que formamos Grupo Cristina Álvarez, de sus familias y de nuestros clientes. Son momentos de gran incertidumbre y el freno de toda nuestra actividad social, personal y profesional genera muchas dudas. Pero también podemos verlo como una oportunidad de reinventarse, de ser creativos para salir reforzados de este escenario.
P.- ¿Qué hacer cuando esto pase, cómo abordar la vuelta?
R.- Tras esta situación de alerta sanitaria, el mundo tal y como lo conocemos ya ha cambiado. La vuelta plantea retos a todos los niveles por lo que debemos estar fuertes, desde un punto de vista personal y profesional, para saber adaptarnos. Será el momento de adecuar nuestra oferta a las nuevas necesidades de nuestros clientes, escucharles y estar para ellos.
P.- Es una época de reinicio, ¿es el momento de afrontar cambios para mejorar el negocio?
R.- Si miro hacia atrás, Cristina Álvarez nació en el peor momento. Estábamos en plena crisis económica y tuvimos que reinventarnos, casi a diario, para sacar el negocio adelante. Este espíritu resiliente e inconformista impulsó el crecimiento de Cristina Álvarez, a pesar de la situación tan complicada. Pero no se quedó ahí y años más tarde fundamos Centros Ideal como un proyecto de expansión del grupo bajo el modelo de franquicia. Este es un ejemplo de que las épocas de reinicio sirven de revulsivo para hacer cambios, para reposicionarse y para plantearse metas con las que conseguir que negocio salga reforzado.
P.- ¿Qué pasa con los clientes, proveedores y trabajadores, cómo me relaciono con ellos una vez esto acabe?
R.- Retomar la actividad va a ser un punto de inflexión para todos, y la misma capacidad de escucha que planteamos con los clientes la aplicaremos con los proveedores y por supuesto con nuestro equipo. Ahora más que nunca la comunicación es una herramienta fundamental para entendernos y conseguir que la máquina vuelva a rodar como antes o incluso mejor.
P.- Personalmente, ¿cómo crees que tiene que enfocarse este periodo y esta situación? ¿Qué podemos sacar de todo esto?
R.- Como mencionaba antes, esta experiencia nos ha trastocado a todos y nos exige enormes dosis de flexibilidad. Volver a la normalidad pasa por una gran capacidad de adaptación y entendimiento de todas las posturas, un enfoque que seguro nos ayuda a sacar lo mejor de nosotros mismos.
Sin duda, esta situación que vivimos nos obliga a estar pendientes de cuidarnos más, de no caer en el desánimo… pero estoy convencida de que saldremos reforzados. Ahora más que nunca las empresas, cada una desde nuestro sector, hemos hecho todo lo que está en nuestra mano para mantener la comunicación con el cliente y, dentro de nuestras posibilidades, ponérselo fácil. Creo que este es un espíritu constructivo que tenemos que seguir alimentando a futuro.
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