Meses de manchas

Manchas

La temporada otoño/invierno en estética está siempre muy centrada en la piel; y esto nunca pasa de moda. Tras someternos a una mayor exposición solar es frecuente la aparición de hiperpigmentaciones, y en los meses posteriores al fin del verano esta es la preocupación más habitual de las consultas de estética y dermatología. Es época de manchas y es hora de eliminarlas.

Cuando decimos que tras el verano salen las manchas o que la exposición solar las genera, hay que tener cuidado. No porque no sea cierto, sino porque con ello podemos dar a entender que las hiperpigmentaciones son instantáneas; que un rayo de sol puede provocar una.

La piel tiene memoria, y los daños causados por el sol son acumulativos. Las manchas, en este sentido, son como las estrellas: puede que las que veas aparecer ahora se empezasen a formar hace mucho, mucho tiempo. “Aunque nos parezca que después del verano han aparecido manchas que antes no teníamos, lo más probable es que estas ya se encontraran latentes y con el nuevo sol del año hayan aparecido, se hayan hecho visibles”, explica Antonio Ortega, dermatólogo de la Clínica Menorca. Las hiperpigmentaciones se suelen generar por un exceso de la producción de melanina, y el principal causante es el sol, por eso las zonas más expuestas a los rayos ultravioleta e infrarrojos se “tiñen” más, y esto ocurre más en verano. “La producción de melanina es la respuesta natural a la exposición solar, y es un mecanismo protector. La cuestión es que responde a un efecto acumulativo del sol que se tome a lo largo de la vida; este va dañando las células, se concentra más melanina donde se necesita y envejece prematuramente la piel”, explica el Dr. Máximo Evia, médico estético de LeClinic´s. En el peor de los escenarios, esta acumulación puede llegar a dañar el ADN celular y producir cáncer.

Sin embargo, ni todas las manchas tienen detrás una sobreproducción de melanina, ni este exceso de melanina responde solo a la exposición solar: «hormonas (más en la pubertad y el embarazo), inflamación, medicamentos u otras muchas causas» pueden producirla, indica Evia.

Pacientes… en la clínica estética

El tratamiento de una mancha responde básicamente a un malestar estético. “Las alteraciones pigmentarias afectan a más del 90 % de los adultos mayores de 50 años y son una preocupación relevante tanto por su afectación estética como por su efecto negativo a nivel psicoemocional”, indica el Dr. Ortega. No obstante, y aunque desde una clínica estética se pueda trabajar para eliminar o borrar superficialmente las manchas, el paso por el especialista es fundamental. Primero, para descartar que se trata de una lesión maligna; y segundo, para poder recibir una valoración pormenorizada y recibir una prescripción acorde al problema y al contexto del paciente. “No siempre todo vale para todos, lo que a una persona le ha ido bien no tiene por qué estar indicado para otra; de hecho, hay pacientes que acaban acudiendo a las consultas dermatológicas cuando un producto le ha provocado un problema mayor al que tenía inicialmente por la automedicación”, indica el dermatólogo.

En este sentido, Pilar Gaudí, gerente de los centros de estética avanzada Nina Merlí, está de acuerdo: “Siempre he estado convencida de que, como esteticistas profesionales, debemos establecer y respetar un código deontológico. Conocer dónde acaban nuestras competencias es esencial para ejercer nuestro trabajo de forma profesional y sin complejos”, opina. En su caso, el protocolo a seguir ante una consulta sobre este tema es realizar un diagnóstico completo del paciente –entrevista personal, exploración, análisis de la mancha con lámpara Wood y con equipos de medición profesional para visualizar con detalle la estructura, coloración y profundidad de la pigmentación– “para determinar si las manchas son superficiales (manchas epidérmicas) o profundas (manchas dérmicas), y si son de origen melánico o vascular”, nos explica. Pero, independientemente de que nos encontremos ante casos de hiperpigmentaciones dérmicas o vasculares, en su opinión “es necesario derivar a un profesional médico. Mi consejo particular es hacerlo ante cualquier duda sobre la naturaleza de la pigmentación”, continúa. Y, por supuestísimo, si la mancha, por su morfología, no tiene buena pinta.

¿Cómo tratarlas? He aquí la cuestión

Como dice el Dr. Evia, “en medicina no hay absolutos”: no se puede decir que todas las manchas se eliminen o que haya algunas irreversibles. Lo cierto es que hay algunas pigmentaciones concretamente más profundas y otras más superficiales; más o menos extensas. Las hay rebeldes y otras que son reincidentes (las de origen hormonal, como el melasma), que con cada exposición solar pueden volver a salir y cuyo tratamiento, por tanto, exige más paciencia, mayor control de las expectativas y mucha más constancia. En lo que coinciden los tres especialistas consultados es que hay que individualizar, personalizar y combinar tratamientos: láser, IPL, peelings, cosmética…

Luz pulsada intensa (IPL)

“Algunos equipos de IPL están diseñados para trabajar en unas longitudes de onda específicas, muy efectivas a la hora de corregir hiperpigmentaciones”, indica Pilar Gaudí. Son equipos versátiles, por lo que pueden tratar desde léntigos solares, melasmas o manchas seniles a marcas de acné.

Según el dermatólgo, el Dr. Ortega, la luz pulsada intensa de pulso variable “es de las mejores opciones que existen para el tratamiento de las manchas o pigmentaciones de la piel no patológicas, especialmente cuando son pequeñas pero numerosas por toda la superficie de la piel, pues destruye la melanina responsable”.

En lo que coinciden los tres especialistas consultados es que hay que individualizar, personalizar y combinar tratamientos: láser, IPL, peelings, cosmética…

Láser

Uno de los más utilizados es el láser Q-Switched Neodimio Yag (o ND: Yag), que trabaja normalmente con las longitudes de onda de 1064 y 532 nm y “está diseñado específicamente para la eliminación de tatuajes y manchas profundas (manchas dérmicas)”, indica Gaudí. La acción fotomecánica de estos láseres que emiten picosegundos, nos explica también el dermatólogo, “permite fragmentar los pigmentos en partículas mucho más pequeñas que otros láseres y el cuerpo las puede eliminar de forma más efectiva y rápida con un menor número de sesiones”. Además, asegura que es totalmente seguro y efectivo para tratar las afecciones pigmentarias dérmicas y epidérmicas y también “una valiosa herramienta para tratar el melasma cuando no mejora con la terapia tópica”.

Por otro lado está el láser fraccional ablativo de CO2. “Es un tipo de láser médico que funciona por ablación (vaporización) del tejido”, indica Gaudí. El láser fraccionado, añade el Dr. Ortega, se dirige directamente a la acumulación de pigmento sin dañar el tejido circundante, lo rompe, y después es eliminado por el organismo de forma natural. “Para evitar posibles cicatrices es recomendable hacer estos tratamientos en los meses de otoño e invierno y utilizar un fotoprotector con pantalla total para evitar que las pequeñas cicatrices que pueden aparecer se pigmenten por la acción de los rayos UV”. Es frecuente el uso de este láser para el tratamiento de los léntigos solares. En el caso del melasma, “la microdermoabrasión y la aplicación de activos despigmentantes inmediatamente después (peelings médicos) provocan resultados satisfactorios”.

Peeling

Como sabes, son ácidos que remueven de forma más o menos superficial la piel; en este caso, según lo profunda que sea la mancha. Los expertos suelen usar varios: “el secreto está en la combinación de activos con propiedades antioxidantes, inhibidoras de la melanogénesis y con acción descamativa que actúan sobre todas las fases del proceso de hiperpigmentación”, explica Ortega. Por ejemplo, el fenol funciona bien en casos de melasma, pero también el ácido tranexámico, que corrige y minimiza la reaparición de la hiperpigmentación y manchas oscuras. El ácido kójico aclara la piel y calma el daño solar, tratando las manchas de la edad. También se utiliza la hidroquinona, la azeloglicina en pieles sensibles o la niamicida. Pilar Gaudí, por su parte, menciona que los más usados son “el glicólico, el mandélico, el azelaico, el resorcinol y el fítico. Además, también pueden utilizarse en combinaciones específicamente formuladas para tratar hiperpigmentaciones concretas, como Cosmelan o Melan Tran3x, menos invasivo”.

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