Preguntamos a las profesionales qué es lo que más les gusta de su trabajo, qué es lo que más valoran del sector, qué les enorgullece. En muchos casos, sus respuestas coinciden, y no nos sorprende: son cualidades que también nosotros hemos podido corroborar a lo largo de los años.
Verónica Guerra
Centro de Estética Verónica Guerra, Gijón
“Como apasionada de mi trabajo, me gusta recalcar que es mucho más que estética, es saber que ayudamos a otra persona más allá de la belleza exterior. Si algo puedo destacar de mi profesión es querer crecer, formarnos y no conformarnos. Mi metodología de trabajo se basa en un concepto global del envejecimiento y un trato cercano y personalizado. Algo que nuestros clientes valoran al alza. A día de hoy tenemos la gran suerte de contar con grandes firmas y poder tratar cualquier patología médico-estética. Para ello creo firmemente en una sola palabra: constancia”.
Natividad Lorenzo
Estética y Salud Natividad Lorenzo, Madrid
“Es una profesión de cuidado y mimo; es seria y elegante. A la vez, me entusiasma porque a través de la estética te encuentras mejor y aprendes como persona, ya que proporciona un enriquecimiento muy humano. Mi cliente valora la profesionalidad y la confianza sin olvidar la honestidad. Yo, como profesional, valoro que, a través de la estética, puedo ayudar mucho a las personas no solo desde fuera, sino también hacia dentro. Es una profesión de valor y cuidado tanto externo como interno. Desgraciadamente, en el sector a veces hay falta de profesionalidad, pero en general puedo decir que nos gusta lo que hacemos, creemos en lo que hacemos y queremos ayudar a nuestros clientes. En el campo de la estética es muy importante la profesionalidad y la honestidad, pero también la calidad humana me parece imprescindible”.
Leticia Carrera
Directora Técnica Centro Felicidad Carrera, Madrid
“Abrir un centro médico estético implica ante todo una vocación de cuidado a los demás. La belleza nos hace sentirnos mejor y refuerza nuestra autoestima, y quien se dedica a potenciar ese bienestar personal tiene que hacerlo con un enorme sentido de la responsabilidad. En este sentido, hay dos grupos de personas, las que disfrutan regalando o mimando a otras, y las que tienen un espíritu más “disfrutón” y a quienes les apasiona recibir esos mimos y regalos. Nosotras sin duda somos del primer grupo. Pero además, tras esa vocación debe existir una minuciosa formación, que en nuestro sector nunca se detiene. En esta profesión siempre estamos en continuo aprendizaje para poder ofrecer en todo momento lo mejor con las mayores garantías. Es fundamental tener mucho interés en conseguir buenos resultados. Tener ambición por mejorar a diario, curiosidad por descubrir lo último que está por llegar, y pasión por cuidar a esa clientela que acaba siendo nuestra otra familia”.
Lola Sopeña
“Llegué al sector de la estética desde el mundo de la moda y la publicidad. Fui propietaria de una agencia de modelos y trabajé durante 30 años como directora de casting internacional. Después de tanto tiempo en este campo, tenía ganas de iniciar un nuevo viaje, algo totalmente nuevo pero que tuviera que ver con lo que había hecho toda mi vida y sobre lo que tenía amplios conocimientos: el mundo de la imagen y la belleza. Y eso es lo que encontré cuando monté mis centros de estética. Me sumergí en un mundo dinámico, en el que se aprende continuamente, que permite crear nuevos tratamientos, combinando unas técnicas y otras, ayudar a las personas a sentirse mejor, un sector con una proyección enorme y que me posibilita poner en práctica todos mis conocimientos adquiridos en el mundo de la imagen”.
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