Junto con el aumento en la demanda de tatuajes, también lo ha hecho la demanda de técnicas para la eliminación de tatuajes. En los últimos años, y como consecuencia de este incremento en su demanda, las técnicas para borrar tatuajes han experimentado notables avances fruto del desarrollo de la tecnología y de la investigación. A pesar de esto, aún hay muchas personas que, aun arrepentidos de sus tatuajes, no se atreven a dar el paso definitivo para su eliminación debido a las dudas que le generan estas nuevas técnicas. Por este motivo, hoy contamos con dos expertas en eliminación de tatuajes que nos aclararán todas las cuestiones más frecuentes.
¿Cómo eliminar un tatuaje?
Al preguntar por los diseños de tatuajes más eliminados, Carolina Hernández, Directora de CleanInk nos hacer ver que hay de todo, «desde nombres de ex parejas a tatuajes muy deteriorados por el paso del tiempo. Gente recién tatuada a la que no le ha gustado el resultado o aspirantes a Ejército, FFCCSS y auxiliares de vuelo«.
En el caso de haber tomado la decisión de borrarnos un tatuaje, existen 4 técnicas: láser, tratamiento de luz intensa pulsada, dermoabrasión y escisión quirúrgica.
Sin embargo, nos cuenta la Dra. Concetta d’Alessandro, dermatóloga en el Instituto de Dermatología Integral, que la dermoabrasión y escisión quirúrgica se encuentran en desuso ya que “se utilizaban hace años para eliminar tatuajes más pequeños y dejaban cicatrices en las zonas tratadas, algo que ahora no ocurre con las nuevas técnicas.”
Las técnicas más utilizadas en la actualidad son, por tanto, el láser y el tratamiento de luz intensa pulsada. Sobre estas dos técnicas, la Dra Concetta d´Alessandro nos indica que “mientras que el láser Q Switch está más indicado para tatuajes negros o azules oscuros, y con las avanzadas técnicas en picosegundos permite tratamientos más eficaces y de rápida recuperación, la luz pulsada intensa se pueda utilizar para eliminar tatuajes en los que predominen otros colores (rojo, amarillos, verdes o azules claros)».
Nos cuenta que tanto el láser como la luz pulsada intensa destruyen el pigmento, que se elimina de manera natural por el sistema linfático, estimulando a la vez la creación de colágeno y elastina, lo que favorece la reparación más rápida de la piel.
Otra opción es la técnica denominada «cover up» que, básicamente, consiste en «tapar un tatuaje con otro» explica Hernández. Para ello, «normalmente se recomienda aclara un poco el viejo tatuaje para que con el tiempo, no salga por encima del nuevo«.
¿Qué técnica escoger?
La técnica empleada para la eliminación del tatuaje dependerá de factores como:
- Zona en la que esté ubicado
- Color
- Tamaño
- Tipo de tatuaje, pues según la experta “también es muy importante saber si se trata de tatuajes profesionales o “amateurs” ya que la profundidad y la calidad de las tintas empleadas es diferente.”
La Dra. Concetta d’Alessandro nos indica que “esta decisión deberá ser tomada siempre por un dermatólogo que hará una valoración de la zona a tratar antes de elegir la tecnología médica a elegir.”
Preguntas frecuentes sobre la sesión de eliminación del tatuaje
¿Cuántas sesiones se necesitan para la completa eliminación?
Aunque en un principio el tamaño pueda parecer el factor más determinante, no lo es. La directora de CleanInk nos aclara que influyen multitud de factores: «tenemos tatuajes pequeños que por la cantidad de tinta que tenían han necesitado muchas sesiones y también tenemos tatuajes muy grandes que al ser solamente sombrados, hemos hecho desaparecer la mayoría del pigmento en una primera sesión«.
Al igual que ocurre con la duración de las sesiones, el número necesario para eliminar el tatuaje completamente dependerá de diversos factores. Según la doctora, “para que un tatuaje profesional sea eliminado por completo, especialmente, si es de colores, pueden ser necesarias hasta 6 sesiones. Mientras, que un tatuaje realizado por un no profesional puede eliminarse con menos sesiones».
Por otra parte, también hay que saber que «los tatuajes oscuros en pieles claras se eliminan mejor por la capacidad que tiene el láser de destruir el pigmento del tatuaje de forma selectiva. Lo normal es que pasen entre 2 y 3 meses entre cada sesión, para que los pigmentos puedan eliminarse adecuadamente por el sistema linfático.”
¿Cuánto dura cada sesión?
La duración de la sesión dependerá de “la extensión y la penetración de la tinta en la piel, así como el color.”, apunta la dermatóloga. “La media de la sesión oscila entre los 30 y 60 minutos.” En este caso, «sí depende del tamaño» apunta Carolina Hernández. En eliminar un tatuaje del tamaño de una pelota de tenis, «tardaremos unos 10 minutos aprox.».
¿Es doloroso?
La sesión puede causar algunas molestias en el paciente, por este motivo, nos explica la doctora “antes de cada sesión se aplica una anestesia tópica que hace indoloro el proceso.” Y, por tanto, por norma general “hacerse un tatuaje es más doloroso que eliminarlo.”
Hay algunas zonas del cuerpo en las que pueden notarse más molestias, y son aquellas “en las que la piel es muy finita como son cuello, escote o muñecas”, indica la doctora Concetta. Ambas profesionales están de acuerdo con la utilización de cremas anestésicas, «aunque siempre es mejor consultar con un médico por si hubiera algún tipo de contraindicación» recomienda Hernández.
¿Cómo queda la piel después de eliminar un tatuaje?
Esta es una de las mayores preocupaciones, pues muchos pacientes temen que queden señales o cicatrices. Sin embargo, la Dra. D’Alessandro nos aclara que “al ser realizado con técnicas láser o luz pulsada intensa no quedarán cicatrices y la piel quedará como si no se hubiera existido un tatuaje, ya que estas técnicas médicas estimulan la generación de colágeno y elastina, que rejuvenecen la piel y les dan sostén.”
Y además, añade que si la sesión se realiza con la técnica adecuada y “con los tiempos adecuados y se siguen las recomendaciones médicas (por ejemplo, no exponerse al sol durante el tratamiento), no tiene porqué aparecer ningún efecto secundario.”
¿Tiene efectos secundarios o contraindicaciones?
Después de cada sesión puede aparecer inflamación, sensación de quemazón, enrojecimiento, un ligero sangrado o alguna ampolla. Son efectos que, siguiendo las pautas recomendadas, desaparecerán a los pocos días.
Aspectos a tener en cuenta antes de la eliminación de un tatuaje
Cuando un paciente se plantea borrar uno de sus tatuajes, la decisión más importante, según la dermatóloga, sería “elegir a un profesional cualificado que cuente con la tecnología médica más adecuada para “quitar” el tatuaje sin que queden cicatrices o señales. Además, debe ser realizado por un médico (dermatólogo o médico estético) ya que son quienes más conocimientos y experiencia tienen con esta técnica.”
Una vez decidido, también es importante tener en consideración algunas indicaciones previas a la sesión, según la doctora, “tener en cuenta que no existan lesiones o infecciones en la zona del tatuaje y que para evitar las molestias se acuda a cada sesión con una crema anestésica.”
Y una vez realizada, “se deberá aplicar una crema antiséptica, evitar la exposición al sol, no rascar la zona, usar cremas regeneradoras y realizar una higiene diaria.”
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