¿Qué es el Ayurveda? Claves para entender el masaje spa por excelencia

De Que Hablamos Cuando Hablamos De Ayurveda
De que hablamos cuando hablamos de Ayurveda

El masaje ayurvédico es muy frecuente en el entorno wellness, así como otros rituales y tratamientos inspirados en la filosofía del ayurveda, o que beben de él. Pero, ¿sabemos qué quiere decir esto realmente? Para ello hace falta conocer las bases, los fundamentos de este sistema de medicina tradicional.

Por Anabel Álvarez Martínez.

La mencionamos a menudo, pero ¿qué sabemos de la medicina ayurvédica? El ayurveda se entiende como una “ciencia holística” alternativa e integrativa; es decir, como un método de sanación en el cual se trata al individuo como un todo: cuerpo y mente son concebidos como una única unidad, donde uno está influido por el otro en lo que concierne a su salud y su equilibrio físico-psíquico.

Cuerpo y energía

Esta ciencia proviene de la India, y tiene unos 5000 años de antigüedad, aunque su origen es incierto. Se cuenta que fueron unos sabios místicos los que recibieron de forma intuitiva las bases que formarían todas las técnicas y saberes del ayurveda, para luego ir sistematizándolos en los primeros textos, conocidos como vedas (Rig-veda, Sama-veda, Yajurveda y Atharva-veda), unos escritos llenos de metáforas. Y es que es importante destacar que para la filosofía ayurvédica somos un microcosmos dentro de un macrocosmos.

Todos los seres vivos estamos formados tanto por un cuerpo físico como por distintas energías: el aire, el agua, la tierra, el fuego, el éter… es decir, los mismos elementos que forman la naturaleza. De aquí nacerá una de las teorías principales que se conocen para el estudio y el entendimiento del ayurveda, que es la teoría de los doshas.

La palabra dosha, como ocurre en todos los términos del ayurveda, viene del sánscrito. Su significado se traduce como “humores”, o tendencias energéticas. Se conocen tres doshas principales, vata, pitta y kapha; y luego se encuentran las combinaciones entre ellos, puesto que no se suelen encontrar individuos con solo un dosha en su constitución. Todos somos la combinación de estos tres doshas o energías, solo que tendremos más porcentaje de uno que de otro.

Tres tipos de persona

Los vata son de físico delgado, ligero y seco. Una de las características de las personas vata es que son muy variables, es decir, que no llevan a cabo con regularidad su conducta o acciones. Esta mutabilidad también se refleja en su propio organismo, pues su apetito y su digestión son muy cambiantes; y en su sueño, que tiende a ser ligero, produciéndoles a menudo insomnio.

En cuanto a su personalidad, suelen ser personas entusiastas, vivaces y llenas de imaginación. Sin embargo, su humor también puede cambiar fácilmente de un momento a otro. Un ejemplo de esto es que llegan a exaltarse muy rápidamente, pero tan pronto se encienden como olvidan.

El kapha posee calma, firmeza y resistencia física y mental. Físicamente, por tanto, tienden a ser personas robustas, macizas y con una constitución sólida, incluso con tendencia al sobrepeso. Esta fortaleza física les otorga una gran resistencia, con una energía que se mantiene estable, pero que se acompaña de movimientos lentos. Siempre y cuando el dosha esté equilibrado, suelen gozar de buena salud, además de tranquilidad emocional, calma y paciencia.

Mientras que vata es la unión del aire y el éter, y kapha la unión del agua y la tierra, la filosofía ayurveda entiende a pitta como la unión de los elementos fuego y agua, siendo el primer elemento el que domina en gran medida a este dosha.

Los individuos con un dosha pitta dominante tienen unos rasgos faciales agudos, y sus ojos suelen ser de color ámbar, grises, verdes o castaños; pero siempre con una mirada que llega a ser penetrante. Su cuerpo posee un peso corporal moderado, que no llega a ser ni pesado ni ligero. Las pitta son personas enfocadas, competitivas, les gustan los retos y son inteligentes. Su personalidad es enérgica, lo cual les hace valientes ante los obstáculos. No se andan con rodeos: van al centro de la cuestión y aclaran lo que piensan.

Como en todo tratamiento estético, lo primero que debemos hacer es ejecutar un buen diagnóstico, y luego, a partir de este, plantear un tratamiento o programa de belleza. En el campo del ayurveda llevado a la belleza se realizarán unos test para esclarecer, en primer lugar, qué tipo de constitución predominante o dosha tiene nuestro cliente, y a partir de ahí, elegiremos los cosméticos con los que vamos a trabajar y las técnicas manuales. Pero, repetimos: lo primero es saber qué dosha es cada uno. Es cierto que un médico ayurveda también se valdrá de otros medios de diagnóstico, como son la evaluación del pulso, la lengua o los ojos, para conocer qué enfermedades tiene o padece el cliente.

Ayurveda en la estética

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Después de esta breve introducción al vasto y amplio mundo del ayurveda, os preguntaréis: ¿Por qué nos interesa el ayurveda en el campo profesional de la estética? ¿En qué consisten los tratamientos de ayurveda? ¿Cómo puedo aplicar los conceptos de esta filosofía a mis rituales de belleza? Tal y como venimos explicando a lo largo de este artículo, esta medicina busca principalmente restaurar el equilibrio en todos los aspectos de cualquier individuo, porque hemos dicho que es una ciencia holística que contempla al ser humano como un todo (mente, cuerpo, energía, emociones, etc).

Dentro del campo profesional de la belleza, y especialmente en el entorno del spa y el wellness, con cada uno de nuestros tratamientos o técnicas buscamos precisamente una mejora de nuestro aspecto externo, sí, pero también ese elemento añadido que es la sensación de bienestar que se tiene después de un buen servicio. Gracias al conocimiento del ayurveda podemos ver y entender al individuo de una forma más completa, y ofrecer experiencias que vayan más allá de un clásico tratamiento reductor o antiedad.

Para ello, vamos a comenzar por entender que, para la ayurveda, la piel es el reflejo físico de nuestro ser interior, la piel expresa lo que sentimos. A través de sus terminaciones nerviosas y glándulas endocrinas, la piel lleva y trae los mensajes químicos de todas las partes del cuerpo, traduciendo todo esto a un lenguaje. Así, podríamos decir que los sarpullidos son “de la ira”, el eczema es “llorón” y las arrugas “de preocupación”, entre otras marcas y manchas.

En un auténtico tratamiento de belleza ayurvédico, después de verificar el dosha o doshas predominantes en cada persona, se diagnostica su tipo de piel y se limpia. A continuación, se nutre e hidrata el rostro y el cuerpo mediante extractos puros de hierbas y aceites esenciales. Después, se pauta una rutina diaria personalizada para el cuidado de la piel. Pero esto es solo el principio.

Un régimen ayurvédico integral de belleza incluye un programa de dieta, respiración y yoga, masajes, terapias sensoriales y meditación diseñado para el tipo de piel de cada persona. El tratamiento no se detiene cuando los síntomas del desequilibrio desaparecen, sino que lo que se pretende es que esos nuevos hábitos saludables que se proponen se mantengan y se integren en un nuevo estilo de vida.

Todas las enfermedades de la piel se deben en parte a la acumulación de ama, toxinas que pueden provenir tanto de la alimentación como de las ideas, y que producen bloqueos físicos y energéticos en nuestro cuerpo y mente, generando los desequilibrios o las enfermedades. Cuando las toxinas se depositan en el tracto gastrointestinal, un cambio de alimentación por sí solo no servirá para restablecer el equilibrio de los doshas: es indispensable desintoxicar y limpiar internamente el cuerpo antes de tratar de equilibrar la alimentación. Y el método utilizado tradicionalmente en el ayurveda para ello es el tratamiento conocido como pancha karma.

La aplicación de pancha karma lleva implícito un procedimiento preparatorio o purva-karma, que consiste en aplicar oleado snehana (aceites medicinales), ghee (una mantequillada que ha sido procesada y clarificada según la tradición ayurveda para su uso tanto interno, para cocinar, y para su uso externo, para hacer masajes) y hierbas al cuerpo, interna y externamente, de tres a siete días.

Cuando hablamos de “oleado” externo nos estamos refiriendo a las distintas técnicas manuales que podemos encontrar dentro del ayurveda, siendo el más conocido el masaje abhyanga.

Todas las enfermedades de la piel se deben en parte a la acumulación de ama, toxinas que pueden provenir tanto de la alimentación como de las ideas

Masaje oleoso

Abhyanga es una palabra sánscrita, que significa “aplicación de aceite en todo el cuerpo”. Para la realización de este masaje se utilizan, normalmente, el aceite de sésamo, de almendras o coco, en función de la condición de cada dosha en particular. En general, las mezclas de aceite de sésamo se usan para los individuos vata, el aceite de mostaza es bueno para kapha, y el aceite de sésamo y coco se mezcla también para los pitta.

La presión durante la sesión de abhyanga varía según la energía de cada uno. La gente vata necesita un toque ligero y suave; los pitta prefieren un tacto moderado, y las constituciones kapha necesitan un masaje muscular profundo.

Entre las principales problemáticas que puede abordar el masaje ayurvédico se encuentran:

  • Envejecimiento. En el caso de que vayamos a tratar un envejecimiento de piel en nuestros protocolos de tratamientos spa, se deberá incluir en el masaje el trabajo de la espalda y la columna vertebral, la cabeza y los pies. La rutina de cuidado de la piel es suficiente y necesaria para eliminar la suciedad y las células muertas acumuladas durante el día, pero solamente la acción profunda de desintoxicación y rejuvenecimiento del masaje puede eliminar el ama. Además, estudios contemporáneos corroboran que el masaje ayurvédico reduce la actividad de los radicales libres de oxígeno, factores determinantes del envejecimiento celular.
  • Fatiga. Cuando vamos a tratar a gente muy cansada y agotada se recomienda hacer una mezcla con aceite de sésamo y un aceite como la menta, el eucalipto o la mostaza. Estos ayudan a mitigar la fatiga debida a la acumulación de toxinas.
  • Trastornos nerviosos. El masaje ayurvédico relaja y estimula las glándulas de la dermis para que produzcan hormonas, entre ellas la serotonina, que calma la mente y las emociones. Los trastornos del sistema nervioso son debidos al exceso de aire (vata). En estos casos, sería recomendable realizar un abhyanga diario o una terapia de automasaje con aceite de sésamo, con el cual se haría un masaje en los pies antes de irse a dormir. También se utiliza con frecuencia el aceite de mahanarayan, una mezcla de aceite de sésamo con 56 plantas.
  • Estrés. El masaje ayurvédico es una herramienta poderosa para manejar el estrés, porque reequilibra los canales bloqueados de la energía. Aquí es donde entramos en el concepto energético que tiene el ayurveda. Tanto en la medicina tradicional china (MTC) como en el ayurveda, sistemas milenarios de curación, encontramos conceptos fundamentales relacionados con la circulación de la energía vital a lo largo del cuerpo. Aunque utilizan términos distintos, ambos sistemas comparten la idea de que existen canales energéticos que desempeñan un papel crucial en la salud y el equilibrio del individuo. Es decir, cuando realizamos un masaje ayurveda estamos operando directamente sobre los puntos de energía vital de cuerpo, descritos aquí como marmas.

Resumir toda la ciencia del ayurveda en un artículo es francamente difícil. Como aproximación a ello, ya tenemos más claros cuáles son sus principios, la forma de entender y diagnosticar a cada individuo, y que los tratamientos serán un compendio global donde se tendrá en cuenta la alimentación, unos cuidados con aceites y derivados de plantas, un autocuidado diario que nos lleva al auto masaje o autotratamiento diario, el trabajo mental (meditación, relajación, buena calidad del sueño) y practicar ejercicios concretos físicos personalizados para conseguir más paz con nosotros mismos y con los demás; y así, estar más bellos por dentro y por fuera.