Boyfriend blush: el regreso del rubor natural

Colorete Boyfriend
qué boyfriend blush

Si tuvieras que quedarte con solo un producto de maquillaje, ¿con cuál sería? Muchas de nosotras hemos respondido el colorete, y es que este ha dejado de ser un mero toque final en el maquillaje para convertirse en protagonista indiscutible del rostro.

En 2025, las mejillas se tiñen de manera mucho más expresiva e incluso estratégica (que si por encima del moflete hace más afilado el rostro, que si por el centro lo hace mas redondo…). Sea como fuere, estoy segura de que todas nos hemos guiado por las redes sociales para saber jugar con las formas, las texturas y la psicología del color.

Así que, vamos a hablarte de una de las técnicas más populares de esta temporada: el boyfriend blush, una propuesta que apuesta por la naturalidad e inspirada en cuando nos ponemos coloradas después del gimnasio o al pasar un poquito de vergüenza. Te lo contamos.

¿Qué es el boyfriend blush y por qué es tendencia?

El boyfriend blush es una forma de aplicar el colorete que busca replicar ese rubor súbito que aparece de forma involuntaria en situaciones emocionales incómodas o físicas: después de correr, de reír, o al encontrarse con alguien que nos gusta. De hecho, su nombre alude al efecto sonrojado que se observa al practicar deporte al aire libre.

A diferencia de las técnicas tradicionales que colocan el colorete en el centro de la mejilla o justo sobre el hueso del pómulo, el boyfriend blush se aplica en la parte media-baja del rostro, siguiendo una línea que va desde el centro del pómulo hacia la sien. El resultado es un efecto sonrojado suave, juvenil y ligeramente esculpido.

Desde el equipo de expertos de Sephora explican que este tipo de acabado se logra mejor con productos de textura ligera —como bálsamos, cremas o polvos sedosos— que permiten difuminar bien el color sin dejar marcas. “Se busca un rubor elegante y refinado, pero sin que parezca trabajado”, apuntan. La clave está en el difuminado y en la integración con la piel.

¿Cómo aplicar el colorete según la forma del rostro?

Como ocurre con cualquier tendencia estética, no todas las técnicas favorecen por igual a todos los rostros.

La maquilladora profesional Patricia Carretero, portavoz oficial de Perricone MD, aclara que el boyfriend blush puede ser especialmente beneficioso en rostros redondos, ya que “al aplicarse en diagonal hacia la sien, ayuda a alargar visualmente el rostro y dar definición”.

Cómo aplicar colorete para sacarte partido

Otras técnicas para otros tipos de rostros

Pero no es la única opción. Según Carretero, quienes tienen un rostro alargado pueden beneficiarse más del douyin blush, una técnica de inspiración asiática que sitúa el color en la parte superior de las mejillas, muy cerca del ojo. “Ese tipo de aplicación crea un efecto más dulce y relleno, perfecto para equilibrar proporciones en rostros muy estilizados”.

Para caras angulosas o de líneas más marcadas, la maquilladora recomienda el cold girl blush, que se centra en las manzanas de las mejillas para recrear ese sonrojo fresco que aparece con el frío. “Da un aspecto saludable y suaviza los ángulos del rostro”.

La elección de la técnica, entonces, no solo responde a modas, sino también a criterios de armonía y proporción facial. Como señala Carretero, “el truco es jugar con la posición y el difuminado para equilibrar proporciones”.

¿Qué textura de colorete es mejor para un acabado natural?

Las texturas del colorete también juegan un papel fundamental en el resultado final. En busca de un look más natural, los coloretes en crema, formato bálsamo o con acabados translúcidos son los favoritos de los profesionales.

“Me encanta usar coloretes en crema o bálsamo porque se integran con la piel y no dejan cortes”, explica la portavoz de Perricone MD. “Los aplico con los dedos, dando toques suaves en la parte más saliente de la mejilla, justo donde nos sonrojamos de forma natural”. A veces incluso mezcla el colorete con un poco de sérum o base de maquillaje para conseguir un efecto aún más difuminado, lo que potencia la sensación de piel fresca y sin artificios.

Por su parte, desde el laboratorio de tendencias de Sephora también coinciden en que las texturas fundentes, que se deslizan bien sobre la piel, permiten un control más fino de la intensidad del color. Esto resulta clave para adaptar el mismo producto a distintos estilos, desde los más discretos hasta los más impactantes.

¿Cómo se consigue un look de colorete más llamativo?

Aunque 2025 apuesta por una estética refinada y realista, el colorete también encuentra su lugar en propuestas más osadas, especialmente en pasarelas, editoriales y redes sociales.

“Para un look más editorial me atrevo con colores intensos como fucsias, rojos o incluso ciruelas”, comenta Carretero. “Me gusta usar la técnica del draping, aplicando el colorete desde la sien hasta el pómulo en forma de ‘C’. También me encanta el efecto monocromático, con el mismo tono en mejillas, ojos y labios”.

Otra opción que gana popularidad es el blush anime style, que coloca el colorete muy alto, casi bajo el ojo, o incluso cruzando por el puente de la nariz. Esta técnica, visual y expresiva, rompe las normas tradicionales del maquillaje y se convierte en un recurso creativo ideal para sesiones de fotos o looks de impacto.

¿Se puede usar el colorete en más zonas además de las mejillas?

Sí, y cada vez más maquilladores apuestan por el uso multifuncional del colorete. Muchos productos actuales están formulados para aplicarse también en los labios o incluso en los párpados, lo que permite crear un look armónico y monocromático, ideal tanto para el día a día como para ocasiones especiales.

El uso de tonos suaves, con subtonos melocotón, rosados o tostados, permite adaptar fácilmente el blush a diferentes zonas del rostro sin que el resultado parezca forzado. Y si se quiere un plus de luminosidad, algunos productos con acabado nacarado o perlado pueden actuar como topping para realzar determinadas áreas, como el hueso del pómulo o el arco de la ceja.

¿Qué papel juega el colorete en la expresión del rostro?

Más allá de la técnica, el colorete tiene también una dimensión emocional. Habla del estado de ánimo, de la vitalidad, del momento que se quiere expresar. En palabras de Carretero, “el colorete tiene la capacidad de transformar por completo la expresión del rostro, de hacerlo más despierto, más alegre o más suave, según cómo y dónde lo apliques”.

En este sentido, el boyfriend blush encaja a la perfección con el actual enfoque emocional del maquillaje, que no busca ocultar, sino resaltar y comunicar. Es una forma de reconectar con el lenguaje corporal, con el rubor que surge espontáneamente y que, bien interpretado, aporta belleza y autenticidad.

Cómo elegir el colorete según el tono de piel

Preguntas frecuentes sobre el boyfriend blush

¿Qué tipo de colorete es mejor para un acabado natural?

Los coloretes en crema o en formato bálsamo son ideales para un acabado natural. Se integran mejor con la piel, se difuminan con facilidad y permiten controlar la intensidad con precisión.

¿Cómo saber dónde aplicar el colorete según la forma del rostro?

Para rostros redondos, el boyfriend blush en diagonal estiliza el rostro. En caras alargadas funciona mejor el douyin blush, más alto y centrado. Y en rostros angulosos, el cold girl blush aporta un efecto saludable.

¿Se puede usar el colorete en otras zonas además de las mejillas?

Sí. Muchos profesionales utilizan el mismo producto en mejillas, labios y párpados para crear un efecto monocromático. También puede aplicarse a modo de draping para esculpir el rostro.

¿Qué colores de colorete están en tendencia este año?

Se mantienen los tonos naturales —rosados, terracotas y melocotones—, pero también hay espacio para los más vibrantes como fucsias o ciruelas en looks editoriales o creativos.

¿Qué diferencia hay entre un look editorial y uno natural en términos de colorete?

El look natural busca mimetizarse con la piel, con texturas suaves y aplicación localizada. El editorial apuesta por colores intensos, técnicas gráficas o extendidas y efectos más conceptuales.