50 años de belleza natural

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La búsqueda de una cosmética natural y orgánica, el respeto por la ecología y la ética medioambiental son factores cada vez más determinantes en las decisiones de compra del cliente. El mercado está respondiendo a la demanda de un público cada vez más responsable, pero es que, en este sentido, la firma francesa Phyt’s lleva casi medio siglo (49 años exactamente) de ventaja.

Antes de que las etiquetas ‘eco’ y ‘bio’ fuesen, primero una moda y después –poco a poco– casi un requisito en el mercado, la firma Phyt’s ya era natural y orgánica. Referente mundial en cosmética natural y número 1 en Francia, la firma francesa lleva desde 1972 creando productos orgánicos, completamente biocertificados y con ingredientes de origen 100 % naturales.

Sus creadores, el biólogo naturópata Jean Paul Llopart y la esteticista Rosana Verlé fundaron las bases de la naturo-esthetique, convirtiéndose así en pioneros de una cosmética que combinase ecología y naturalidad, y optando por desarrollar productos orgánicos en absolutamente todas sus líneas. ¿Por qué? Se puede decir que crearon una marca a medida de sus convicciones: una firma para profesionales como ellos, que entendiese que la belleza y salud deben ir de la mano, que impactase lo menos posible sobre el medioambiente, es decir, sin químicos. 

Etiqueta Cosmebio, garantía de calidad

Una muestra de su compromiso con una cosmética natural y orgánica y que, además, sea responsable en todas las etapas de la creación del producto (extracción de la materia prima, producción, envasado…) es que la mayoría de sus productos están tasados bajo las altas exigencias de biocertificación Cosmebio, que exige para poder disfrutarla un mínimo del 95 % de ingredientes naturales. Y no solo eso, sino que superan estos requisitos, ya que garantizan que el 100 % de sus ingredientes es de origen natural.

Además, a pesar de que la etiqueta permite hasta un 5 % de sustancias de síntesis autorizadas, Phyt’s no incluye ningún elemento químico de síntesis ni conservante en sus productos. Un 0 %. La conservación, en su caso, se realiza exclusivamente a base de aceites esenciales BIO así como por ciertas técnicas naturales (cultivo en microorganismos que limpian el producto de patógenos o embotellado en vacío y sellado a fuego de las pipetas monodosis).

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Además, la empresa practica la agricultura ecológica en su plantación de 400 avellanos que utilizan para extraer el aceite de avellana, uno de los activos más utilizados en sus líneas; y también el pastoreo ecológico como método fertilizante y herbicida. Esta interesante iniciativa ha comenzado con un tándem de 150 ovejas y agricultores locales, los cuales hacen una pequeña trashumancia por varios de los cultivos. De esta forma, las ovejas se alimentan de la hierba que crece alrededor de los terrenos sembrados y fertilizan la tierra, promoviendo así la biodiversidad.

Pensando en la profesional de la belleza

Con su casi medio siglo de edad, Phyt’s atesora un perfecto conocimiento de los activos e ingredientes naturales y posee una amplia gama de cosméticos orgánicos y eficaces que ofrecen una solución para cada necesidad de la piel. Desde el desmaquillado al tratamiento antienvejecimiento pasando por el básico de la hidratación; desde el cuidado corporal al tratamiento solar.

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Aunque si algo destaca en su cosmética son sus tratamientos de cabina profesionales. Estos tratamientos, cuyo catálogo también es muy amplio, están diseñados con ingredientes y activos naturales cuidadosamente elegidos para tratar cada patología y necesidad de la piel de la forma más eficaz. Solo un ejemplo: para tratar las hiperpigmentaciones, han desarrollado y patentado en sus laboratorios el fitoactivo PWE®, un complejo que reduce la producción de melanina y aclara la tez constituido únicamente con activos bio y 100% de origen natural: extractos de baya roja y regaliz, aceites esenciales de milenrama, perejil, zanahoria, apio, albahaca, árbol de Hô y de winter green bio. Es una demostración del poder de las plantas, y una prueba de que una cosmética ecológica y respetuosa y eficaz, es posible. Lo era hace 50 años y ahora lo es más aún.