Cuando se trata del cuidado de la piel, no siempre basta con la rutina diaria en casa. Existen síntomas y hábitos que nos avisan de que ha llegado el momento de acudir a un centro de estética y dejar que manos expertas se ocupen del cutis. Estas son las ocho señales más claras:
1. Tu piel está deshidratada y apagada
Tras la exposición solar, es común que el rostro pierda agua y elasticidad. La Dra. Natalia Ribé recuerda que el verano puede dejar huellas como “deshidratación, falta de luminosidad o pérdida de firmeza”, que requieren un cuidado profesional para recuperar el equilibrio.
2. Han aparecido manchas o un tono irregular
El sol y los cambios de estación pueden acentuar la pigmentación desigual. Protocolos médicos-estéticos como Hydrafacial o PRX-Plus ayudan a unificar el tono y preparar la piel para regenerarse.
3. Poros y grasa acumulados
Para la facialista Esther Moreno, “la piel acumula impurezas, sebo y contaminación a lo largo del día. Si no la limpiamos adecuadamente, los poros se obstruyen, lo que provoca brotes y acelera el envejecimiento”.
La limpieza diurna y nocturna es un gesto imprescindible y si no lo haces regularmente, necesitas con urgencia una limpieza profesional.
4. Usas agua caliente o del grifo directamente
El agua muy caliente elimina aceites naturales, y la del grifo, cargada de cal o cloro, altera el manto ácido. Según Cristina Galmiche, lo recomendable sería, después de esas aguas levemente contaminadas, “retirar los restos de la limpieza con un tónico equilibrante que respete la piel”. No obstante, cada cierto tiempo conviene realizar una limpieza profesional para poder eliminar todos los restos definitivamente.
5. Te excedes con la exfoliación
Exfoliar demasiado puede debilitar la barrera cutánea y aumentar la sensibilidad. Moreno insiste en realizar una exfoliación adaptada a cada tipo de piel y acompañarla siempre de protección solar.
6. Tu rutina cosmética no está personalizada
Cada piel es única, y usar productos inadecuados puede empeorar problemas como acné o sequedad. Ana Puelles de los centros estético Lostao recuerda que “la limpieza, la hidratación y la protección solar son tres pilares básicos en cualquier rutina, pero deben ajustarse a las necesidades de cada persona”.
Si no estás llevando a cabo una rutina personalizada, es posible que tu piel esté absorbiendo productos que no le benefician y que necesite ser equilibrada.
7. Ves flacidez o arrugas más marcadas
Cuando la piel pierde firmeza, puede necesitar un plus. Tratamientos como la radiofrecuencia facial ayudan a estimular el colágeno y recuperar la elasticidad, algo que, según Puelles, se complementa con la hidratación profunda y el cuidado post-solar.
➟ Doble limpieza facial: qué es y por qué la recomendamos
✨ Conclusión: Si reconoces alguna de estas señales en tu piel, lo más recomendable es acudir a una esteticista o clínica especializada. Una limpieza facial profesional no solo mejora el aspecto inmediato, sino que previene daños mayores y potencia cualquier tratamiento posterior.
