Terapia de frío para piernas y circulación: ¿alivia de verdad?

Terapia Para La Circulacion
terapia de frio para piernas

El calor, la vida sedentaria, los vuelos largos o los cambios hormonales pueden provocar una sensación común, especialmente entre las mujeres: piernas cansadas y pesadas.

Esta molestia, muchas veces acompañada de hinchazón, retención de líquidos o incluso celulitis edematosa, puede aliviarse con un enfoque estético que gana cada vez más adeptas: la terapia de frío.

La crioterapia localizada —es decir, la aplicación controlada de frío en determinadas zonas del cuerpo— ha demostrado efectos notables sobre la microcirculación, la sensación de ligereza y el tono vascular. Hemos hablado con varias expertas del sector estético para entender qué hay detrás de esta tendencia y cómo se aplica en cabina y en casa.

¿Cómo actúa el frío sobre la circulación?

“La aplicación de frío sobre la superficie cutánea provoca una vasoconstricción inicial, seguida de una vasodilatación reactiva que estimula la microcirculación, mejora el retorno venoso y linfático y reduce el edema”, explica Marta García, directora de sus propios centros estéticos en Oviedo.

Este mecanismo fisiológico es el que permite reducir la congestión vascular y aportar sensación de alivio y descongestión.

Desde Infinittime, su fundadora Jenifer Alonso añade que “el frío actúa también como analgésico y antiinflamatorio, por lo que es especialmente útil en piernas con pesadez o edemas funcionales leves”.

Y en palabras de Eva Collar, fundadora de los Centros Marquessa, “no solo ayuda a drenar: también es compatible con técnicas como presoterapia, electroestimulación o masajes específicos que potencian su efecto”.

Beneficios de la terapia de frío en estética corporal

Aunque los efectos varían según la técnica utilizada, los activos y la regularidad, estas son algunas de las mejoras más observadas por las profesionales entrevistadas:

✔ Alivio inmediato de la pesadez y fatiga en piernas

✔ Mejora del retorno venoso y linfático

✔ Reducción visible del edema y la retención de líquidos

✔ Atenuación de la celulitis edematosa

✔ Mejora de la textura y firmeza de la piel

✔ Sensación de ligereza y bienestar general

✔ Efecto estético flash tras sesiones combinadas

✔ Activación de la microcirculación y oxigenación tisular

¿Quién puede beneficiarse de estos tratamientos?

“El perfil es muy variado”, señala Eva Collar. Desde mujeres jóvenes con hábitos saludables pero mala circulación, hasta mujeres en la etapa de la menopausia o personas que trabajan muchas horas de pie o sentadas. Incluso embarazadas (con la aprobación médica correspondiente) pueden beneficiarse de ciertas aplicaciones suaves.

Además, como apunta Marta García, es especialmente recomendable en épocas de calor, tras viajes largos, actividad física intensa o jornadas agotadoras.

Terapia en cabina: ¿cómo se aplica?

En los centros profesionales se pueden utilizar diferentes métodos:

  • Vendas frías o envolturas criogénicas, impregnadas con activos como mentol, vid roja o castaño de Indias.
  • Dispositivos tecnológicos que combinan frío con masaje o presoterapia.
  • Masajes drenantes suaves, como propone Jenifer Alonso, que refuerzan el efecto descongestivo sin agredir el tejido.
  • Combinaciones avanzadas como radiofrecuencia capacitiva y martillo de hielo, que aporta una acción vascular inteligente sin dañar la piel en los meses más calurosos.

¿Se puede combinar con otras técnicas?

Todas las expertas coinciden: sí, y se recomienda. La crioterapia se potencia cuando se aplica junto a:

Drenaje linfático manual o mecánico

Presoterapia

Masaje circulatorio

Rutinas post-ejercicio o post-viaje

“Muchas veces empiezo con drenaje y termino con frío, o al revés, según la persona”, explica Jenifer Alonso. “El efecto se multiplica y los resultados se ven antes y se mantienen más tiempo”.

¿Y en casa? Opciones y precauciones

Para quienes quieren seguir el tratamiento en casa, Marta García recomienda:

➜ Geles o cremas efecto frío con mentol, árnica, alcanfor o extracto de vid roja.

➜ Mallas frías preimpregnadas o roll-ons para zonas localizadas como tobillos.

➜ Compresas de gel frío, rodillos de acero o cuarzo refrigerados, siempre con protección intermedia para evitar lesiones por contacto directo.

Eso sí, advierte: no todo el mundo es candidato a este tipo de tratamiento. “Con insuficiencia venosa crónica, varices marcadas, flebitis o enfermedades vasculares, es necesario hacer una valoración previa. Nunca debe aplicarse frío extremo sobre piel dañada o con alteraciones de sensibilidad”.

¿Cuándo se notan los resultados?

La mejora suele notarse desde la primera sesión. Collar habla de resultados inmediatos a nivel superficial: “la piel se ve más luminosa y con una coloración más uniforme desde el primer tratamiento”.

En protocolos completos como el de Cabañero, con crioterapia integrada en tratamientos faciales y corporales, los cambios son aún más evidentes: menos bolsas, más firmeza, reducción de líquidos y efecto ‘flash’ visible.

Preguntas frecuentes de las terapias de frío para piernas

¿Cuántas sesiones se recomiendan?

En centros estéticos, suele recomendarse un mínimo de 6 sesiones para notar resultados más duraderos.

¿Se puede hacer en verano?

Sí, incluso es una de las mejores épocas para recibir estos tratamientos, ya que el frío tiene un efecto calmante sobre la piel y alivia el cansancio provocado por el calor.

¿Puedo hacerlo si tengo varices?

Depende del tipo. Siempre es necesaria una valoración profesional previa.

¿El frío quema la piel?

No, siempre que se aplique correctamente y se use protección intermedia. Evitar aplicaciones extremas o contacto directo con hielo.

¿Qué diferencia hay entre gel frío y crioterapia en cabina?

Los productos en casa tienen efecto más superficial. En cabina, el frío se aplica de forma más precisa, controlada y profunda.