Los “milliums” son esas diminutas bolitas blancas que aparecen en el rostro; pequeños granitos que no son de acné, y que debemos saber diferenciar para poder tratar eficazmente en cabina. Para ello, hablamos con la esteticista Yasmina Soler, propietaria del centro The Beauty Room, en Valencia, y con la doctora Paloma García-Piqueras, dermatóloga de IML Clinic, en Madrid.
¿Cómo tratamos los milliums en cabina?
Pregunta- Doctora, ¿qué son exactamente los milliums?
Paloma García- Los milliums, también conocidos como quistes de millium, son pequeños quistes blancos o amarillentos que se forman en la piel debido a la acumulación de queratina, una proteína que normalmente se encuentra en la capa superior de la piel. Suelen estar encapsulados, lo que les da su aspecto sólido y su resistencia a la extracción manual.
P.- Yasmina, ¿cómo pueden identificarse? Y, ¿dónde suelen aparecer?
Yasmina Soler- Se identifican como pequeños bultitos duros y blancos que no tienen una abertura visible. A menudo se confunden con granitos pero, como decía la doctora, no se pueden extraer. Suelen aparecer en zonas del rostro como párpados, mejillas, nariz y el contorno de los ojos.
P.- ¿Cuáles son las causas que los provocan?
Y. S.- Los milliums pueden aparecer por diferentes razones, como el uso de productos cosméticos que obstruyen los poros, el exceso de células muertas en la piel que no se eliminan correctamente, daños en la piel causados por el sol o quemaduras, factores hormonales o desequilibrios, o algunos tratamientos médicos o medicamentos.
P. G.- Exacto. También pueden aparecer tras algún procedimiento como el láser o la dermoabrasión, cuando la piel cicatriza y genera una acumulación de queratina.
P.- ¿Se pueden prevenir?
P. G.- La prevención no siempre es posible, pero ciertos hábitos pueden reducir la probabilidad de aparición de milliums. El uso de protector solar, la elección de productos cosméticos no oclusivos (no comedogénicos), una correcta limpieza diaria y la hidratación regular son claves. También es importante evitar la exfoliación excesiva y los tratamientos muy abrasivos, ya que pueden predisponer a la formación de estos quistes.
P.- Yasmina, una vez han aparecido, ¿cómo los tratáis en el centro de estética?
Y. S.- En nuestro centro, tratamos los milliums de manera segura y eficaz mediante un tratamiento con plasmapen, con un grupo de electrodos de cobre de diferente tamaño. El paso a paso que realizamos es el siguiente: primero limpiamos muy bien la piel con un par de algodones y agua micelar; luego pasamos a la segunda limpieza con un gel limpiador para preparar la piel. A continuación, realizamos una exfoliación química de la piel con un ácido mandélico, dejando actuar de 8 a 10 minutos, ya que nos ayudará a realizar una renovación celular. Realizamos las cauterizaciones con el plasma muy sutilmente, para no realizar una lesión.
En el caso de tener una gran cantidad de milliums, dividiremos el tratamiento en 3 sesiones, una por semana, y en cada sesión iremos cauterizando unos pocos. Además, aplicamos una mascarilla de alginato con efecto calmante o una regeneradora para acelerar la curación de la piel. Para finalizar, aplicamos un contorno de ojos, realizamos un masaje con una crema hidratante y aplicamos factor de protección solar.
P.- ¿En qué consiste o cómo funciona exactamente el tratamiento con plasmapen?
Y. S.- El tratamiento con pluma de plasma es una técnica estética no invasiva que utiliza un dispositivo de alta precisión para generar microdescargas de energía de plasma. Esta energía se aplica en la piel para crear pequeñas lesiones controladas que estimulan la producción de colágeno y elastina, lo que ayuda a reafirmar y rejuvenecer la piel. Más concretamente, el dispositivo crea una pequeña chispa de plasma entre la punta y la superficie de la piel, lo cual provoca una contracción y un efecto de levantamiento en la zona tratada.
P.- ¿Pueden utilizarlo todo tipo de profesionales estéticas, o requiere una formación avanzada, como en el caso del dermapen?
Y. S.- Este procedimiento requiere una formación avanzada y específica. Es fundamental que el profesional esté capacitado en el uso seguro del dispositivo, ya que la técnica implica trabajar cerca de la epidermis y necesita una precisión extrema para evitar quemaduras, cicatrices o daños en la piel. Similar al dermapen, el plasmapen exige un conocimiento de las técnicas de aplicación y de las puntas a utilizar y, por supuesto, también de las características de la piel para asegurar resultados seguros y efectivos.
P.- ¿Hay algo que la profesional deba tener en cuenta a la hora de llevar a cabo este tratamiento? Precauciones de uso, algún consejo de manejo…
Y. S.- Sí, hay varias consideraciones y precauciones que todo profesional debe seguir:
- Evaluación previa de la piel. Antes de iniciar el tratamiento, es esencial evaluar el tipo de piel y las condiciones específicas del cliente para garantizar que la pluma de plasma sea segura y adecuada.
- Evitar áreas sensibles. Debemos tener cuidado al trabajar cerca de los ojos o en zonas con piel muy fina, ya que estas áreas son más susceptibles a quemaduras.
- Mantener una distancia controlada. Es importante no tocar directamente la piel con la punta del dispositivo y mantener la distancia adecuada para evitar una penetración excesiva.
- Desinfección del equipo. La limpieza y desinfección del dispositivo es clave para prevenir infecciones.
- Advertencias postratamiento. Instruir al cliente sobre el cuidado adecuado después del procedimiento, como evitar la exposición solar directa y el uso de productos irritantes.
P.- Y, Paloma, en vuestro caso, ¿cómo los tratáis en vuestra clínica?
P. G.- En nuestra clínica, los milliums se eliminan mediante técnicas profesionales que aseguran una extracción segura y minimizan el riesgo de cicatrices. La técnica más común incluye una pequeña incisión en la piel para liberar el quiste, realizada con una aguja estéril o un bisturí dermatológico. El láser de CO2 es también una técnica muy segura y eficaz para eliminarlos con excelente resultado estético.
P.- ¿Cuál sería el protocolo de tratamiento y qué resultados podemos esperar?
P. G.- El protocolo empieza con una limpieza de la piel y la desinfección del área. Luego se utiliza una herramienta fina y estéril para hacer una mínima apertura en el quiste o el láser de CO2. Tras la extracción, se limpia nuevamente la piel y se aplica un producto calmante o antibacteriano. Los resultados suelen ser inmediatos: el quiste se elimina y la piel se recupera rápidamente, sin apenas marcas visibles. Dependiendo del tamaño o de la profundidad del millium, puede requerirse una pequeña sesión de seguimiento.
P.- ¿En qué casos no podrá intervenirse únicamente desde la estética y habrá que pasar a otros medios, con intervención de un dermatólogo?
P. G.- En casos donde los milliums sean recurrentes, numerosos o estén asociados con alguna patología subyacente, como el daño solar severo o condiciones genéticas, es necesario un abordaje dermatológico. Además, si los quistes son grandes, dolorosos o se encuentran en áreas complicadas, como los párpados, se recomienda que la extracción la realice un dermatólogo especializado para evitar complicaciones.
P.- ¿Qué otros consejos podríamos darle a la clienta o paciente, antes o después de acudir al tratamiento?
P. G.- Es esencial que el paciente evite intentar eliminar los milliums en casa, ya que esto puede causar cicatrices e infecciones. Después de un tratamiento, es aconsejable usar productos suaves y no oclusivos, evitar la exposición solar directa y seguir una rutina de cuidado de la piel indicada por el profesional.
Y. S.- Además, para mantener este tratamiento en casa y poder evitar la nueva formación de milliums, aconsejaríamos al cliente utilizar algún sérum con componente glicólico y retinol. Recomendamos utilizar estos dos activos como producto inicial antes de sus cremas habituales porque tienen un alto componente renovador en general, y nos ayudarán a potenciar que las sustancias de cualquier tratamiento cosmético actúen mejor. Y muy, muy, muy importante: que utilicen protector solar para proteger la zona tratada y evitar las manchas posteriores.
Yasmina Soler
Propietaria de The Beauty Room, centro de estética profesional en Beniarjó, Valencia.
Esteticista con más de 17 años de experiencia en el sector, titulada en Estética Profesional y Técnico Superior en Estética Integral y Bienestar. Ha realizado un máster en Medicina Estética y Cuidado de la Piel, y continuado su capacitación con numerosas formaciones enfocadas en técnicas avanzadas y cuidados especializados.
Dra. Paloma García Piqueras
Dermatóloga de la Unidad de Dermatología de la clínica Instituto Médico Láser (IML Clinic), de Madrid, y una de sus especialistas en láser dermatológico. Pertenece a la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y a la European Academy of Dermatology and Venereology.
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