El zafiro, los rubíes, el cuarzo, las perlas o los diamantes salen del joyero para formar parte de tratamientos de belleza de lujo para una piel radiante. Piedras y metales preciosos se añaden a los faciales y corporales, y son una idea brillante como regalo.
Por Abigail Campos Díez
Ya lo decía Marilyn Monroe: “Diamonds are a girl’s best friend”. La mítica estrella del cine se refería a piezas de Tiffany’s o Cartier para lucir en gargantillas, collares, anillos, pendientes o tiaras… Pero seguro que se hubiera apuntado a tratamientos de belleza que contaran entre sus ingredientes con piedras, minerales y metales preciosos como el oro, el zafiro, el ámbar, el rubí, el jade, la turmalina y, por supuesto, sus famosos diamantes.
Las joyas han enamorado a los seres humanos desde el principio de los tiempos para adornarse, como objetos preciados y valiosos; y se les han otorgado propiedades terapéuticas y hasta místicas y religiosas. Ahora puedes incorporarlas a la carta de tratamientos faciales de tu centro de estética, como polvo micronizado en mascarillas, como ingredientes en la formulación de cosméticos o utilizando directamente el mineral sobre la piel.
La mineralocosmética y la gemoterapia son las técnicas que se aprovechan de las propiedades de los minerales y los extractos de las piedras preciosas para la formulación de productos y el diseño de tratamientos para el cuidado de la piel. Su utilización a domicilio o como parte de protocolos faciales en salones de belleza, combinadas con técnicas estimulantes, es una de las últimas tendencias de las esteticistas de celebrities de Hollywood y cada vez tiene más penetración en España.
La mineralocosmética y la gemoterapia son las técnicas que aprovechan las propiedades de los minerales y extractos de piedras preciosas para formular productos y diseñar tratamientos para el cuidado de la piel
“Las piedras y metales preciosos en los tratamientos de belleza permiten realizar técnicas estimulantes muy gratificantes para la piel que, de otra manera, no se conseguirían. Tienen múltiples beneficios que abarcan desde brindar un efecto tensor a actuar como escudo frente los radicales libres, estimular la circulación o preparar la piel para que los principios activos incidan en las capas más profundas de los tejidos”, detalla Gema Cabañero, directora del centro de estética que lleva su nombre.
Técnicas ancestrales
Antibacterianas, antiinflamatorias, antienvejecimiento, tonificantes, reafirmantes, regeneradoras, promotoras de la luminosidad… El listado de propiedades que se atribuyen a metales, minerales y piedras preciosas en belleza es largo y no es en absoluto nuevo. El poder terapéutico de estos preciados elementos de la naturaleza se ha utilizado durante milenios y en muchas culturas antiguas, desde los romanos a los egipcios, los griegos, los japoneses…
Pero, ¿realmente los cosméticos de tratamiento o maquillaje incorporan en su interior estas piedras preciosas? La respuesta es sí. Lo hacen tras un proceso físico de micronización que permite reducir las partículas de un material a tamaños inferiores a 10 micras. “Cuando hablamos de que un tratamiento une a su fórmula piedras preciosas, nos referimos a que la tecnología se suma a fórmulas de alta cosmética a base de piedras, metales preciosos, extractos florales y frutales de lujo, como una aleación orgánica de oro y diamantes, zafiro, camelia u orquídea negra”, precisa Cabañero.
“Las piedras preciosas actúan como electroestimulantes; cada una de ellas tiene un beneficio diferente para la piel, ayudando a reducir inflamación, el enrojecimiento, para la reparación celular…”, detalla por su parte Miriam Yébenes, directora de la firma Maribel Yébenes.
En la formulación cosmética, las piedras preciosas se utilizan para estabilizar péptidos biomiméticos antienvejecimiento (péptidos sintéticos creados en laboratorio para imitar la acción de los pépticos naturales), mejorando su estabilidad y biodisponibilidad y aportando numerosos beneficios. “Los minerales son indispensables para la salud de nuestra piel, pero no son fabricados por nuestro organismo. Por eso se debe aportarlos diariamente a través de la alimentación y de los cuidados cosméticos”, apunta Ignacio Bertrand, CEO de Sofia Bertrand, firma cosmética que se utiliza en cabinas de exclusivos centros de belleza y spas de todo el mundo. “Las piedras que utilizamos, como el rubí, están libres de toda contaminación y contienen oligoelementos esenciales que dan resplandor y luminosidad a la tez, manteniendo su hidratación. No tienen riesgo de producir alergias en pieles muy sensibles. Contienen oligoelementos necesarios para mantener las células cutáneas saludables. Estos oligoelementos no tienen un efecto directo sobre las células, pero actúan como catalizadores. Son verdaderos ‘entrenadores’ para las células”, asegura.
El proceso gracias al cual un producto cosmético puede incorporar piedras preciosas se llama micronización. Esta permite reducir las partículas de un material a tamaños inferiores a 10 micras
Oro que reluce
Por su parte, el oro es un metal noble ampliamente utilizado en la historia de la humanidad para el tratamiento y rejuvenecimiento de las afecciones de la piel y en muchas aplicaciones biomédicas. “Lo utilizamos como escudo protector que ayuda a los péptidos antienvejecimiento a ganar la batalla contra las líneas de expresión y las arrugas del rostro y del contorno de los ojos”, agrega Bertrand. Esos péptidos favorecen la producción de colágeno y elastina, el sustento de la piel. El oro les protege de la degradación en el tiempo y así favorece la estimulación celular, regenerando la piel y dejándola mucho más receptiva a la cosmética que se aplique a continuación.
Hay dos tipos de técnicas habituales para incorporar este metal precioso a la belleza: de forma coloidal (en nanopartículas) y en partículas visibles o en láminas de 24k grado cosmético. “En el caso del oro coloidal se trata de una mezcla exclusiva que conjuga partículas de oro, metales nobles o piedras preciosas utilizadas para estabilizar péptidos biomiméticos, mejorando su estabilidad y biodisponibilidad y aportando numerosos beneficios”, detalla Bertrand.
En el Instituto Maribel Yébenes, además de como ingrediente cosmético, también lo han incorporado a la aparatología estética en un protocolo de radiofrecuencia con oro en el que el manípulo es una membrana fabricada en este metal precioso, para trabajar la flacidez de la piel y reafirmar el tejido.
Otra de las incorporaciones de las piedras y minerales preciosos a la belleza son los rodillos faciales, que llevan siglos utilizándose en la medicina tradicional china
Rodillos y gua sha
Pero más allá de su utilización como activo cosmético, otra de las incorporaciones de las piedras y minerales preciosos a la belleza son los rodillos faciales, que de nuevo llevan siglos utilizándose en la medicina tradicional china. De jade, amatista o cuarzo rosa, se deben utilizar sobre la piel limpia e hidratada para que rueden sin problema, dos o tres veces por semana y preferiblemente por la noche, “para que te ayude a relajarte y a descansar mejor”, sugiere Paz Torralba, directora de los centros The Beauty Concept. Sobre el rostro, el cuello y el escote tienen efecto relajante, favorecen el drenaje linfático y combaten los signos de la edad. Su consejo es conservar el rodillo en frío porque las propiedades aumentan.
El jade, por ejemplo, tiene la capacidad de mantenerse frío. “El rodillo, al entrar en contacto la piel, genera un efecto calmante y mejora la circulación”, apunta Yébenes. Por eso tiene efecto antiinflamatorio, estimula el drenaje linfático, promueve la circulación sanguínea y la producción de colágeno y elastina. El cuarzo rosa también aumenta la circulación y mejora la elasticidad de la piel.
La amatista, por su parte, tiene propiedades calmantes y relajantes.
A la tendencia de los rodillos se sumó hace un par de años el gua sha. Popularizada en Instagram, igualmente procede de la medicina tradicional china y se trata de una piedra plana y pulida (la más popular es el cuarzo rosa, pero hay otras), que se desliza y presiona con suavidad sobre la piel de rostro y cuello. Consigue así un masaje linfático que reactiva el flujo sanguíneo y relaja y tonifica los músculos faciales, por lo que combate la flacidez y mejora la calidad de la piel.
Joyas con propiedades beauty
Incorporados como activos singulares a las fórmulas cosméticas, estas son las propiedades de algunas piedras preciosas que se están haciendo un hueco en el mundo de la belleza.
Diamante
Es una de las piedras preciosas más utilizadas en los tratamientos de belleza y se emplea desde hace siglos en la cosmética porque su polvo posee un excelente poder exfoliante. Al ser muy duro, es perfecto para arrastrar la suciedad y las células muertas de la piel. Además, estimula la microcirculación y tiene propiedades cicatrizantes.
Malaquita
“Es un mineral rico en cobre con propiedades antirradicales libres, antipolución o antiestrés, ya que las agresiones como la radiación ultravioleta y la contaminación favorecen el envejecimiento cutáneo”, indica Yébenes.
Zafiro
Aunque la hay en otros colores, la más frecuente es una piedra preciosa azul, variedad de óxido de aluminio cuyo polvo puede aplicarse a la cosmética por sus propiedades restauradoras para la piel.
Perlas
El polvo de perlas es útil como exfoliante y es perfecto sobre pieles grasas porque elimina el exceso de sebo. Tiene propiedades tónicas y reafirmantes, mejora el tono de la piel y ayuda a recuperar la elasticidad y firmeza.
Rubí
Reactiva la circulación sanguínea y elimina células muertas. Importantes firmas cosméticas de maquillaje han incorporado su polvo como ingrediente de sus labiales, pero también en líneas de baño y cuidado corporal.
Tratamientos
Jewel Skin
Un lujoso tratamiento facial que utiliza distintas tecnologías como microcorrientes galvánicas, luminoterapia led o ultrasonidos junto con un lujoso cóctel de piedras y metales preciosos como gotas de oro o zafiro y extractos florales y frutales como el de la camelia y la orquídea negra. Reduce las arrugas y la flacidez, activa la regeneración celular y elimina impurezas y células muertas con un peeling mecánico por dermoabrasión con partículas de piedras preciosas naturales. Además, hidrata, relaja y alivia el estrés.
Precio: desde 150 euros/sesión. | Dónde: en Gema Cabañero.
Ritual con joyas y caviar
Tratamiento facial de lujo con resultados flash que combina caviar, oro, polvo de diamante y retinol, apto para todo tipo de pieles y especialmente para aquellas que presentan síntomas de flacidez. Reafirma el cutis, atenúa temporalmente las líneas de expresión más superficiales, corrige los síntomas de fatiga y proporciona a la dermis un “chute” de luminosidad. Los efectos de una única sesión son instantáneos, aunque se aconsejan dos sesiones espaciadas una semana entre sí como tratamiento de choque.
Precio: 150 euros/sesión. | Dónde: en Mira+Cueto.
Golden FR
Una radiofrecuencia de alta frecuencia que permite un tratamiento intenso en poco tiempo. La membrana que lleva el manípulo es de oro que, para trasladar el calor hasta la epidermis, actúa como un excelente y rápido conductor de la energía. El objetivo es una reafirmación de los tejidos, mejora la textura de la piel y reducción de las arrugas. No duele ni produce edemas ni rojeces. Los resultados se aprecian a las tres semanas y continúan mejorando gradualmente con el tiempo.
Precio: 550 euros/sesión. | Dónde: en Maribel Yébenes.
The Secret Japan
El lifting facial japonés, también conocido como masaje Kobido, es un tratamiento manual para mejorar el aspecto de la piel y retrasar y minimizar los signos del envejecimiento. Combina la efectividad de la reflexología facial, técnicas de digitopresión con palillos orientales y drenaje con rodillos de jade para trabajar rostro, cuello y escote. A continuación,
recorremos estas tres zonas con los rodillos de jade. El protocolo se acompaña de aromaterapia para actuar sobre el sistema nervioso y ofrecer una experiencia relajante.
Precio: 150 euros. | Dónde: en The Secret Lab.
Oxigen Double Gold
Protocolo facial que incluye limpieza, peeling enzimático y la aplicación de sérums con partículas de oro coloidal, ácido hialurónico y colágeno con microcorrientes galvánicas sobre el tejido para promover la penetración de los activos. Tras un masaje remodelante se aplican láminas de pan de oro de 24 kilates. Puede realizarse como sesión única o bien como protocolo continuado con una sesión por semana para mantener el tono a largo plazo.
Precio: 150 euros. | Dónde: En Oxigen.
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