Los avances en estética y medicina estética y su popularización han conducido a la proliferación de gadgets caseros que, necesariamente, obligan a los especialistas a posicionarse y a ofrecer respuestas sobre su uso: ¿funcionan?, ¿son peligrosos?, ¿podrían llegar a sustituir a los tratamientos en cabina? Esto es lo que algunos profesionales dirían si les preguntasen sus clientes.
Los dispositivos de belleza caseros son cada vez más populares y ocupan un espectro cada vez más amplio: desde los famosos cepillos de limpieza facial eléctricos hasta dispositivos de radiofrecuencia o incluso micropunciones. “Es inevitable que hayan surgido gran cantidad de dispositivos o artilugios estéticos para aplicar en casa, forma parte de la evolución y estudio de la industria cosmética y de la gran demanda que existe. Nos cuidamos más y queremos estar a la última”, opina la Dra. Mar Mira, codirectora de la Clínica Mira+Cueto. Y no hablar de ellos no conseguirá que dejen de existir ni disminuirá su consumo. Como profesionales, debemos estar preparados para opinar, aconsejar e indicar a los clientes la mejor manera de usar estas aparatologías, pues empleadas correctamente pueden ser un buen apoyo estético: “Son una ayuda importante, especialmente para las personas que están muy ocupadas y tienen poco tiempo para acudir a los centros, porque les ayuda a potenciar la cosmética que aconsejamos. También son un complemento para las terapias de cabina”, opina Carmen Navarro.
Hemos invitado a algunos profesionales a que nos hablen específicamente de un tipo de gadget casero cada uno, y esto es lo que nos han contado.
Limpiadores y extractores
Por Estrella Pujol, fundadora de Oxigen Bellesa
Su objetivo
Según lo que nos dicen los fabricantes, el papel de los masajeadores o cepillos limpiadores eléctricos es garantizar una limpieza adecuada del rostro. En el caso de los extractores o succionadores de comedones y puntos negros, realizar extracciones domésticas sin necesidad de realizar presiones con los dedos.
¿Funcionan?
Sí, hacen lo que prometen, el problema es que muy pocas personas se molestan en investigar si esas funciones que cumplen y el modo en que las cumplen es o no apropiado para su tipo de piel.
Son recomendables siempre y cuando se usen bajo las instrucciones de un profesional que te evalúe el tipo de piel y te recomiende con qué frecuencia usarlo y cómo.
Y se suelen usar mal
No todas las pieles soportan los ritmos que recomiendan los fabricantes. Por ejemplo, una piel sensible no debería someterse a fricciones de forma habitual, y una piel normal y sana no debería hacerlo más de una vez al mes.
“En el caso de los cepillos, lo ideal sería usarlos como mucho una vez al mes en una piel sana. En caso de los succionadores, no funcionan sin un baño de vapor previo”
En cuanto a las succiones, no deberían realizarse sin haber preparado antes la piel con productos cosméticos específicos o con un suave “baño de vapor” para que la succión funcione y atrape correctamente los puntos negros sin dañar el resto de la piel. Si tratamos de succionar puntos negros sin preparar la piel, nos encontraremos con que el dispositivo no nos funcione e instintivamente, elevaremos la potencia sin considerar los posibles hematomas y descamaciones que ocasionaremos.
Es más…
Aunque el vapor fue una tendencia y una realidad durante mucho tiempo en los centros de belleza, actualmente no lo recomendamos porque agrede innecesariamente la piel.
Luz pulsada (IPL)
Con Mercedes Sáez de Santamaría, médico estético de la Clínica Dermatológica Internacional
IPL vs. láser
La luz pulsada intensa (IPL) es un haz de luz policromático, es decir, la luz que emiten estos equipos tiene diferentes longitudes de onda, a diferencia de los aparatos láser que se utilizan en centros médico-estéticos. Debido a esto, la depilación IPL es menos precisa que la depilación láser.
IPL profesional vs. casero
Las diferencias principales radican fundamentalmente en las energías disponibles para cada uno de estos dispositivos. Para evitar efectos adversos indeseables por un manejo incorrecto en casa, estos dispositivos domiciliarios manejan energías muy bajas. Por tanto, los efectos beneficiosos también son mucho mas discretos.
¿Funcionan?
Lo que consiguen estos aparatos es debilitar el vello, pero les cuesta mucho eliminarlo de forma definitiva. Por tanto, si lo que busca el cliente es realmente eliminar el vello por completo, quizá no sean la mejor opción.
Como complemento, sí
No pueden sustituir a un tratamiento profesional (la experiencia de un especialista, la posibilidad de manejar altas energías y la de combinar dispositivos garantizan resultados mucho mejores). Es complicado que un dispositivo de 200 o 300 € sea igual de eficaz que uno que vale desde 100.000 a 150.000 €. No obstante, en casos concretos, como complemento a los tratamientos profesionales y bajo indicación médica guiada, pueden tener un hueco.
“Lo que consiguen estos aparatos es debilitar el vello, pero les cuesta mucho eliminarlo de forma definitiva”
Los peligros
Por una mala indicación o uso de energía inadecuada pueden darse quemaduras, hiperpigmentaciones o lo contrario, hipopigmentaciones. Además, pueden tocarse nervus (lunares) sin que un profesional los haya evaluado previamente, con el riesgo de alterarlos.
Las precauciones
Evitar las pieles bronceadas o que han estado expuestas al sol durante las semanas previas y posteriores, evitar aquellas zonas de piel lesionada, con heridas o lesiones tipo eccema o dermatitis atópica. También se debe evitar el uso durante embarazo o si existen alteraciones de la cicatrización.
Rodillos de microneedling
Con Leo Cerrud, médico estético
¿Para qué sirven?
El mecanismo de acción de cualquier dermaroller, dermapen o cualquier dispositivo que tenga microagujas (de ahí lo de microneedling) o de cualquier tratamiento que involucre múltiples punciones superficiales, ya sea casero o profesional, es exactamente el mismo: aprovechar los mecanismos que tiene la piel para defenderse
y regenerarse. Al utilizar micropunciones y hacer microlesiones, obligamos a la piel a repararse y producir colágeno. Además, al romper la epidermis, conseguimos introducir activos importantes que de otra manera no atravesarían esta barrera infranqueable. Esto se traduce en una mejora en la calidad de la piel, una mejora de las cicatrices de acné (las muy leves), y mayor luminosidad e hidratación por los activos introducidos.
“Nada que implique agujas está exento de peligro en manos inexpertas”
¿Funcionan?
Las versiones caseras, como ocurre con el IPL, los dispositivos de radiofrecuencia y el resto de aparatología estética, son menos agresivas, y por eso menos efectivas. Pero en este caso, hay que tener en cuenta, además, que…
Si pincha, inflama
Por eso, siempre hay posibilidad de infección. Nada que implique agujas está exento de peligro en manos inexpertas. Además, las condiciones en una clínica o centro estético profesional son completamente diferentes. Solo aquí se van a poder conseguir las condiciones óptimas de higiene y asepsia para asegurar el éxito absoluto del tratamiento y evitar desagradables efectos no deseados como infecciones, reacciones alérgicas, dermatitis, acné o manchas postinflamatorias.
La opinión del experto
Con reservas, lo recomendaría a personal sanitario o con experiencia en estos dispositivos, y aún así no me quedaría tranquilo. Por lo tanto, la respuesta es no, no recomendaría nunca uno de estos dispositivos domésticos.
Máscaras de luz LED
Con Carmen Navarro, fundadora del centro de estética Carmen Navarro y Mar Mira, codirectora de la clínica Mira +Cueto
Su origen
La NASA empezó a utilizar la terapia LED en el espacio y se dieron cuenta de que influía sobre los tejidos, especialmente por su capacidad para reparar daños o alteraciones. En las personas, la luz activa los procesos de fotobioestimulación y fotobiomodulación. De hecho, el uso de esta tecnología se incluye ya por la FDA en terapias clínicas, para acelerar el proceso de cicatrización y curación de la piel, nos cuenta Carmen Navarro.
Preparación previa
“Su eficacia será mayor cuanto más preparada y receptiva esté la piel”, indica Navarro. Por lo que, “aunque se puede utilizar como terapia en sí, en nuestros centros siempre va acompañada de un protocolo previo para preparar y tratar el tejido”. Además, se puede combinar con otros protocolos, como por ejemplo, con corriente galvánica, indica por su parte la Dra. Mar Mira.
Mayor longitud de onda
Las máscaras de luz LED emiten luz del espectro visible, de diferentes colores. Cada color está asociado a una longitud de onda específica que va a determinar la profundidad a la que llega la luz y el efecto que va a producir sobre la piel (roja-antiedad, azul-antiacné, verde-antimanchas, amarilla – antiedematosa e iluminadora, blanca-antiflacidez, púrpura – manejo de la rosácea, naranja-luminosidad), explica la Dra. Mira. Las máscaras que se utilizan a nivel profesional permiten más aplicaciones y mejores resultados.
Aunque no está exenta de riesgos, la luz LED es de las más seguras, pues no produce dolor ni emite calor ni luz ultravioleta
Cuidado con…
Los ojos: hay que protegerlos bien. Por lo demás, “la luz LED es de las más seguras, porque no produce dolor ni calor” ni emite radiación ultravioleta, explica la doctora. Sin embargo, “no está exenta de efectos secundarios en el 100 % de los casos. Puede haber enrojecimiento, picor, inflamación o sequedad”.
Qué decirle a las clientas
Para Carmen Navarro, “son útiles como complemento a los tratamientos en cabina y exigen constancia”. En la opinión de Mar Mira, cuando se usan estos dispositivos caseros “hay que manejar bien las expectativas”. A pesar de que no suelen producir efectos secundarios, y “pueden lograr en una piel sana y bien equilibrada una mejora del aspecto y más luminosidad; para tratar, en profundidad, patologías como el acné o las manchas, hay que acudir, previamente, a un médico”.
Radiofrecuencia
Con Luis Moreno, CEO de Novasonix, fabricante de aparatología estética y médico-estética
Por niveles
Como ocurre en los demás casos, las potencias no se parecen en nada. En realidad, se establece la misma diferencia al comparar un equipo estético con un equipo médico: siempre hay una gran diferencia.
Las manos de quien lo usa
No es solo la potencia: también son las manos y la experiencia de quien lo usa. Por ejemplo, al usar un equipo láser de depilación se va a variar la potencia en función del fototipo de la piel, del carácter del cabello o de su pigmentación. Lo mismo ocurre con un equipo de radiofrecuencia: en manos de un profesional se optimizarán sus funciones y se conseguirán resultados más efectivos.
Efecto rebote
La radiofrecuencia sí emite calor, por lo que, además de enrojecimiento, irritación o quemaduras, hay otra consecuencia importante de usar estos aparatos sin conocimiento: hallar el efecto contrario al deseado. A nivel facial se tratan zonas con grasa, por lo que si la temperatura que empleamos es muy superior a la adecuada, podemos perder esa grasa y generar un descolgamiento y un envejecimiento de la piel, cuando en realidad estamos buscando el efecto contrario. Si no tenemos idea de cómo aplicar la potencia y de cómo trabajar las zonas de forma adecuada, los resultados pueden ser muy inciertos.
“Si no tenemos idea de cómo aplicar la potencia y de cómo trabajar las zonas, los resultados pueden ser muy inciertos”
La opinión el experto
Si estamos hablando de un complemento dirigido y coordinado por un profesional, lo veo bien. Por poner un ejemplo: un equipo de presoterapia que un profesional recomienda para usar en casa. Entiendo que este profesional ya se habrá asegurado de que su cliente tiene la tensión correcta y de que no presenta contraindicaciones de ningún tipo. ¿En este caso? Si una clienta me pidiera usar un equipo en su casa, le diría que no: es mejor confiar en un profesional de la estética. Además, le va a salir más a cuenta, porque nunca es comparable un equipo profesional con uno casero, es como comparar una cuchilla con un equipo de intervención quirúrgica.
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