¿El exfoliante quita el moreno? Lo que dicen los expertos

Exfoliante Y Moreno
exfoliar piel morena

El mito más repetido después del verano

El verano termina y con él llega una de las dudas más frecuentes en cabina: ¿si me exfolio, perderé mi bronceado? La creencia popular dice que sí, pero la respuesta no es tan sencilla. Según la experta Verónica López, “el exfoliante no quita el moreno, lo que hace es favorecer la regeneración celular”.

Lo que ocurre es que muchas veces confundimos el tono real con la acumulación de células muertas oxidadas en la superficie. Esa falsa “capa” puede dar la impresión de un bronceado más intenso, pero en realidad solo refleja piel envejecida y apagada. Al exfoliar el cuerpo, lo que se consigue es que el color verdadero, más luminoso y uniforme, quede visible.

¿Por qué algunas personas notan que el tono se va antes?

La clave está en el tipo de exfoliante y en cómo se utiliza. Jenifer Alonso, experta en estética y medicina estética explica que “el bronceado es una respuesta de la melanina en capas más profundas de la epidermis, y la exfoliación solo retira células muertas superficiales”.

Ahora bien, si se usan ácidos potentes en altas concentraciones y sin control, es posible acelerar la descamación y, con ella, la pérdida de ese tono. No porque el exfoliante lo “borre” de inmediato, sino porque acelera un proceso que la piel ya estaba llevando a cabo de forma natural.

Por tanto, no es que la exfoliación arrastre el moreno de golpe, sino que puede hacer que desaparezca antes si se abusa de fórmulas muy intensas o inadecuadas para el estado real de la piel.

¿Por qué exfoliar es un aliado del bronceado?

Lejos de ser un enemigo, la exfoliación adecuada ayuda a que el bronceado se vea más bonito y saludable. Al retirar la piel muerta que da un aspecto grisáceo o irregular, el tono luce más uniforme, sin manchas ni descamaciones. Además, exfoliar previene imperfecciones como los brotes de acné post-solar y mejora la eficacia de las cremas hidratantes y calmantes.

En palabras de López, “el bronceado en el rostro puede dar a veces un aspecto más apagado porque resalta manchas o líneas producidas por oxidación celular; lo más recomendable es empezar por una regeneración celular para conseguir una piel lo más homogénea y luminosa posible”.

La conclusión

Exfoliarse tras el verano no solo no arruina el bronceado, sino que lo potencia, siempre que se haga con fórmulas suaves y con la frecuencia adecuada. La clave está en encontrar el equilibrio: exfoliar para renovar, no para arrastrar. Así, el bronceado luce más uniforme, más sano y, en muchos casos, incluso más duradero.

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