Hay esteticistas que, en un momento dado de su carrera, deciden embarcarse en la creación de una línea cosmética propia para el cuidado de la piel. Calidad, exclusividad y el aval de la experiencia del profesional que está detrás caracterizan sus productos, pero también un largo camino de investigación, ensayo y error, emprendimiento, inversión, paciencia y mucha ilusión. Son pequeñas marcas, pero con mucha historia detrás. Estas son algunas de ellas.
LOSTAO – El éxito de un tónico
Ana Puelles Lostao, esteticista y especialista en dermocosmética, comenzó su carrera en 1998, pero no fue hasta nueve años después cuando se lanzó a crear la línea cosmética que también se llama Lostao, como su propio centro de estética de Zaragoza y el apellido de su madre Isabel, fundadora del negocio.
Afirma Ana que el proyecto nació sin grandes pretensiones. De hecho, durante casi quince años solo hubo un único producto, el tónico. “Es la base de cualquier rutina y es un cosmético que ha pasado por sus altos y bajos en cuanto a tendencia, pero su uso para mí siempre ha sido innegociable”, afirma. Lo que sí tenía muy claro era cómo debía ser ese tónico. Muy limpiador, equilibrante y que respetara la piel, pero que a la vez fuera capaz de activarla y estimularla para facilitar la vehiculización de los activos que se apliquen a continuación. “Nos basamos en un producto que vendíamos mucho, pero muy enfocado a pieles grasas, así que pensamos en crear uno un poco más hidratante y que se adaptara más a casi todo tipo de piel”.
“Nuestra marca es una manera de acercar nuestro conocimiento y un poquito de nuestro expertise a nuestras clientas”
Mucho tiempo después, recientemente, la cosmética Lostao creció con otros dos productos: una espuma limpiadora y un protector solar en dos versiones. Cada producto se desarrolla en un laboratorio diferente, tras una búsqueda sobre cuál era el ideal para cada caso. “Sin duda, el paso más difícil ha sido la decisión de ampliar la línea. Sabemos que en el mercado existen hoy grandes productos, así que podemos decir que ha sido un regalo de aniversario que nos hicimos”, indica la esteticista. Aún así, su primera creación sigue siendo el producto más vendido, “el que genera mayor dependencia, si se puede usar la palabra, y del que más orgullosas nos sentimos”, admite Puelles.
Pero el camino no ha terminado aún y, de hecho, ahora están en proceso de creación de una nueva incorporación, en este caso de un segundo tónico, “porque llevamos su importancia en el ADN”.
¿Cuál es el aval frente a otras marcas e incluso compañías multinacionales de cosméticos? “Nuestra mayor garantía y nuestra mejor forma de testar es la posibilidad de ver al cliente a los diez días de usarlo, a los veinte días, y comprobar
la evolución de la piel”, sostiene.
Además, contar con su propia marca de cuidado de la piel le ha resultado útil para reforzar su autoridad como prescriptora. “Entiendo que es un vínculo de confianza, y más en productos como los nuestros, ya que nuestro objetivo solo es la satisfacción de nuestro cliente del día a día. Es solo una manera de acercar nuestro conocimiento y un poquito de nuestro expertise a nuestras clientas. A esas que ya confían en nosotras y nos conocen”, concluye.
CRISTINA GALMICHE – Soluciones para pieles conflictivas
Hace más de treinta años, Cristina Galmiche creó su Método estético, un protocolo de cuidados basado en la oxigenación artesanal como herramienta clave para solucionar los problemas de la piel en cabina. “La motivación por perfeccionar los protocolos estéticos y la búsqueda de soluciones eficaces ante la ausencia de firmas profesionales especializadas en pieles conflictivas fue lo que me llevó a desarrollar mi propia línea cosmética”, recuerda. “La única manera que tenía de garantizar el cambio y la mejoría de la piel al cliente era demostrándole que un buen ritual de limpieza en casa se traduciría en un cambio en su piel, pero no encontraba productos que se ajustasen a lo que yo necesitaba: formulaciones que no saturasen el rostro de activos”.
Todo arrancó con la formulación y lanzamiento de tres productos: una leche limpiadora, una loción calmante y una loción equilibrante, “tres cosméticos cuya filosofía se basa en respetar y equilibrar la piel para tratarla en profundidad y conseguir una belleza sostenible, y cuyo objetivo esencial es alcanzar el bienestar dermatológico. Nuestro ritual de limpieza y cuidado diario se ha cimentado en estos 30 años en el respeto y perfeccionamiento de la técnica de la doble limpieza, junto con esta gama de cuidados cosméticos que equilibran el pH, nutren, hidratan y regeneran el tejido en profundidad, de manera progresiva y con beneficios acumulativos”, dice Galmiche.
“Defender el slow beauty antes de que estuviera de moda ha sido la causa que ha dado como efecto una marca cosmética de calidad y eficaz”
En la actualidad, la firma cuenta con 22 productos propios, libres de parabenos y sustancias tóxicas; y este año seguirá creciendo con nuevos cuidados corporales. Todos están elaborados en colaboración tecnológica con un laboratorio español. “Un valor añadido de nuestra cosmética es que permite una amplia lista de combinaciones, favoreciendo la personalización de los tratamientos. Garantizamos una gama completa de cuidados, rica en principios activos naturales combinables entre sí y que actúan en sinergia”, apunta.
En sus inicios, el proceso requirió una fuerte inversión económica, “además de correr un gran riesgo, porque yo era pequeña y los laboratorios, en cambio, eran muy grandes y no apostaban por proyectos que podríamos considerar ‘nicho’, como era el mío”, explica. A la hora de sacar un producto mercado, Galmiche tenía claras dos condiciones indispensables: la formulación con activos naturales con licencia internacional y poder defender su fiabilidad y efectividad, “para lo que me tenían que permitir que pudiese probarlos durante el tiempo que fuese necesario hasta conseguir el resultado que buscaba. No hay que olvidar que mi foco estaba centrado en desarrollar una cosmética orientada a fortalecer el pH cutáneo para mantener la salud global del rostro”, explica.
Galmiche trabaja con proveedores y fabricantes implicados en proyectos de desarrollo sostenible (BioDeVaTe, México Sustainability (MXS), Agascalm), de economía circular o con células madre como fuente renovable vegetal. “Hemos apostado por una belleza sostenible de principio a fin”, indica.
Independientemente de las complicaciones que surgen cuando un proyecto arranca, la esteticista asegura que, en su caso, lo más difícil fue apostar por un tipo de cuidado progresivo, sostenible y respetuoso de la piel desde sus inicios. “Ahora oímos mucho el término ‘slow beauty’; yo lo llevo defendiendo 30 años. Y esto no siempre ha estado de moda. Mantenerse firme en esta convicción y demostrar que era lo mejor para la piel ha sido la causa que ha dado como efecto una marca cosmética de calidad y eficaz; pero, al mismo tiempo, ha exigido mucha entrega por mi parte. Era ir contra la corriente que ha primado durante muchos años, décadas”.
Cristina Galmiche se vende online y en sus tres centros de Madrid, Alcalá de Henares (Madrid) y Málaga. Además, cuenta con otra línea profesional con 16 puntos de venta en centros de estética de toda España. Este 2023 seguirá creciendo con nuevos cuidados corporales profesionales y retail.
SILVIA GIRALT – La apuesta biocosmética
La esteticista y fundadora de la Clínica estética antiaging & medicina estética Silvia Giralt fundó su negocio en Barcelona hace más de 25 años. En 2001 lanzó su propia línea biocosmética, con dos dermocosméticos básicos para cuidar, preparar y reparar la piel antes de la depilación láser y evitar la temida foliculitis (los pelos enquistados). Los cosméticos habían sido su pasión desde siempre. “Desde muy pequeñita, con solo siete añitos, ya me ponía cremitas. Me apasiona ese mundo y, sobre todo, la cosmética profesional, por los ingredientes con más concentración de activos y nutrientes”.
Giralt apostó por la biocosmética, nombre que identifica productos que están compuestos en un 99 % con ingredientes naturales, de origen vegetal y que además son originarios de cultivos ecológicos. Sus primeros cosméticos se crearon en un laboratorio parisino junto a la fragancia que lleva el nombre de la esteticista. “El packaging y las etiquetas se diseñaron inspirándose en mi pasión por la naturaleza y sus aromas”, recuerda.
“Un diagnóstico previo realizado por una esteticista es la clave para poder recomendar los dermocosméticos ideales para cada cliente”
Sobre la formulación, Giralt tenía claro cómo debían ser los productos que llevaran su nombre. “Mi filosofía es que un buen biocosmético tiene que ser ligero, aportar los nutrientes necesarios a la piel y, sobre todo, respetar nuestra filosofía, basada en lo natural”. En 2020 decidió reformular la línea con principios activos más actuales y ampliarla con biosérums de alta calidad con aceites puros, pero todo se paralizó debido a la pandemia.
En la actualidad, la cosmética Silvia Giralt se compone de un aceite corporal anticelulítico y reafirmante, un exfoliante limpiador de cara y cuerpo, una crema corporal hidratante nutritiva y el sérum en aceite bioreparador. Los más exitosos son los dos primeros. Pero su andadura en el terreno cosmético no ha acabado aquí: la marca está en proceso de ampliación con un desmaquillante integral de cara, ojos y pestañas bifásico al aceite, “que será la revolución para un desmaquillado cuidado de la piel y las pestañas, un básico para la rutina diaria”, opina su creadora.
“Todos ellos son productos completamente naturales que emplean los beneficios de cada ingrediente para cuidar la piel. Además, son fondos de armario de uso unisex y básicos para potenciar otros productos”. Se venden online y en sus propios centros de Barcelona.
Acabamos preguntándole a la experta: recibir la recomendación de un producto creado por su propia esteticista, ¿es mayor garantía de calidad, seguridad y eficacia para el cliente, a la hora de elegir frente a otras marcas? “Un diagnóstico previo realizado por una esteticista es la clave para poder recomendar los dermocosméticos ideales para cada cliente”, sostiene Giralt.
SO SILVIA OLIETE – Una rutina minimal de lujo
Hace 25 años que Silvia Oliete, fundadora y directora de los institutos de belleza Blauceldona, en Barcelona, es esteticista y empresaria. En 2021 creó SO Silvia Oliete, con la misma filosofía de su trabajo diario: “ofrecer el mejor cuidado a la piel con una visión profesional en fórmulas de una cosmeticidad exquisita, en las que no he reparado en gastos y que se han podido materializar gracias al trabajo de los mejores laboratorios y formuladores”, sostiene.
Es una línea sencilla en la que se han querido primar productos de gran efectividad para minimizar la rutina, pero sin dejar de perseguir los mejores resultados, “y que su uso se convierta en un gesto placentero y lujoso”. En total son siete referencias: una crema, un sérum, tres limpiadores, un tónico y un perfume, todos con packaging blanco, minimalista y elegante.
Ya está a punto el lanzamiento de una nueva versión más rica y nutritiva de la crema, destinada a pieles más exigentes o maduras, y se está trabajando en un contorno de ojos. De todos ellos, el favorito de las clientes es el sérum, “ya que es increíble su poder de hidratación y se puede incluir en cualquier rutina que ya tengamos y conseguir resultados aún mejores”, explica ella.
“Creo que todas las líneas profesionales tienen algo muy especial y es la traducción personal e intransferible de la propia experiencia personal”
El lanzamiento de SO Silvia Oliente no fue fruto de una decisión de última hora. La esteticista siempre quiso materializarlo, “quizás porque trabajando a diario en infinidad de pieles puedes ver lo que funciona y lo que no, a lo que se fidelizan las personas, ya sean de procurarse muchos cuidados o ninguno. Creo que todas las líneas profesionales tienen algo muy especial y es la traducción personal e intransferible de la propia experiencia personal”.
El proceso de creación y desarrollo fue largo y bastante tedioso, admite. Desde que empezó a trabajar mano a mano con el laboratorio hasta que lanzó el primer producto, precisamente el sérum, pasaron varios años. “Elegí un laboratorio radicado en Valencia especializado en crear cosmética profesional, con activos vanguardistas y unos estándares de calidad inmejorables. Es un trabajo que a veces te irrita, porque quieres avanzar más rápido de lo que las pruebas y los cambios y mejoras te permiten, pero hay que ser paciente y entender que para conseguir lo mejor, a veces los tiempos no los dictas tú. Lo más difícil del proceso han sido las idas y venidas. No precisaría un punto concreto porque en realidad hay cosas difíciles en todos los pasos, tanto en las fórmulas como en su textura, aroma o en el propio packaging, que también impone retos importantes en la creación de una marca cosmética”.
Pero, ¿por qué crear una nueva firma cosmética cuando hay tantas en el mercado y muchísimas de alta calidad? “Yo llevo trabajando con las mejores marcas del mercado 25 años y, aunque hay productos absolutamente excepcionales, muchas veces la gente se confunde y recurre a productos que han visto o les ha recomendado una amiga, no siendo realmente eficaces e ideales para sus necesidades. Cuando hablamos de una línea como esta, lo hacemos sobre productos creados sabiendo que es lo que realmente funciona más allá de ensayos en laboratorio; que garantizan que se da respuesta a lo que la gente realmente necesita y que les hace fidelizarse, usarlos convenientemente y, por tanto, conseguir resultados”, indica Oliete.
NASEI – Cosmética tradicional ecológica
A menos de veinte minutos de Bilbao, en Amorebieta, ubicada en un entorno verde, nació en 2008 la marca Nasei, en principio como un salón de belleza de experiencia única en plena naturaleza. Sus creadoras, las hermanas Lorena y Celia Aviñón, pronto echaron en falta la existencia de cosmética orgánica, que aún no tenía el auge actual, pero de la que sí existía demanda. Así nació su propia línea, en un principio únicamente con la idea de utilizarla en los tratamientos estéticos faciales y corporales de cabina.
“Empezamos elaborando sérums y bálsamos a base de aceites vegetales que comprábamos a maestros aceiteros andaluces y valencianos, como la oliva, almendra y avellana. Lo mismo hicimos con la búsqueda de aceites esenciales a diferentes agricultores locales, donde encontramos un arsenal maravilloso de norte a sur: eucalipto, pino, romero, espliego y salvia, entre otros”, recuerda Lorena. Su filosofía se basa en utilizar ingredientes naturales del entorno basándose en fórmulas tan antiguas como efectivas. “Se trata de combinar los conocimientos ancestrales con un guiño moderno que se adapta a las necesidades cutáneas actuales”. Unas modernas curanderas de la piel.
Era un trabajo complicado porque había muy poca oferta, y eso les llevó a un sesudo proceso de investigación. “Nos hemos nutrido del gran aprendizaje que hemos adquirido sobre la botánica de este país“, dice. Las primeras fórmulas tuvieron un gran éxito entre las clientas, no solo por los beneficios cosméticos sino por el gusto sensorial de las texturas y aromas de plantas y flores con las que estaban formuladas. “Nos pedían estas mezclas para cuidar la piel
en su casa y, como no podíamos envasarlas por razones sanitarias, nos lanzamos a la idea de crear la firma cosmética como hoy se la conoce, Nasei”.
“Con Nasei queremos honrar a las antiguas esteticistas que únicamente usaban cosmética local e ingredientes de nuestra tierra y obtenían resultados maravillosos en la piel”
Empezar de cero no fue nada sencillo. “Partes de que no hay información suficiente y te encuentras perdida en muchas ocasiones, pero a base de insistir, de movernos mucho, y gracias a nuestra mente inquieta, lo conseguimos – rememora Lorena–. Primero nos documentamos e investigamos para recopilar referencias sobre fitoterapia y sus propiedades en la piel”. Ambas hermanas, esteticistas, habían estudiado aromaterapia y cosmetología, lo que completaron con formación como técnicos de laboratorio para aprender a formular debidamente.
Así, Nasei está diseñado íntegramente por Celia y Lorena, desde la elección de los ingredientes, pasando por el envase. Cuenta con más de 20 referencias, que pretenden cubrir todas las necesidades de la piel: limpiadores y desmaquillantes, tónicos, sérums, mascarilla, exfoliante, crema y contorno de ojos, pasando por una colección capilar, corporal e incluso para el hogar. Todas son 100 % vegetales y basadas en los principios de la aromaterapia. El bestseller de la marca, año tras año, es una crema de geranio, lavanda y rosa. “Se trata de la única crema facial que tenemos, pero que cubre todas las necesidades cutáneas de cada persona. Digamos que la propia crema crea crema, se adapta, aportando el extra de hidratación o nutrición que la piel necesita en cada momento”.
Con envases de vidrio y etiquetas biodegradables, de packaging sencillo y con el rosa preferido de las hermanas como característica, la marca sigue creciendo en referencias año tras año. En la actualidad está a punto de lanzarse un tónico para pieles sensibles, al tiempo que se están terminando las pruebas de un cosmético para el verano que haga la vez de aftersun y reparador cutáneo. Los productos se pueden comprar en la tienda online y en el propio centro de Amorebieta.
Muchos de los lanzamientos nacen de la propia demanda que se detecta entre sus clientas. “Nos gusta escuchar sus propuestas y, cuando vemos que son factibles, nos lanzamos a ello. No siempre es inmediato, pues para cada lanzamiento tardamos una media de uno a dos años debido a todas las pruebas que hacemos de resultados en la piel, texturas y aromas”.
Desde que nació la marca, la explosión por la cosmética natural ha sido gigante, y ahora hay cientos de productos con esta filosofía en el mercado. ¿Qué tienen las fórmulas Nasei que no tengan otras marcas? “El 95 % de la materia prima proviene únicamente de agricultores nacionales. Hemos hecho una apuesta muy fuerte por el made in Spain, no solo por el apoyo de brindar nuestro granito de arena en promocionar nuestra botánica, también porque creemos que cuidarnos con lo que nos rodea es parte de nuestra cultura. Se trata de honrar el legado tradicional que hemos heredado de abuelas, de las personas con conocimientos en herboristería y alquimia, pero sobre todo de las antiguas esteticistas que únicamente usaban cosmética local e ingredientes de nuestra tierra y obtenían resultados maravillosos en la piel. Es otra forma de sentir”, asegura Aviñón.
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