El equipo del centro Oxigen de Barcelona recomienda sencillos hábitos que todos podemos seguir desde nuestros hogares y que contribuirán a crear la rutina que nos ayude a hacer más llevadero el día a día, además de promover nuestro cuidado personal, para dar continuidad a los resultados logrados en Oxigen.
ALIMENTACIÓN:
Salir de nuestra rutina permaneciendo en casa todo el día nos hará sentir desubicados. Para evitar comer por aburrimiento, debemos mantenernos fieles a nuestros horarios habituales de desayuno, comida y cena, parando en cada ocasión como de costumbre. Intentemos evitar en la medida de lo posible darnos carta blanca para picar entre horas y/o elegir alimentos procesados a modo de gratificación.
Si aun así este cambio de rutina nos lleva a tener más hambre, podemos elegir opciones saludables como palitos de zanahoria, pepino, apio o trozos de manzana verde con piel. También recomendamos tomar también infusiones o caldo depurativo a lo largo del día, porque las bebidas calientes tienen efecto saciante sobre el organismo.
ACTIVIDAD FÍSICA:
Estar todo el día en casa no nos permitirá ejercitarnos mucho, de modo que debemos regalarnos al menos 30 minutos de ejercicio. Podemos hacer abdominales, sentadillas, caminar o simplemente poner una música que nos alegre y bailar. Esto nos ayudará no solo a quemar calorías y a oxigenar los músculos, sino que liberaremos endorfinas que calmarán nuestra ansiedad y nos harán sentir más relajados y felices, además podemos hacerlo solos o en compañía.
BELLEZA FACIAL:
En primer lugar, estar confinados en casa no debe ser sinónimo de cambiar nuestras rutinas de higiene básica: ducha, lavado del cabello, higiene bucal y cuidado de las uñas.
Además, no es buen momento para alejarnos de nuestros cuidados de la piel, ya que, aunque tendremos una agresión de los agentes exteriores y los rayos UV mínima, nuestra piel sigue precisando de limpieza, hidratación y nutrición.
Debemos huir de “aprovechar la tesitura” para probar nuevos productos, trucos caseros, etc. porque la posibilidad de tener una reacción adversa es alta, y no es el mejor momento de visitar al dermatólogo. Procuremos no cambiar nuestros productos habituales de cuidado facial y corporal, y no abusemos de las mascarillas faciales por el hecho de tener más tiempo, ya que podrían desequilibrar nuestra piel.
Sin embargo, podemos regalarnos dos veces por semana un tratamiento facial completo.
1 – Limpia tu piel con una leche limpiadora suave, o con tu producto de limpieza habitual adaptado a tu tipo de piel.
2 – Exfoliación y mascarilla adaptados al tipo de piel:
- Pieles mixtas y grasas y/o jóvenes: Realizar una exfoliación con un exfoliante de granillitos suaves, y si no lo tenemos, realizar suaves barridos en el rostro con la toalla, como si nos la estuviésemos secado, para realizar una exfoliación a la japonesa. A continuación, aplicaremos una mascarilla purificante.
- Pieles secas, sensibles y/ maduras: Realizar suaves barridos en el rostro con la toalla, como si nos la estuviésemos secado, para realizar una exfoliación a la japonesa. A continuación, aplicaremos una mascarilla hidratante/nutritiva.
3 – Terminaremos la rutina con la aplicación denuestros tónico, serum, contorno de ojos y crema hidratante habituales.
En caso de pieles muy secas y demandantes, tras la crema, aplicaremos unas gotas de aceite nutritivo. Este, sellará la hidratación aportada por el resto de productos, suavizará la capa córnea y la reparará gracias a las ceramidas y omegas naturalmente presentes en los aceites botánicos.
BELLEZA CORPORAL:
En cuanto a la piel del cuerpo, seguiremos aplicando nuestras cremas hidratante habituales tras la ducha, y antes de dormir si es muy seca, y/o e las zonas más demandantes antes de acostarnos: cuello, codos, rodillas…
Si necesitamos lavarnos las manos muy a menudo incluso estando en casa, y/o utilizamos geles desinfectantes, debemos aplicarnos un poco de crema siempre a continuación. Las palmas de las manos están muy queratinizadas y su piel engrosada, sin embargo, cada vez que las lavamos también agredimos y resecamos su reverso, una piel fina, sin glándulas sebáceas y propensa a mostrar signos de envejecimiento. Si vemos que nuestras manos se resienten visiblemente por esta repetición de lavados, podemos dormir con guantes sobre una buena cantidad de crema hidratante.
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