Este año no queremos que se nos eche el tiempo encima. Debemos tener la mente puesta en los meses de calor e ir preparando nuestro cuerpo para ellos. Los tratamientos corporales funcionan: eliminan grasa, reducen centímetros y compactan la piel, evitando que se marquen los michelines. Pero no de la noche a la mañana. Tenemos que educar en el cuidado constante y, cuando vengan las clientas con prisas, decirles: “¡que no te vuelva a pasar!”
Por Mayte Martínez
A casi todas las mujeres les lucir en ocasiones especiales ese traje de sirena, ajustado a las caderas, con los hombros al aire, espaldas abiertas o faldas largas con rajas que dejan las piernas casi al descubierto. Por desgracia, cuando hace años que has superado la década de los 20, no es fácil lucir esos vestidos sin dejar vislumbrar rollitos en la cintura, cartucheras más marcadas de lo que nos gustaría, brazos tirando a flácidos o flancos poco tersos. Son problemas que, cuando no son exagerados, tienen fácil solución, pero no instantánea: requieren tratamientos de varias semanas para conseguir resultados francamente espectaculares. ¿El remedio? Hacer que se pongan las pilas desde ya y, si no llegan perfectas al traje de fiesta, al menos sí mejoradas y con la convicción de que “el año que viene, esto no me pasa”.
Y, ¿cuáles son los tratamientos para lucir el mejor traje sin rollitos, celulitis visible, alas de murciélago o barriguita? Repasamos los últimos protocolos para un cuerpo de sirena.
Radiofrecuencia monopolar
Mejora el aspecto de la celulitis y la flacidez de los tejidos. La energía RF de temperatura controlada aumenta la circulación y la vascularización del tejido, lo que proporciona un mejor suministro de nutrientes y oxígeno, mejorando la producción de colágeno. Permite una transmisión segura y cómoda de la energía en la piel (dermis y subcutánea), lo que produce la contracción del colágeno y un cambio inmediato en la apariencia de la piel. Durante el tratamiento se desencadena una respuesta secundaria que resulta en la producción de nuevo colágeno y elastina, lo que consigue una piel más firme con una reducción evidente en la aparición de flacidez y piel de naranja y un aspecto rejuvenecido tras 2 a 4 semanas de tratamiento.
En el cuerpo, podemos tratar desde el cuello a las rodillas pasando por escote, estómago, flancos (espalda), nalgas, muslos, rodillas, brazos (cara interna y externa).
Con la intervención de los ultrasonidos
Podemos aumentar los efectos de la radiofrecuencia alternando sesiones con ultrasonidos cavitacionales, ondas que ocasionan la generación de micro burbujas con el fin de que éstas implosionen y se conviertan en líquido, que será posteriormente eliminado de manera eficiente por el organismo.
Produce una reducción del tejido adiposo y mejora la circulación y microcirculación sanguínea, además de una contracción y actividad muscular notable. Y para finalizar, se emiten ondas electromagnéticas que favorecen una contracción volumétrica de la piel, estimulando la formación de nuevo colágeno, mejorando así su grosor y alineación. Además, se consigue una notable disminución de los nódulos de la celulitis.
Crioterapia
Elimina la grasa acumulada con resultados definitivos remodelando completamente la figura. Es la alternativa no quirúrgica a la liposucción, sin quirófano, sin anestesia, sin agujas. Elimina también las células grasas y estas no vuelven a regenerarse en la vida adulta. Puede tratarse abdomen, flancos, espalda, brazos, cartucheras, cara interna de muslo, banana subglútea, rodillas y papada.
Ondas acústicas
Son la solución al problema de grasa y flacidez en los brazos en cinco semanas, con una pauta de una sesión por semana. Un sistema indoloro, no invasivo, con resultados que perduran en el tiempo. Solo hacen falta seis minutos por cada sesión en cada brazo para reducir la circunferencia en cuanto a perímetro y dar mayor elasticidad y tersura a la piel, a los tejidos, y trata la piel de naranja.
Los brazos suelen verse afectados por la celulitis cuando existe sobrepeso, porque la grasa se acumula en su cara interior y, debido al movimiento, se descuelga con facilidad. Además se añaden otras alteraciones como dolor, hipersensibilidad, calambres o falta de fuerza. Una vez finalizado el tratamiento completo, el efecto sigue mejorando, ya que la energía de las ondas acústicas reinicia el metabolismo de las células y tejidos, así como de los músculos, incluso transcurridos un par de meses, aunque los resultados son visibles desde la primera sesión.
También para las rodillas
A veces, los kilos de más se fijan sobre la rodilla, en los laterales, marcando como una pestaña o bolsa de grasa, que puede ser también de celulitis. La rodilla es una articulación muy funcional, que está en continuo movimiento, tiene multitud de ligamentos y a la vez es el punto de unión de los músculos de la pierna y de los muslos. Por ello exige un aporte sanguíneo considerable. Cualquier obstáculo, por pequeño que sea, frenará el aporte nutritivo, el drenaje y la circulación de retorno y, como consecuencia, se acumulan toxinas, la zona se hincha, se produce retención de líquidos y forma ese pequeño depósito de grasa encima de la rodilla que puede llegar a tener dimensiones considerables, desdibujando su forma y restándole flexibilidad.
Las ondas acústicas trabajan en profundidad, drenan la retención de líquidos, disminuyen la hinchazón, tratan la grasa y también la celulitis localizada. Pero, además, tienen un efecto tensor que deja la zona totalmente lisa y bien dibujada. En cincos sesiones de 12 minutos, una por semana, se trata la grasa y celulitis de toda la zona de la rodilla de manera indolora, sin contraindicaciones.
Maderoterapia
Es un tratamiento remodelador “cañero”, no recomendable si tu clienta es un poco quejica. Pero los resultados son increíbles y visibles desde la primera sesión. Logra una reducción de volumen, definición del contorno, alisa y reafirma la piel de naranja y ayuda a eliminar los depósitos de grasa localizada en la zona de las cartucheras, brazos, rodillas, subglúteos, abdomen y flancos, con el plus de que los volúmenes del cuerpo se “recolocan”. Consiste en un masaje enérgico (para movilizar grasas) usando utensilios de madera, con diferentes tamaños y formas que se adaptan por completo a la fisionomía de quien recibe el tratamiento.
El masaje se realiza con productos drenantes, anticelulíticos, reafirmantes, especialmente indicados para potenciar la producción de elastina y colágeno y mejorar el aspecto de la flacidez de la piel y del tejido en general. El protocolo tiene una duración de 60 minutos y los resultados se aprecian desde la primera sesión, pero para obtener unos beneficios duraderos y 100% efectivos, se necesitan un mínimo de seis sesiones, una por semana.
PASO A PASO
- El tratamiento empieza con un masaje détox con un gel limpiador en muslos, primero en una pierna y luego en la otra, hasta llegar a los pies.
- Se realizan maniobras anticelulíticas y drenantes con un gel osmótico que ayuda a activar el sistema linfático, para posteriormente pasar las maderas de forma activa.
- Se masajea la zona con una técnica détox para facilitar el drenaje.
- Se aplica un sérum refirmante con un masaje para ayudar a la absorción de los principios activos.
- Se realiza el mismo proceso en abdomen, brazos y en el lateral de ambas piernas.
- En la zona del glúteo se incide activamente para conseguir un levantamiento a nivel muscular.
- Para finalizar, se realiza un masaje drenante de piernas y abdomen.
Combo de tratamientos estratégicos
Son muchos los tratamientos, protocolos y aparatología que podemos poner en marcha para reducir volumen corporal, acelerar la quema de grasas, acabar con la flacidez, disminuir la celulitis y afinar la silueta para conseguir una piel de aspecto firme y tonificado. Por eso, lo mejor es un protocolo totalmente personalizado donde valores las necesidades de cada cuerpo y los objetivos a los que quiere llegar cada una.
Haz siempre un buen diagnóstico y evaluación corporal para poder definir el número de sesiones. Además, es buena idea contar con un equipo nutricionista para ayudar a la clienta a compaginar alimentación y tratamiento para un cuerpo perfecto, sano y nutrido.
Otros que también funcionan
Además de las técnicas mencionadas, podemos incluir:
Presoterapia. A través de una envoltura, utilizas la presión de aire de forma personalizada para realizar un efecto de compresión que active el sistema linfático a modo de masaje, generando un drenaje que elimine los líquidos, grasas y toxinas acumuladas en el organismo.
Ultrasonidos focalizados. Rompen la grasa y la celulitis compactada. Con este sistema lo que se consigue es pasar la grasa de sólido a líquido para así eliminarla por vía natural.
Tecnología de inducción electromagnética focalizada de alta intensidad (HIFEM). Procedimiento indoloro no invasivo que permite desarrollar músculo y quemar grasa de manera simultánea. Produce una contracción potente del músculo (abdomen glúteos, brazos, piernas). En cada sesión se producen unas 20.000 contracciones musculares, que consiguen una remodelación profunda, dando volumen y densidad del músculo. Se dan cuatro sesiones de 30 minutos, y los resultados se aprecian desde el primer tratamiento.
Vacumterapia rotatoria asociada a radiofrecuencia tetrapolar. Moviliza las grasas corporales y oxigena el tejido. Reduce volumen y flacidez, retención de líquidos y toxinas.
Luz infrarroja. Ayuda a liberar toxinas, mejora la calidad de la piel y su nivel de hidratación, posee una potente acción drenante, ayuda a reducir el sobrepeso y la celulitis, mejorando la circulación sanguínea.
Envolturas. 100% manual. Trabaja con extractos de plantas y algas, aceites esenciales, una alta concentración en cafeína y termoagentes calientes y fríos con los que masajear enérgicamente todo el cuerpo con movimientos drenantes para favorecer el retorno linfático y potenciar la activación de las zonas donde se acumula la celulitis. Un film osmótico maximiza el trabajo de las fórmulas. Tras la sesión, se consigue una reducción notable de contorno, piel más lisa y una figura remodelada. Los activos continúan actuando horas después de su aplicación.
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