De un tiempo a esta parte, las esencias proliferan y no termina de quedar claro si son iguales o diferentes de los tónicos y, lo más importante, si son o no tan maravillosas como se preocupan en vender.
En el universo de la cosmética, donde las rutinas de cuidado de la piel se vuelven cada vez más sofisticadas, los productos se multiplican, a veces confundiendo al consumidor sobre cuál es su función exacta y cuáles son imprescindibles en su rutina diaria. En este contexto, las esencias han ganado popularidad, especialmente influenciadas por la cosmética coreana, pero a menudo se confunden con los tónicos. Entonces, ¿son realmente diferentes? ¿Deberías usar ambos? Aquí te ayudamos a despejar las dudas.
¿Qué es un tónico y por qué usarlo?
Hasta hace no mucho tiempo, los tónicos se utilizaban erróneamente como un paso final en la limpieza, para eliminar cualquier resto de suciedad que el limpiador pudiera haber dejado. Sin embargo, esto ha cambiado, y hoy entendemos que la verdadera función del tónico es, como su nombre indica, tonificar la piel. Este paso ayuda a equilibrar el pH, preparándola para absorber mejor los productos que se aplican posteriormente, como sérums y cremas.
Estefanía Nieto, directora dermocosmética de Medik8, afirma que “aunque el tónico no es un producto imprescindible para todas las pieles, su uso es altamente recomendable”. En pieles normales, ayuda a potenciar los efectos de los demás productos en la rutina. Además, Mireia Fernández, directora dermocosmética de Boutijour, añade que tonificar “equilibra los niveles de pH e hidratación de la piel, mejorando su permeabilidad”. Esto significa que los productos aplicados después serán más efectivos.
El tónico se vuelve particularmente importante en pieles sensibles, que pueden irritarse fácilmente durante la limpieza. Natalia Abellán, directora dermocosmética de Rosalique, destaca que “en estos casos, tonificar puede devolver la calma a la piel tras el proceso de limpieza, que a menudo es agresivo para las personas con pieles reactivas.”
Esencias: el paso revolucionario de la cosmética coreana
Con la irrupción de las esencias en el mercado, inspiradas en las rutinas de belleza coreanas, surge la pregunta: ¿son estas esencias una mejora o un reemplazo de los tónicos? Marta Agustí, directora dermocosmética de Omorovicza, nos aclara que, aunque una esencia puede sustituir a un tónico, lo contrario no es posible. “Las esencias son fórmulas más complejas y ricas en activos que suelen ofrecer beneficios adicionales, como la hidratación profunda, la mejora de la textura de la piel y el tratamiento de problemas específicos.”
Lara González, cosmetóloga en Byoode, señala que las esencias a menudo combinan las funciones de un tónico y un sérum en un solo producto, lo que las convierte en una opción versátil y eficiente para quienes buscan simplificar su rutina sin sacrificar resultados. Isabel Reverte, directora dermocosmética de Ambari, añade que las esencias “no solo tratan preocupaciones concretas, sino que acondicionan la piel a un nivel más profundo”.
¿Cuándo elegir un tónico y cuándo una esencia?
Decidir entre un tónico y una esencia depende en gran medida de las necesidades de tu piel y de cuántos pasos estás dispuesto a incluir en tu rutina diaria. Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD, sugiere que, si hay dudas, “la esencia es siempre la respuesta, porque es más completa en cuanto a las soluciones que aporta y puede tratar tanto problemas específicos como generales, como la hidratación y la tonificación”. Además, su versatilidad la hace ideal para personas con poco tiempo o para quienes prefieren rutinas más simplificadas, ya que puede cumplir con las funciones de un tónico, un pre-sérum y hasta un sérum.
Por otro lado, si tu rutina es más extensa y buscas un producto que ofrezca una acción específica como exfoliar o equilibrar la piel tras la limpieza, un tónico puede ser la mejor opción. Estefanía Nieto de Medik8 comenta que “los tónicos que contienen ácidos exfoliantes pueden ser muy efectivos para tratar afecciones de la piel y renovarla, mientras que otros pueden simplemente ayudar a equilibrar la piel antes de aplicar otros productos”.
En resumen, tanto los tónicos como las esencias tienen su lugar en una rutina de cuidado de la piel, pero su elección depende de las necesidades individuales y las preferencias personales. Mientras que los tónicos son ideales para quienes buscan equilibrar y preparar la piel para los tratamientos posteriores, las esencias ofrecen una solución más completa, aportando hidratación, tratamiento y acondicionamiento profundo. Sea cual sea tu elección, lo importante es entender las necesidades de tu piel y adaptar tu rutina para obtener los mejores resultados posibles.










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