Reseteo otoñal

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En estos meses, la piel vive una etapa peculiar, en la que aún acumula los efectos del verano, pero ha de prepararse para los del invierno. Es como un “entretiempo” cutáneo que las profesionales deben saber atender adecuadamente. Vemos cómo se debe hacer, en teoría, y cómo lo llevan a la práctica algunas profesionales con sus protocolos propios.

El verano deja recuerdos maravillosos, sí, pero también una piel más apagada, con manchas, deshidratada y menos firme. “El sol, el cloro de las piscinas, la sal del mar y los cambios de rutina aceleran el envejecimiento cutáneo más de lo que imaginamos. La piel pierde agua, se acumulan radicales libres y aparecen esas líneas de expresión que antes no estaban”, nos explica Juana María López, responsable de Saule Beauty, centro de estética de Alicante.

Este es el rastro del verano; pero es que, además, la piel empieza a sufrir también los efectos del cambio de estación. “En esta época del año, es común que la piel sufra por los cambios de temperatura y la disminución de la humedad ambiental. Esto puede provocar sequedad, descamación y pérdida de luminosidad”, añade la Dra. Lucía López, de Durando Medicina Estética, en Madrid. “Es fundamental ‘salvar’ nuestra piel de la deshidratación y protegerla del daño ambiental. Prepararla es esencial para mantener su salud y apariencia, ya que una piel bien cuidada es más receptiva a tratamientos y cosméticos”, continúa. Si queremos, como dice López, “salvar” a la piel e impedir que acumule daños y se muestre realmente reactiva y más difícil de tratar, hay que tomar cartas en el asunto; tanto en casa, como en cabina.

Preparar el terreno

Para poder tratar la piel en cabina, la piel debe estar preparada. Y, al contrario, para que los beneficios de los tratamientos en el centro perduren, es fundamental un cuidado posterior diario. El bienestar cutáneo debe entenderse como una carrera de fondo, en la que debe avanzarse día a día.

En casa, la doctora López recomienda “una rutina de cuidado que incluya limpieza suave, exfoliación semanal, hidratación profunda y la aplicación de protector solar todos los días”. También considera importante reforzar hábitos como la ingesta adecuada de agua, el uso de productos que contengan ingredientes humectantes como el ácido hialurónico y la vitamina E, y la incorporación de sérums que aporten antioxidantes para combatir el estrés oxidativo, así como “considerar el uso de aceites naturales para nutrir la piel y mejorar su barrera cutánea”.

Reseteo Otonal

Profundidad controlada

En el centro de estética o la clínica médico-estética, los profesionales pueden abordar los problemas habituales de esta etapa (deshidratación, descamación, irregularidades en el tono o la textura de la piel, falta de luminosidad…) de una forma más profunda y dirigida. Por ejemplo, en clínica, “los tratamientos de hidratación profunda, como los rellenos de ácido hialurónico y las mesoterapias, son muy recomendables”, indica López. También las técnicas de microdermoabrasión y los peelings químicos pueden ser efectivas para eliminar las células muertas y preparar la piel para los meses venideros. En cuanto a aparatología, “el uso de láseres fraccionados y radiofrecuencia para mejorar la textura y firmeza de la piel es altamente eficaz”.

Una vez aclarada la teoría; veremos, a continuación, cómo la llevan a la práctica algunas profesionales de estética, que comparten con vuestra revista los protocolos de autor que han diseñado, concretamente, para esta época del año.

Renovación cutánea de otoño

Gloria Prats

Glòria Estètica Correctiva Integral – @gloria_estetica_nutricio_salut

Glòria Prats, esteticista de El Pla de Santa Maria, en Tarragona, comparte uno de sus protocolos personales, un tratamiento corporal integral de 75 minutos que combina exfoliación, nutrición y masaje para preparar la piel ante los cambios de estación.

En respuesta a las necesidades del otoño, Glòria Prats ha creado un ritual de autor orientado a acompañar el proceso natural de depuración, fortalecer el sistema inmunitario y nutrir la piel. La combinación de sus maniobras de masaje corporal, los aceites vegetales tibios y esencias de la temporada ofrece una experiencia que integra bienestar físico y armonía emocional. Este ritual busca proporcionar un momento de relajación e invita a renovar y preparar el cuerpo para los meses más introspectivos del año.

Así se hace

Paso 1

Bienvenida y conexión (5 min). Recibimos al cliente con aromas cálidos (naranja, canela o cedro), dándole a escoger mediante el olor y la conexión del mismo para crear un ambiente en la cabina que le transporte al otoño. Le ofrecemos unos minutos de silencio.

Paso 2

Exfoliación purificante (15 min). Se aplica un exfoliante natural en todo el cuerpo con movimientos circulares suaves, estimulando la circulación y favoreciendo la eliminación de las células muertas. “Desprenderse de lo viejo”; en sintonía con el ciclo natural de la estación.

Paso 3

Retiro con toallas calientes (5 min). Retiramos el exfoliante generando una sensación de limpieza profunda y confort. Este gesto prepara la piel para recibir mejor la nutrición posteriormente.

Paso 4

Masaje nutritivo de temporada (40-45 min). Con un aceite tibio y enriquecido con esencias otoñales (almendras dulces, aguacate o soja, según el estado de la piel) se realiza un masaje integral en tronco central y extremidades, terminando por los dedos de pies y manos. Se trata de maniobras largas y envolventes, amasamientos profundos y ligeras presiones en puntos energéticos –plexo solar y algunos puntos de auriculoterapia y reflexología, según las necesidades– para fortalecer el equilibrio interno.

Paso 5

Integración y cierre de masaje (10 min). Finalizamos con un contacto consciente en el área del corazón y el abdomen, invitando a la respiración profunda y sugiriendo al cliente visualizar la caída de las hojas como símbolo de soltar y abrir un espacio a lo que esté por venir.

Paso 6

Infusión y agradecimiento (5 min). Terminamos ofreciendo una infusión con especias de otoño (canela, jengibre o clavo) y compartimos unas palabras de gratitud, invitando al cliente a prolongar su estado de bienestar. Al finalizar, la piel se sentirá profundamente nutrida, suave y revitalizada, lista para soltar lo viejo y dar la bienvenida a lo nuevo.

Vital Detox

Raquel Leon Custom Beauty – @raquelleoncustombeauty

Este protocolo integral, diseñado por Raquel León, esteticista de Madrid, tiene un doble objetivo: el reinicio celular y energético tras el verano. Regenera, oxigena e hidrata en profundidad los tejidos, devolviendo equilibrio, luminosidad y vitalidad para cambiar de estación con una intensidad renovada.

Raquel Leon

El verano, aunque revitalizante, somete a la piel, al organismo y a la mente a factores de estrés: radiación UV, deshidratación, acumulación de toxinas y radicales libres. “Durante esta época solemos funcionar desde el hemisferio izquierdo —el de la razón, la estructura y el control—, pero es momento de reconectar con el hemisferio derecho: el del disfrute, la sensibilidad y la emoción”, afirma la propietaria de Raquel Leon Custom Beauty. Este tratamiento, exclusivo de su centro, nace para contrarrestar estos efectos mediante un abordaje sinérgico que actúa sobre cuerpo, rostro y mente.

Paso a paso

Paso 1

Cuidar la cabina. Cada detalle cuenta: la elección de la luz, la temperatura, los aromas y la suavidad de las toallas crea un entorno sensorial que invita a perder la noción del tiempo.

Paso 2

Diagnóstico personalizado. Cada sesión comienza con una evaluación para identificar las necesidades específicas de la piel, que tras el verano suele presentarse desvitalizada, deshidratada, engrosada y sensibilizada. Recibimos a la clienta con un aroma de naranja y sándalo y unas respiraciones guiadas para bajar el ritmo y oxigenar el organismo.

Paso 3

Fase detox corporal… El cuerpo se somete a un drenaje linfático mediante una envoltura remodelante, enriquecida con fucus, aceite esencial de naranja y pimienta, con propiedades drenantes y tonificantes. Posteriormente, y para la experiencia desde el primer momento, la clienta permanece 30 minutos en el saco sauna de infrarrojos, favoreciendo la eliminación de toxinas, la remineralización y la oxigenación celular.

Paso 4

… Y facial. Mientras actúa la envoltura corporal, iniciamos el tratamiento facial con una doble limpieza: primero una textura oleosa para masajear y drenar el tejido, seguida de una fórmula jabonosa con alfahidroxiácidos, libre de SLES. Un tónico rico en prebióticos equilibra la microbiota cutánea e hidrata la piel desde el primer instante. La exfoliación se adapta a cada tipo de piel: enzimática, con extracto de nopal, ideal para pieles frágiles; o una química, más profunda, con ácido glicólico, tartárico, málico y salicílico.

Paso 5

Reset avanzado. Aplicamos un concentrado específico en función del estado de la piel: o bien un booster hidratante, descongestivo, con vitamina E, manteca de karité, niacinamida, aloe vera y pantenol, para pieles deshidratadas o fatigadas; o uno purificante, con ácido salicílico, niacinamida, extracto de hinojo, diseñado para pieles engrosadas. Un masaje drenante y oxigenante reducirá la inflamación y preparará el rostro para recibir una mascarilla de alginatos con espirulina muy revitalizante, que sella el tratamiento, descongestiona el tejido y aporta un efecto lifting y calmante.

Paso 6

Drenaje final. Mientras actúa la mascarilla facial, retiramos la envoltura con manoplas calientes y aromatizadas con el aceite esencial de naranja, secamos suavemente y realizamos un masaje moldeador y esculpidor con aceite detoxificante para activar la microcirculación y potenciar los efectos de tratamiento.

Paso 7

Protección y sellado. Finalizamos aplicando una emulsión rica en niacinamida y antioxidantes, que neutralizan radicales libres, unifican el tono y refuerzan la barrera cutánea. Como cierre, ofrecemos al cliente una infusión de jengibre, prolongando la sensación de bienestar desde el interior.

Camino de Luz

Verite

Verité – @verite_esteticaavanzada

Este ritual de 90 minutos combina técnicas ancestrales y holísticas con cosmética avanzada, logrando una piel oxigenada, libre de toxinas e intensamente hidratada, mientras la clienta experimenta un viaje sensorial hacia la calma y el equilibrio interior.

Camino de Luz es un facial holístico que nace con la intención de ir más allá de la belleza visible: su propósito es elevar tanto la piel como los sentidos, reconectando con la esencia femenina desde un espacio íntimo y cuidado. “Es una experiencia única creada con amor, diseñada para transformar la piel y despertar lo más profundo de nuestro ser”, dice su creadora, Stephanie Tabarez, del centro de estética avanzada Verité, en Barberà del Vallès (Barcelona).

Paso a paso

Paso 1

Bienvenida sensorial. La experiencia comienza con la elección de un aceite esencial, según el estado emocional de la clienta: relajante o activador. Tras tres inhalaciones profundas, se inicia el ritual con una limpieza suave de pies y manos mediante toallas calientes impregnadas en la esencia elegida. Se completan seis maniobras de estiramiento de la fascia, que preparan cuerpo y mente para entrar en un estado de profunda relajación.

Paso 2

Limpieza y tonificación. Se realiza una limpieza suave con leche limpiadora y, posteriormente, se tonifica, preparando la piel para recibir los siguientes activos.

Paso 3

Exfoliación y relajación. Aplicamos una exfoliación media a base de algas y peeling enzimático, activado mediante un masaje de 5 minutos. A continuación, un exfoliante suave de AHA al 10 % actúa durante 10 minutos, tiempo en el que se trabaja un masaje relajante de brazos, cuello, escote y cervicales, invitando a la clienta a soltar tensiones y conectar consigo misma.

Paso 4

Nutrición con vitaminas. Tras tonificar, se aplican cócteles de liposomas personalizados según las necesidades de la piel. Los activos principales incluyen ácido hialurónico, vitaminas E, A y C, lípidos, urea y glucosamina, que se masajean hasta su total absorción, aportando jugosidad y revitalizando la piel.

Verite
Reseteo Otoñal 10

Paso 5

Mascarilla e instrumentos holísticos. Se aplica una mascarilla de liposomas y ceramidas que actúa durante 20 minutos. En este tiempo, la atmósfera se transforma: suaves sonidos de cuenco tibetano acompañan un masaje con piedra gua sha y otros instrumentos, trabajando el óvalo facial, elevando pómulos y drenando la mirada.

El ritual culmina con un cepillado capilar que completa la experiencia sensorial. En los últimos minutos masajeamos la piel hasta la absorción total de la mascarilla.

Paso 6

Masaje Kobido. El viaje concluye con 30 minutos de masaje facial Kobido, técnica ancestral japonesa que aporta un efecto lifting visible, estimula la circulación y eleva los resultados del tratamiento. La sesión finaliza con la aplicación de una crema específica para dejar la piel fresca, luminosa y confortable.

Recuperador del tejido conjuntivo

Ferrara – @ferrarainstitutodebelleza

Este ritual puede hacerse todo el año, pero es muy específico para pieles engrosadas por el sol, deshidratadas, deterioradas por la falta de tratamiento… Precisamente lo que se busca en cabina estos meses.

Lorena Ferrara

Lorena Gilabert, del centro de belleza avanzada Ferrara, en Gandía, ve imposible llamar de otra manera a este protocolo, porque está hecho para eso: para recuperar el tejido conjuntivo. Y es muy, muy potente, asegura. Sus beneficios, enumera, son la contracción de las fibras de sostén y, por tanto, el refuerzo del tono muscular, la disminución de la profundidad de las arrugas, surcos y pliegues gravitacionales, y el “relleno” del óvalo facial.

Así se hace

Paso 1

Inducción a la relajación. Empezamos el tratamiento en decúbito prono. Con ayuda de un aceite puro, base, como el de argán o el de coco, realizamos un masaje desde la escápula, por nuca y cabeza, durante 10 minutos, incitando a la relajación del cuerpo. Seguidamente, ya en supino, aromatizamos el cuerpo con una bruma de vetiver, con el fin de estimular el hipotálamo y que refuerce la hormona del sueño. Es aquí donde empieza “el juego”.

Paso 2

Comienzo del protocolo. Limpiamos rostro, cuello y escote a modo de masaje durante 15 minutos, con una leche que restaura la barrera cutánea gracias al aceite de lufa, la camelia japonesa y el ácido hialurónico, que, entre otras funciones, nos ayuda a reducir la profundidad de la arruga.

Paso 3

Exfoliación gradual. Seguimos tratando la piel, esta vez, con una minuciosa exfoliación que realizaremos con la técnica de la ola (presiones con algodón en forma de ola, como haciendo un pequeño drenaje linfático facial) con varios ácidos como el cítrico y el málico, el azufre (gran aliado para nuestra piel: superestimulante del sistema inmunitario, antioxidante, antiinflamatorio y activador del colágeno) y gluconolactona, que nos permite revelar una piel mucho más suave y radiante

Paso 4

El núcleo del ritual. Vamos con el regenerador por excelencia del tratamiento, el que activará la piel por completo. Se trata de un producto, mezclado en cabina, que incluye una carga de activos como la jalea real (precioso néctar y rejuvenecedor natural), la inulina y el extracto de seda. Nosotros, en lugar de la técnica del pellizqueo, lo acompañamos de un masaje “mágico” de modelaje y técnica de estructura/recolocación muscular en cara, cuello y escote. Trabajamos la musculatura y las fascias de tal forma que la clienta nota cómo las manos “dibujan” su rostro.

Paso 5

Nutrición placentera. En este momento ponemos una máscara muy nutritiva, con un eje antienvejecimiento potente, con activos como el rhizobium y el aceite de algodón (activa y calma, incluso en pieles muy reactivas). La dejaremos puesta unos 20 minutos, que para la clienta serán de absoluto placer, pues le estaremos dando un masaje en brazos y pies.

Paso 6

Feliz final. Tras haber recargado a la clienta de serotonina con nuestro masaje, aplicaremos, a modo de “pomada” final, una crema que nos va a proteger la piel el resto del día, y sellamos labios con un producto específico con un 33 % de ácido hialurónico y karité.