No todo lo que parece ecológico lo es. Hoy muchas marcas utilizan términos como “natural”, “eco” o “verde” en sus envases, pero eso no siempre garantiza un compromiso real con el medioambiente. Aprender a identificar cosmética realmente sostenible es clave para tomar decisiones más conscientes.
1. No te fíes solo de los sellos
Certificaciones como COSMOS, Ecocert, Cruelty-Free o FSC indican ciertos estándares sostenibles, pero no son la única señal válida. Muchas marcas pequeñas no pueden costear estos sellos, y sin embargo trabajan de forma ética, transparente y responsable.
2. Observa el envase más allá de lo estético
Fijarse en si el envase es reciclable, reutilizable o recargable es esencial. Materiales como el vidrio o el plástico PET reciclable son opciones más sostenibles. También es positivo que la marca evite envoltorios innecesarios, como cajas secundarias o plásticos decorativos.
3. Revisa las etiquetas y descripciones
Una marca comprometida suele explicar el origen de sus ingredientes, detallar su proceso de fabricación y dar información sobre el impacto de sus envases.
En este sentido, Nuria Aluart, experta en belleza consciente y fundadora de la tienda online Mumona, señala:
“Aunque muchas marcas no cuenten con sellos oficiales, es clave que expliquen de forma clara de dónde provienen sus ingredientes, cómo producen y si sus envases son reciclables o recargables. La sostenibilidad también está en la transparencia.”
4. Pregunta si tienes dudas
La transparencia es uno de los valores clave en la cosmética sostenible. Si una marca responde con coherencia y apertura, es una buena señal. Si no lo hace, es legítimo cuestionarla.
Como conclusión, podemos sacar que: Ser un consumidor consciente empieza por mirar más allá del marketing. La sostenibilidad verdadera se encuentra en los detalles: ingredientes bien seleccionados, procesos honestos y marcas que apuestan por el largo plazo.
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