En un sector en auge como el nuestro, la eliminación de tatuajes con láser puede representar una buena oportunidad para diferenciar a un centro de estética por encima de su competencia. La meta es posicionarse como un referente en tecnología avanzada para un público cada vez más exigente.
Millones de personas se tatúan cada año. Se estima que en torno al 38 % de la población tiene al menos un tatuaje. No obstante, al mismo tiempo que esta practica se ha normalizado y democratizado, también se ha incrementado exponencialmente el número de personas que tratan de quitárselos. “Aunque los tatuajes se conciben como expresiones artísticas permanentes en la piel, con el tiempo, muchos pueden arrepentirse de ellos debido a razones personales, profesionales o incluso emocionales”, indica Olga Maikina, directora de Producto de Zemits. Y aquí es donde entra en juego la tecnología láser, por ser una solución efectiva y segura para deshacerse de tatuajes no deseados con el mínimo daño a la piel circundante.
Tendencia y oportunidad
Si nos enfocamos en España, la compañía cifra en aproximadamente un 42 % el número de personas que tiene al menos un tatuaje, y hasta en un 60 % el porcentaje que busca eliminarlo con láser. Esta tendencia sigue en ascenso, con un crecimiento anual estimado del 5,5 % hasta 2028.
Según Maikina. “este aumento en la demanda representa una gran oportunidad para las clínicas estéticas y profesionales del sector, quienes pueden aprovechar esta tendencia para diversificar sus servicios y atraer a un público cada vez más amplio”. Se trata de una excelente oportunidad, añade, para diferenciar un negocio de estética en un sector en constante evolución.
Además, algo que no se puede obviar es que incorporar este servicio puede generar altos y recurrentes ingresos, añade la experta. “En España, una sola sesión puede costar en promedio entre 150 y 300 €, y los clientes suelen necesitar entre 6 y 10 sesiones. Esto se traduce en un potencial ingreso de 900 a 3000 € por cliente”, detalla. Y es que el número total de sesiones necesarias para eliminar un tatuaje depende de varios factores, como el tamaño y los colores del tatuaje, la edad del paciente o su tipo de piel.
Tecnología avanzada
A pesar de las claras ventajas mencionadas para el negocio, seleccionar la tecnología láser adecuada es clave para obtener los mejores resultados en la eliminación de tatuajes y garantizar la satisfacción y protección de los clientes o pacientes. Bajo esta premisa, la de ofrecer tratamientos seguros, precisos y eficaces, en Zemits han desarrollado el sistema Zemits Ogmalaze.
“Gracias a su avanzada tecnología Q-Switched ND YAG, este equipo de última generación es capaz de eliminar eficazmente una amplia gama de colores de tinta, desde los tonos más oscuros hasta los más complejos”, destaca Maikina. Su diseño ergonómico y de alta precisión, añaden, permite una acción controlada y uniforme, adaptándose a distintos tipos de tatuajes, desde los más sencillos hasta los más elaborados.
Además de por su tecnología, otra de las cualidades por las que destaca esta herramienta es por su versatilidad, y es que está equipada con tres aplicadores diseñados para resolver múltiples necesidades estéticas:
- Ogma-B (1064 nm): para eliminar tatuajes negros y azules, así como maquillaje permanente en labios, cejas y ojos.
- Ogma-R (532 nm): para eliminar tatuajes con pigmentos rojos y anaranjados, así como para la eliminación de pecas y manchas cutáneas.
- Ogma-C (1320 nm): para los tratamientos de rejuvenecimiento cutáneo con peeling de carbono, ideal para mejorar la textura de la piel y minimizar imperfecciones
Tratamiento viral
Además de su función principal, que es la de eliminar tatuajes, el Zemits Ogmalaze ofrece la posibilidad de realizar el tratamiento de peeling de carbono, una solución avanzada para clientes que buscan mejorar la calidad de su piel y tratar diversas imperfecciones. También conocido como Hollywood Peeling, se ha popularizado en las redes sociales por su aspecto durante el tratamiento (el cliente aparece con el rostro negro por el carbono) pero, sobre todo, por cómo luce la piel después de este.
Este procedimiento utiliza un líquido de carbono que se extiende sobre el rostro del cliente y que, en combinación con la energía del láser Q-Switch, exfolia suavemente la piel, reduciendo el exceso de grasa, minimizando los poros dilatados y mejorando la textura irregular. El láser actúa en las capas profundas de la dermis, estimulando la producción de colágeno y elastina. Como resultado, el tratamiento ayuda a reducir las arrugas, recuperar la firmeza y restaurar la elasticidad natural de la piel, proporcionando resultados visibles y duraderos, además aportar una luminosidad o efecto glow inmediato.
También te puede interesar…
