Hoy, más que nunca, es necesario impulsar los servicios spa también en el centro de belleza. Y es que tus clientes son personas que, como tú y como yo, necesitan desconectar, hacer una pausa y liberar el estrés. Y este clima solo lo puedes crear a través de experiencias que inviten a la desconexión total.
Por Belén Cuendias
Nuestros clientes fantasean con la idea de cómo se verán gracias a nuestros productos y tratamientos, pero la realidad es que cuerpo y mente deben estar en equilibrio si queremos potenciar el aspecto físico. Las cargas emocionales se transforman en cargas físicas, provocando tensiones que se nos muestran como alteraciones estéticas (falta de vitalidad en la piel, arrugas, retenciones corporales…). Por eso hoy, más que nunca, los tratamientos que incluyen técnicas de relajación y que traen consigo beneficios como aliviar el estrés, rebajar la ansiedad, reducir la tensión muscular y la presión sanguínea, paliar el dolor o mejorar el insomnio, se han convertido en una necesidad.
Aunque la palabra spa la relacionamos principalmente con circuitos termales, balnearios o terapias de la salud relacionadas con el agua (de hecho, la teoría más probable sobre el origen del término hace referencia a la ciudad belga de Spa, famosa desde la antigüedad por sus termas), en la última década los establecimientos wellness y spa con terapias de agua no medicinal han ido evolucionando su propuesta de valor, complementando tratamientos estéticos con técnicas de relajación sin el agua como base principal. Si ellos amplían sus servicios, ¿por qué tú no?
Los establecimientos wellness y spa con terapias de agua no medicinal han ido evolucionando su propuesta de valor, complementando tratamientos estéticos con técnicas de relajación sin el agua como base principal
Programa tu carta de servicios spa
Es normal bloquearse a la hora de plantear la creación de nuevos programas y servicios. ¿Cuántas cosas te han salido bien la primera vez que probaste a hacerlas? Piensa en tu primera depilación, en tu primer masaje o en esa primera vez que te enfrentaste a un cliente indeciso. Seguro que estaban lejos de alcanzar la perfección. Pues con la creación de una carta de servicios ocurre exactamente lo mismo.
Vayamos paso a paso
Primero, sin hablar de inversión, viendo cómo podemos convertir tu espacio de cabina en tu spa. Si llevas tiempo queriendo incorporar en tu centro o clínica estética un espacio que invite al cliente a la desconexión y ofrecer experiencias que transformen su bienestar, con unos pequeños trucos de diseño y un poquito de imaginación podrás hacer magia en los sentidos. No es necesario disponer de grandes espacios, sino garantizar un espacio adecuado y funcional. La prioridad, por eso, es analizar qué demanda el público en este tipo de espacios. La respuesta es: confort, equilibrio, privacidad y exclusividad.
Confort
Los detalles y la comodidad son la clave en este apartado. Imagina sesenta minutos en el espacio más cómodo y confortable (tanto el cliente como el profesional deben sentirse totalmente relajados). Busca camillas adaptables en altura, confortables (puedes adaptar un sobrecolchón viscolástico) y robustas. En cuanto a los detalles, me refiero a que busques telas agradables al tacto, mantengas todos los espacios en orden y sin sobrecargar. Haz de tu espacio de cabina un lugar que invite a la desconexión.
Equilibrio
El ojo humano necesita ver cohesión y equilibrio para sentir que todo tiene cierto flujo natural. Piensa por un momento en los espacios o estancias que no te gustan nada. Posiblemente sean lugares con poca o mala iluminación, una decoración mal pensada que no hace ningún favor al espacio o colores estridentes o que no casan bien entre sí. En este sentido, una buena y adecuada iluminación (fíjate bien en la temperatura o tonalidad de tus luces) y algunos pequeños contrastes visuales para romper la monocromía (madera, piedra, color, texturas…) serán tus mejores aliados. Logra que el cliente experimente un disfrute sensorial desde el primer instante.
En lo que a mobiliario se refiere, menos, es más: elige piezas bonitas y funcionales que a la vez sirvan para mantener los utensilios ocultos y en orden.
Privacidad
Desprenderse del estrés no es tan fácil y, para ciertas personas, un masaje o unas esencias pueden no ser suficientes para lograr que se sientan lo suficientemente confiadas y seguras o que se evadan de su mundo exterior. Por eso te será de gran ayuda habilitar la estancia de relax en la zona más silenciosa de tu negocio. Evita ruidos, molestias y distracciones que le devuelvan a la realidad exterior.
Exclusividad
Toca despertar la memoria emocional del cliente, hacerle sentir que ese momento está pensado única y exclusivamente para él. Equilibra el estrés con la iluminación (combina luz directa e indirecta), armoniza el ambiente con aromas que se adapten a sus gustos y preferencias personales. No renuncies a los pequeños detalles, pues estos se transforman en grandes recuerdos. ¿Recuerdas alguna nota especial que te hayan dejado escrita o aquel exquisito chocolate de bienvenida? Un buen comienzo determina el resto del encuentro.
Importante, pero no imprescindible
Algunas propuestas para crear un espacio de bienestar pueden sugerir la instalación de zonas o equipos específicos que no siempre serán necesarios, pues esto dependerá del tipo de protocolos e inversión que desees realizar en el proyecto. Por ejemplo, disponer de una ducha o bañera de hidromasaje será necesario si se requiere de un baño después del tratamiento, pero hoy en día disponemos de múltiples protocolos de fácil aclarado. O los paneles de cromoterapia. Es cierto que la terapia del color influye en el estado de ánimo, pero no será imprescindible si creas un clima de relajación con un juego de luz indirecta (lámparas, luz led, focos…); y puedes completar tus tratamientos con puentes led, máscaras u otros accesorios que aporten estas experiencias.
Binomios coherentes
Envolturas, aromas, exfoliaciones de la piel, masajes manuales o con accesorios… Son infinitas las posibilidades para crear momentos de bienestar. Solo tienes que combinar técnicas que mejoren la calidad de vida del cliente y que logren un enfoque multidisciplinar entre belleza y bienestar. Eso sí, para incorporar nuevos tratamientos en tu proyecto, la coherencia con la propuesta de valor es necesaria si no queremos que el cliente se pierda entre un sinfín de tratamientos indefinidos.
Un ejemplo de coherencia con la propuesta de valor puede ser el siguiente: imagina que dispones de un centro médico estético y que has visto una necesidad de incorporar tratamientos de relajación dentro de tus protocolos técnicos. En ese caso, plantéalo como una incorporación de tratamientos que también mejoran la salud física. El estrés es un desencadenante de muchas enfermedades de la piel, como el acné, la psoriasis, el eccema… Y, por tanto, a través de la terapia de masajes y relajación puedes ayudar a tus pacientes a controlar sus síntomas. Puedes crear un listado de servicios específicos para mejorar y calmar manifestaciones dérmicas asociadas a alteraciones estéticas, y crear protocolos conjuntos incorporando las mismas.
En lo que a mobiliario se refiere, menos, es más: elige piezas bonitas y funcionales que a la vez sirvan para mantener los utensilios ocultos y en orden
Combina las técnicas de masaje con envolturas térmicas si estás creando un protocolo específico para clientes con molestias en cuello y hombros por sobrecarga de trabajo. Otro problema habitual es el aumento de alergias estacionales que afectan de manera directa al estado de la piel. Un drenaje linfático facial con insistencia en las fosas nasales acompañado de esencias (eucalipto, sándalo, alcanfor, enebro…) será muy acertado y beneficioso. Calienta una toalla humedecida en el calentador de toallas, aplica las esencias y realiza inhalaciones acompañadas de técnicas respiratorias; será un procedimiento realmente liberador para el cliente y saludable para su piel.
Clasifica y organiza tus servicios
Las primeras preguntas que debes hacerte, si no lo has hecho ya, es “¿qué quiero vender?” y “¿cómo lo quiero vender?”. Tú mejor nadie conoce la respuesta, pero ahora toca que tus clientes la sepan. Adapta tu propuesta de valor organizando la información de aquellos productos que deseas comercializar. ¿Cómo? Creando un listado de opciones en el que los servicios estén clasificados. Es decir, puedes crear nuevas experiencias pensando en las necesidades específicas del cliente. Por ejemplo:
- Tratamientos de región específica (cuello, cabeza, pies, cuerpo entero…).
- Tratamientos modernos: para aquellas personas que desean estar a la última en tratamientos de cabina.
- Tratamientos únicos: puedes incorporar tratamientos de autor o técnicas exclusivas.
- Tratamientos galardonados: ¿y qué hay de esos tratamientos que han sido premiados por su valor y eficacia?
- Tratamientos de temporada: existen servicios estacionales que son necesarios en las diferentes épocas del año. Si te gusta renovar tu listado de servicios habitualmente, esta puede ser una de tus opciones.
- Tratamientos por tipo de cliente: primeras experiencias para nuevos clientes, regalos exclusivos para clientes invitados, tratamientos diferentes o inusuales para personas difíciles de sorprender…
- Paquetes spa: puedes crear oportunidades adicionales para clientes ahorradores (une varios servicios y crea packs exclusivos), paquetes spa para hombres (por ejemplo, hidratación facial, exfoliación, reflexología podal o masaje sueco).
Marketing spa: un caso de éxito
Con este artículo he dado por hecho que eras de esa mayoría de esteticistas lectoras que no disponen de instalaciones spa adaptadas en sus negocios. Creo que, con dedicación y planificación, es posible adaptar espacios y crear recursos exclusivos que permitan transformar experiencias de belleza en bienestar. Después tocaría impulsar los nuevos servicios de tu proyecto. Para demostrar que esto es posible quiero contaros un caso personal que se puso en manos de Academiestetic.
Laia era una persona totalmente comprometida con su proyecto, llevaba nueve años en el mundo de la belleza y poco a poco logró crear un espacio de desconexión para sus clientes. Lo que le tocaba ahora era
dar a conocer al mundo sus valores, y para ello creamos un listado de palabras analizando su visión de la belleza, del negocio, las experiencias que ofrecía… De ahí salieron varios eslóganes como “es momento de quitarse los tacones y encender las velas”. A partir de aquí se crearon un conjunto de experiencias y servicios que invitaban a desconectar, relajarse y sentir. El compromiso de Laia hizo que su web, su material corporativo (bolsas, tarjetas regalo…) y los detalles incluidos antes, durante y después de la sesión de tratamiento fuesen un baile de emociones para los sentidos. Era momento de gritar todo su trabajo a los cuatro vientos en sus redes sociales. La coherencia visual que caracteriza su proyecto se reflejaba en sus imágenes, textos y vídeos, haciendo finalmente de su marca (Laia Torta Beauty Calm) una referencia en el sector de la belleza y el bienestar. Tú también puedes lograrlo, ¡solo queda pasar a la acción!
Fascina con las palabras
¿Cuándo fue la última vez que invertiste en un masaje para ti? Los humanos somos expertos en dejarnos para después. Por eso, a menudo, el cliente presta atención a sus demandas físicas y emocionales cuando aprieta la necesidad. Pero tú, a través de las palabras, podrías hacerle priorizar y a la vez hacerle sentir especial y en confianza. Si quieres atrapar su atención, crear ilusión, activar sus ganas y lograr que se ponga en manos expertas, necesitas fascinarle con los textos y propuestas de tu carta de servicios. A partir de esa ilusión podrás transportarle hacia un nuevo estilo de vida.
Si poner nombres a los nuevos tratamientos no es tu mayor virtud, te propongo que hagas una lluvia de ideas para propuestas emocionantes. Estos pasos te ayudarán con la inspiración:
- Elabora un listado de palabras que describan tu negocio: tranquilo, sanador, armonía…
- Elabora un listado de palabras que evoquen lo que significa para ti la palabra relajación: calma, velas, paz, descanso, aroma, suavidad, zen, claridad, alma, flores, emoción…
- Elabora un listado de palabras que describan las sensaciones obtenidas a lo largo del tratamiento propuesto: refrescante, nutritivo, rejuvenecedor, frescor, suavidad, descanso…
- Elabora un listado de palabras que refleje el tipo de masaje que ofreces: relajante, sensorial, energizante, descontracturante, corporal, facial.
Ahora ya dispones de un buen arsenal de palabras con las que podrás jugar y crear combinaciones que ayuden a entender el tipo de experiencia que vivirá tu cliente. Crea un listado de frases pegadizas, divertidas, empoderadas o emocionales que describan de forma resumida cada experiencia. Mediante un juego de palabras con los listados anteriores, convierte características en beneficios.
Belén Cuendias Marcos
CEO Academiesetic (www.academiestetic.com)
Esteticista, asesora de empresas y fundadora de Academiestetic, Belén Cuendias ofrece mentoring personalizado a profesionales de la belleza que quieran emprender un negocio, crear una marca personal, potenciar su presencia online y offline y relanzar sus estrategias comerciales.
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