La llegada del verano es temporada alta en los centros de estética. Los últimos tratamientos corporales y aparatología
multifunción se convierten en los reyes de la cabina. Nuevos clientes, búsquedas online y más visitas al centro protagonizan unas semanas clave para el negocio.
El momento se acerca. La primavera abre la puerta a clásicos anuales de belleza en forma de operación bikini o planes exprés de puesta a punto. La llegada del verano es uno de los momentos clave del negocio de la estética y toca tener listos tratamientos y aparatologías para satisfacer las demandas de los clientes. Quemar grasa, perder volumen, revertir la flacidez y combatir la celulitis suenan como fórmulas mágicas a oídos de quienes planean lucir palmito frente al mar. Es, sin duda, la temporada alta de los centros de belleza.
“Evidentemente, la llegada del verano supone estar más pendiente del aspecto corporal, lo que provoca un aumento de las visitas al centro. Como normal general, la exigencia de estos tratamientos implica más frecuencia en las visitas, normalmente dos e incluso tres veces por semana en cabina. Esto hace que la periodicidad aumente y, por lo tanto, lo haga también el flujo de clientes”, admite Ana Puelles, directora del centro de estética Lostao de Zaragoza.
Aún así, la pandemia ha dejado su impronta y en algunos negocios aprecia un cambio de tendencia en cuanto a flujo de clientes, con independencia de “operaciones bikini”. “Hasta ahora, la primavera era nuestra época más fuerte, notando una bajada en los meses de verano. Sin embargo, como hemos visto en sectores como el turístico, tras la pandemia vemos cómo la estética se ha desestacionalizado y contamos con un flujo constante de clientes a lo largo de todo el año”, asegura Cristela Delgado, directora de desarrollo y formación de Centros Ideal.
Triunfan los corporales
La lógica lo apunta. De marzo a julio los más demandados en los centros de belleza son los tratamientos corporales. En Centros Ideal tienen clara la estadística: un 67,2 % de los tratamientos estéticos contratados corresponden a cuidados corporales, frente al 32,8 % que son faciales.
“Los servicios faciales son más regulares a lo largo del año, variando los tratamientos y adecuándolos no solo a las características de la piel, sino también a los hábitos de vida, que evidentemente son diferentes en verano que en invierno. El corporal es más estacional, por supuesto, porque además, aunque recomendemos realizar los mantenimientos en otoño e invierno cada tres semanas o un mes, hay algunos clientes que no los llevan a cabo con la regularidad que requiere, lo que implica volver a comenzar cada año”, recuerda por su parte Puelles.
De marzo a julio, el 67,2 % de los tratamientos estéticos contratados en Centros Ideal corresponden a cuidados corporales, frente al 32,8 % que son faciales
Sobre todo se incrementa la demanda “para la eliminación de grasa localizada, para pérdidas de peso generalizadas y para mejorar la textura de la piel (celulitis)”, precisa Estrella Pujol, fundadora y directora del centro de belleza Oxigen de Barcelona.
Poner el cuerpo a punto abre un amplio abanico de programas de estética, dirigidos a atajar un problema en un área concreta o, la mayoría de las veces, diferentes problemas en distintas áreas, para alcanzar objetivos globales. Es difícil recibir a una cliente al que solo le preocupe la celulitis de los glúteos. Seguramente también le interese resolver otras situaciones como la flacidez del vientre o la acumulación de grasa en las caderas.
“Cuando un cliente llega al centro, casi siempre comenta que le preocupa ‘todo’, así que debemos orientarlos hacia lo que consideramos prioritario. Es muy complicado trabajar todo el cuerpo en una sesión sin límite de tiempo, si son volúmenes grandes y queremos obtener resultados reales”, apunta Puelles.
En todo caso, es importante trabajar de forma global para conseguir resultados armónicos. Uno de los aspectos que fidelizan al cliente es saber que el protocolo que se le aplique estará diseñado de manera individualizada para sus necesidades concretas. “No hay un patrón concreto ni un programa corporal idéntico, puesto que una misma zona en diferentes personas no se trabaja igual. E incluso en distintas zonas en una misma persona se requiere trabajar con distinta aparatología y metodología. Es importante tratar siempre cada caso de manera totalmente individual y, además, de manera multifactorial”, subraya Puelles. Por ejemplo, una sesión de glúteos en una cliente puede trabajarse con ondas de choque y radiofrecuencia, y en otra con sesiones de LPG para conseguir resultados óptimos.
En las demandas del cliente también influye la edad, porque las necesidades van cambiando. De cara al verano, las personas más jóvenes suelen querer combatir la celulitis localizada. En las de mediana edad es más frecuente que comiencen a preocupar los primeros signos de flacidez, igual que ocurre después del embarazo en programas posparto. Y, en la menopausia, la tendencia es centrarse en el aumento de volumen, en especial en la zona abdominal.
Los tratamientos para verano indispensables
El buen diagnóstico, la individualización en los tratamientos y el saber hacer de la esteticista suponen el éxito asegurado en los tratamientos corporales. Y, desde luego, la aparatología de última generación, que cambia constantemente para adecuarse a los avances tecnológicos. Estar al tanto de las novedades es importante para ofrecer el mejor servicio a la clientela. Y, siempre que se pueda, invertir en nuevos equipos que nos permitan estar preparados para dar respuesta a las demandas.
De cara al verano, “al menos es indispensable una aparatología que trabaje la textura de la piel, otra que consiga reafirmar el músculo y otra que reduzca los depósitos de grasa. Una buena plataforma de presoterapia también es muy recomendable”, resume Estrella Pujol, fundadora y directora del centro de belleza Oxigen de Barcelona.
Por supuesto, todo ello ha de acompañarse de una serie de técnicas de trabajo no invasivas que permitan tratar la celulitis en sus diferentes estadios y niveles, mejorar la circulación tanto linfática como sanguínea y evitar la flacidez.
En Centros Ideal lo tienen tan claro que han identificado los tratamientos indispensables (bautizados como “Los cuatro fantásticos”): radiofrecuencia para una piel firme e hidratada, un método para reducir la grasa localizada, la combinación de ondas de choque con ondas resistivas para la celulitis y un liporemodelador integral que trabaja el conjunto de la silueta.
Mirando al sol
Pero los clásicos corporales no son los únicos que se demandan de cara al verano. También los relativos a preparar el cuerpo para las exposiciones solares y los autobronceadores “con exfoliaciones e hidrataciones intensas”, indica Pujol.
Preparar piel para las primeras exposiciones al sol supone mayores posibilidades de conseguir un bronceado perfecto, lo que también es un objetivo muy común entre la clientela. “Es el momento perfecto para realizar una limpieza profunda, como la hidrolimpieza facial, que elimine por completo toda la suciedad y partículas acumuladas gracias al vacuum o succionador de poros. Combinada con otras técnicas, como exfoliación o peeling de ácidos, y junto a productos específicos a base de ácido hialurónico, conseguimos rehidratar, regenerar y nutrir la piel desde el interior”, señala la directora de desarrollo y formación de Centros Ideal.
Llegar a tiempo
Por muy evolucionados que estén los nuevos tratamientos corporales, aparatologías y el diseño de atractivos protocolos que se presentan como exprés y con resultados rápidos, lo cierto es que la consecución de objetivos exige un cierto tiempo y compromiso por parte del cliente. Sobre todo ante determinados problemas “resistentes” como la celulitis. “Tenemos clientes que se cuidan durante todo el año y también hay otros estacionales que cada primavera acuden a nosotras para ponerse a punto con varios meses de antelación… aunque también es muy habitual recibir a clientes de última hora con los que trabajamos con apenas unas semanas de margen antes de sus vacaciones”, detalla la directora de Oxigen.
Esos clientes requieren programas intensivos de última hora porque se van de vacaciones, tienen un acontecimiento o empiezan la temporada de playa o piscina. Sin embargo, las profesionales de estética deben señalar siempre la importancia de comenzar con tiempo suficiente para poder confeccionar a cada persona su protocolo individualizado y poder evaluar cómo evoluciona ante el tratamiento. Hay una labor de reeducación para alcanzar el éxito en el tratamiento y mantenerlo en el tiempo. La constancia no solo redunda en beneficio del cliente, sino en el del propio negocio, porque implica fidelización.
Es difícil establecer cuánto tiempo previo es necesario para un protocolo corporal de cara al verano, pero sí se puede hacer una cierta aproximación. “En un programa de choque, como norma general, realizaremos de 10 a 15 sesiones con una frecuencia de dos a la semana, por lo que lo recomendable sería empezar al menos tres meses antes del verano”, calcula la directora de Lostao.
Plataformas multifunción
Radiofrecuencia, ultrasonidos, ondas de choque, lipomasaje, presoterapia, vacumterapia… Hay un largo listado de tecnología corporal que permite dar respuesta a las demandas de los clientes para ponerse a punto de cara al verano. “Puesto que las alteraciones corporales se deben a múltiples factores como la ralentización circulatoria, edemas, acúmulos grasos, glicación de proteínas o pérdida de elasticidad, lo ideal es invertir en un buen equipo que trabaje al menos dos de cualquiera de estas alteraciones. Con ello podemos atacar los distintos problemas desde diferentes ángulos para obtener resultados lo más satisfactorios posible. Para nosotras, son imprescindibles una radiofrecuencia y un sistema de movilización mecánica, que pueden estar en un mismo equipo o no”, apunta Ana Puelles, directora centro estetica Lostao Zaragoza.
La tendencia apunta cada vez más a plataformas multifunción que combinan tecnologías y que, así, son capaces de atajar más de un problema estético. Hay ejemplos de dispositivos capaces de aplicar a la vez radiofrecuencia (monopolar, bipolar y fraccional), cavitación (ultrasonidos de baja frecuencia) y/o vacumterapia, por ejemplo, y así combatir a la vez flacidez, la celulitis y la grasa localizada.
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