3 tratamientos con oro para las fiestas navideñas

Tratamientos Con Oro
Fotografía_ Spadsio. Modelo_ Miriam Morales

En la canción, y en el imaginario popular, la Navidad es blanca como la nieve, pero en el sector de la estética, estas fechas se visten de oro. Y no es solo simbólico, tiene su razón de ser. Nos lo explican tres expertos que, además, nos enseñan sus protocolos especiales con este ingrediente como protagonista.

La Navidad, como bien explica Verónica López, a cargo del centro de rejuvenecimiento que lleva su nombre en Figueres, Girona, “es una época en la que todos queremos lucir una piel radiante, ya sea en una cena de empresa, en los encuentros con amigos, en las reuniones familiares…”. Por eso es una temporada en la cual los centros de estética también quieren lucirse, diseñando los mejores tratamientos para ello.

Simbólico y realmente útil

Pero, ¿por qué suele reinar el oro en estos protocolos? Por un lado, es una cuestión claramente simbólica. “El oro y todo lo que significa para nosotros (brillo, poder, belleza, historia…) siempre nos ha atraído muchísimo. Cuando llega la Navidad, también es un color/efecto que vemos por todas partes, y lo ligamos de manera inconsciente con ella, y también con nuestra piel, para la que siempre anhelamos su resplandor”, opina Silvia Oliete, fundadora de los centros
Blauceldona.

“Cuando hablamos de oro, hablamos de una piel luminosa, hablamos de lujo. Esto nos invita a cuidarnos en fechas especiales. Cuidarnos nosotros mismos y regalárselo a nuestros seres más queridos”, opina, asimismo, Liliana Ajuelos, directora de equipo y responsable de tratamientos en cabina de la clínica Martín del Yerro | Amselem.

Pero además de esto, el oro aporta beneficios concretos y reales, además de un resplandor visible, una luminosidad que se alcanza rápidamente, por lo que es perfecto para brillar, literal y figuradamente, en eventos señalados.

Tratamientos con Oro

① Golden Christmas, de Verónica López Centre de Rejoveniment

Como dice la esteticista Verónica López, “donde nosotras ponemos las manos, también ponemos el corazón”. Por eso este año ha puesto todo su empeño en elaborar un protocolo propio que saque el máximo partido a la piel de sus clientas en unas fechas tan especiales.

Paso a paso

  1. Comenzamos con una doble limpieza en profundidad. En nuestro caso, utilizamos primero un limpiador en leche suave con extracto de caléndula, no graso y con propiedades hidratantes y calmantes, que aplicamos con masaje en cara, cuello, escote y brazos. Retiramos con una toalla caliente y aplicamos un tónico con hidratantes vegetales, sin alcohol, con método de percusión.
  2. Queremos que la piel saque la mayor luminosidad, que se vea reluciente y descansada, así que realizamos una doble exfoliación. A un scrub suave con polvo de sílice y ácidos frutales le vamos a añadir unas gotas de ácido glicólico natural, de la caña de azúcar, al 20 %. Lo mezclaremos bien con una brocha y lo trabajamos sobre la piel; de esta manera, tenemos una acción doble: mecánica y química. Dejamos actuar 4 minutos y retiramos. Notaremos una piel suave, sedosa y limpia.
  3. A continuación, aplicamos una ampolla de sérum lifting face con biopolímero de almendras dulces y ácido hialurónico. Este producto proporciona un efecto tensor inmediato, reduciendo las pequeñas arrugas y los signos de fatiga. Lo extenderemos con un pincel de abanico y, de manera manual, realizaremos un masaje de estimulación.
  4. En nuestros tratamientos no puede faltar el masaje de remodelación con técnica Kobido y 16 aceites naturales calentados. Se trata de un protocolo propio en el que trabajamos desde el escote hasta la cabeza, insistiendo en las zonas a reforzar, estimulando y remodelando todo el rostro, reposicionando el óvalo.
  5. Terminamos el tratamiento con una doble mascarilla: la primera, con colágeno y pigmento de oro, calentada al baño maría; y, sobre esta, una lámina de oro que situamos en frente y contorno de ojos, impregnada en un potente sérum antiedad. Dejamos actuar y retiramos pasados 15 o 20 minutos para finalizar con la crema adecuada a cada tipo de piel.

② 24K Pure Gold, de Blauceldona

“Muy a nuestro pesar”, lamenta Silvia Oliete, fundadora y directora de los centros Blauceldona, “en la época navideña todos vamos con prisas y se nos genera un estrés adicional que, junto a los rigores del invierno, hace que la piel pierda luminosidad y se muestre apagada”. Pero el oro rápidamente le devuelve el brillo a todo. Por eso sus clientas adoran este tratamiento flash diseñado por la experta israelí Mimi Luzón.

Paso a paso

  1. Se limpian rostro, cuello y escote con un exquisito limpiador que despeja la piel de impurezas
    y suciedad ambiental, protegiendo su capital hídrico y aportándole el poder vitamínico y antioxidante de los extractos de açai, bayas de Goji, granada, noni, camu-camu, té verde y café.
  2. A continuación, exfoliamos la piel en dos fases. Primero, con la aplicación de una mezcla de ácidos frutales, seguida de una solución de alfahidroxiácidos al 15 %, que consiguen despejar
    los tejidos de células muertas a la vez que suavizan y refinan la capa córnea. Así, esta se muestra luminosa, suave y más permeable a la absorción de los demás pasos.
  3. Se aplica una mascarilla correctora y relajante que alivia la irritación, suaviza y repone los niveles de hidratación perdidos gracias a su alto contenido en péptidos, ácido hialurónico y extractos botánicos que promueven la renovación celular.
  4. Con la piel limpia, receptiva y equilibrada, se extiende una exclusiva mascarilla de oro de 24 quilates en finas láminas que se van posando sobre el rostro y cuello durante 10 minutos. Durante este tiempo proporcionan a la piel una profunda sensación de bienestar, eliminando
    rojeces, líneas e igualando el tono, promoviendo un brillo resplandeciente.
  5. Tras retirar la mascarilla de oro, se nutre la piel intensamente con una mezcla personalizada de sérums ricos en ácido hialurónico y un singular péptido que simula la acción de la hormona timopoyetina, desencadenando una reacción celular que relanza todos los parámetros y mecanismos endógenos de una piel joven.
  6. Se finaliza con la aplicación de una crema con alto factor de protección solar con masajes
    reafirmantes.

③ Gold Sublime, de Martín del Yerro Amselem

Es el tratamiento glow más solicitado como regalo navideño en esta reputada clínica madrileña, un protocolo diseñado por Sofía Bertrand con su cosmética propia.

“La lámina de oro que se aplica es al 99 % de 24 quilates, certificado por laboratorio y preparado para cosmética, así que, naturalmente, da un aporte de luminosidad, cierra el poro, unifica el tono… Pero, sin lugar a dudas, este ‘chute’ de juventud que el paciente recibe en una sola sesión es por los elixires que aplicamos debajo, haciendo que se mantenga durante días”, sostiene Liliana Ajuelos, responsable de tratamientos en cabina de la clínica.

Paso a paso

  1. Ritual de bienvenida. Realizamos un primer contacto con la clienta con un masaje relajante,
    desde los pies hasta la cabeza, donde finalizamos con un minuto de pequeños pasos de arrastre en el punto energético entre sus cejas (conocido por relajar y despreocupar a la clienta).
  2. Limpieza. Desmaquillamos con leche limpiadora y retiramos suavemente. Vaporizamos un tónico hidratante o bien regulador y terminamos la absorción del producto con un ligero palmoteo con nuestros dedos.
  3. Exfoliación. Usando el pincel, ponemos una capa delgada de una mascarilla peeling con AHA y péptidos en rostro, cuello y escote y, mientras está en exposición, realizamos un masaje
    descontracturante en la zona alta de la espalda y el cuello, seguido de un drenaje a base de
    bombeos desde el esternón hasta las cejas. Retiramos con agua y aplicamos una loción calmante e hidratante. Seguidamente, untaremos con pincel otra mascarilla desintoxicante.
  4. Sublime Gold Mask 24k. Aplicaremos 5 gotas de un elixir de ácido hialurónico y 5 gotas de un sérum reafirmante y lo mezclamos con una modeling cream, consiguiendo una emulsión. Lo aplicaremos haciendo un masaje de remonte con manipulaciones de pinzado similares al Kobido. Llegó la hora del oro: coloraremos una lámina en cada pómulo, una en el labio y otra en la barbilla; una en la frente y otra en el escote. Haremos un masaje craneal durante 15 minutos y retiramos.
  5. Tratamiento y ritual final. Para finalizar, aplicaremos 3 gotas del elixir adecuado según el tipo de piel y una crema final. Retiramos el bandón, acompasamos nuestra respiración a la de la clienta y “desandamos” el camino inicial, de la cadera a sus pies. Dejando nuestro peso caer y traccionando tobillos, damos por finalizado el tratamiento.