10 tips de uso sobre Radiofrecuencia

Radiofrecuencia

Las perlas clínicas o perlas quirúrgicas son consejos desarrollados por médicos o cirujanos especializados en base a su experiencia u observación. Y eso queríamos hacer nosotros con la aparatología médico-estética y estética: recopilar las “perlas” de profesionales especializadas en estas técnicas, esos aprendizajes que quizá no hallaríamos en un libro, conocimientos que solo se adquieren (o se “heredan”) tras una amplia y profusa trayectoria. En este caso, dos especialistas nos dan los suyos sobre radiofrecuencia.

Preparación de la piel

⓵ El primer paso, según explica la Dra. Ana Sánchez, especialista en medicina estética y directora médica de Novasonix, es “preparar la piel con una limpieza-detoxificación en profundidad, empleando una combinación de principios activos que originen una leve exfoliación y faciliten el recambio celular: bajas concentraciones de ácido salicílico, ácido láctico, ácido kójico, ácido glicólico, ácido mandélico, etc.”.

Elena Espinosa, formadora de aparatología médico- estética de Ana Salmerón, también considera una opción interesante realizar, en la misma sesión y previo al tratamiento, un peeling suave que no resulte agresivo para la piel, “incluso considerar la aplicación de un principio activo apto para el uso con radiofrecuencia”, es decir, uno que se mantenga estable ante las altas temperaturas, como por ejemplo, el ácido hialurónico. “Conseguiremos enriquecer aún más el tratamiento y personalizarlo a las necesidades de la piel”, explica.

Más hidratación previa

⓷ La radiofrecuencia, al ser una corriente alterna de alta frecuencia, “genera campos electromagnéticos y necesita líquido existente en los tejidos para generar la fricción molecular y conseguir unos efectos fisiológicos determinados”, explica la formadora técnica de la escuela de Ana Salmerón. Es decir, si nos encontramos ante una piel con falta de humectación, nutrición e hidratación, será de vital importancia realizar previamente tratamientos cosméticos para mejorar estos parámetros.

Por ejemplo, coincide la especialista en medicina estética, con agentes calmantes y antiinflamatorios (vitamina E, ferúlico, árnica montana, camomila, equinácea, bioflavonoides), reparadores (caléndula, espino amarillo, melatonina, rosa damascena), emolientes (boswellia serrata, manteca de karité, aceite de aguacate, aceite de oliva, de coco, de sésamo, ceramidas), etc.”. Aunque son muchos los principios activos que podrían mencionarse, indica la doctora, estos son los más empleados y fáciles de encontrar. “Reparar el colágeno dañado e inducir su formación tanto en la dermis como en los estratos inferiores mediante el empleo de radiofrecuencias 448 kHz es más eficaz, sin duda, después de la preparación anterior ya que, como bien se ha demostrado, la corriente es más trasmisible en tejidos suficiente y convenientemente hidratados”, concluye.

Elegir el electrodo adecuado

⓸ Para la Dra. Ana Sánchez es fundamental “trabajar con manípulos ergonómicos, pues permiten trabajar de forma más cómoda y efectiva, reduciendo la fatiga del profesional. Por otra parte, “contar con un amplio set de electrodos de diferentes tamaños y formas ayuda a tratar zonas complicadas y obtener los resultados esperados”. Eso sí, el profesional debe saber seleccionar el tipo de electrodo, potencias y método de uso de la radiofrecuencia según la indicación específica en cada caso y momento: “De forma general, tejidos edematosos precisan un mayor tiempo de trabajo con electrodos capacitivos; por el contrario, en el caso de tejidos fibrosados, utilizaremos electrodos resistivos”.

Nociones de anatomía

⓹ Para Elena Espinosa es necesario conocer la anatomía facial para poder realizar un tratamiento mucho más preciso, adaptándonos a la fisionomía del rostro de cada paciente o cliente y trabajando sobre el sistema muscular: “Si estimulo el sistema muscular, por ejemplo, trabajando sobre maseteros, elevadores y zigomáticos, el tratamiento tendrá mejores resultados que si trabajamos a nivel superficial”. Los resultados van a ser mucho mejores si trabajamos anatómicamente, sostiene.

Personalizar la sesión

⓺ Es imprescindible, como en cualquier terapia o tratamiento estético, adaptar cada sesión al estado del cliente. “Una correcta valoración, junto a la posibilidad de modificar los parámetros de la corriente (potencia y tiempos de emisión) y tipo de electrodos (capacitivo, resistivo monopolar, resistivo bipolar, resistivo con vacum), nos acercará más a las expectativas de los clientes”, indica la doctora.

⓻ Asimismo, es muy importante controlar la temperatura en función de la necesidad y el tratamiento que queramos realizar. “Es clave para evitar resultados indeseados”, advierte Espinosa. “Temperaturas excesivamente altas en tratamientos faciales pueden provocar un efecto contrario al que buscamos”. ¿Qué considera temperaturas “excesivamente altas”? Por ejemplo, a partir de 40 ºC en faciales y de 42-43 ºC en corporales. “Nunca debemos subir de 43 ºC, ya que quemaríamos las células”, remata.

Una vez finalizado

“Después de cada sesión podemos terminar incrementando la formación de colágeno nuevo (neocolagénesis), mediante el uso de LLLT rojos y el cosmético apropiado según tipo de piel”, apunta la directora médica de Novasonix. Asimismo, “la radiofrecuencia puede beneficiarse de tratamientos intermedios con agentes hidratantes, uso de vitamina C y silicio, estimuladores de colágeno como el microneedling, etc.”, añade.

⓽ Posterior a la aplicación de radiofrecuencia “se puede aplicar cosmética, pero siempre que respete la temperatura que nos aporta la radiofrecuencia”, advierte Sánchez. En este consejo también coincide Elena Espinosa: “no aplicaremos ningún cosmético que pueda aumentar o disminuir la temperatura interna de la piel”. Por ejemplo, mencionan, mascarillas o velos; o, más concretamente, los alginatos.

¿Qué equipo elijo?

⓾ A la hora de comprar un equipo de radiofrecuencia, la formadora de la escuela Ana Salmerón, Elena Espinosa, opina que estos son los tres factores que debemos tener más en cuenta:

  • Que las características técnicas se adapten al servicio que quieras ofrecer a tus clientas. “La potencia idónea del equipo para desarrollar el trabajo con exactitud es de 200 W. Y, respecto al nivel de frecuencia que transmite la máquina, este debe ser de 448 kHz, siendo la que garantiza los mejores resultados para una diatermia óptima en el tejido, según numerosos estudios clínicos”.
  • El mantenimiento y servicio postventa.Por ejemplo, que la ubicación del SAT sea cercana a tu centro o clínica estética, y disponer de una línea directa con el proveedor para solucionar los problemas de forma rápida”.
  • La formación que nos ofrece el proveedor. “Esta debe ser de calidad y cualificada y debe estar ratificada por la firma de aparatología. Además, debes asegurarte de que los formadores son profesionales y han aprendido de los técnicos de la marca o firma. Igualmente, estos deben ofrecer apoyo constante, ya sea a través de cursos, masterclass, formación online, etc.”.