¿Cómo enfocamos la temporada de bodas?

Temporada De Bodas

Llegan estas fechas y nuestras bandejas de entrada y muros de redes sociales se llenan de packs de tratamientos especiales “para dar el sí quiero radiante” o “para brillar en nuestra boda”. Nos hemos preguntado cuánto esfuerzo debe poner un centro de estética para atraer a estas clientas, para rentabilizar esta temporada, y cómo conviven estas llamadas de atención tan comerciales con la personalización de la que siempre presume la estética.

Todos (o casi todos, por no pillarnos los dedos) los centros de estética con algo de envergadura tienen algo preparado para la temporada de bodas. No solo nos referimos a publicaciones en redes sociales o a la promoción anual de algún tratamiento preexistente: son protocolos diseñados especialmente para las novias, paquetes a largo plazo que incluyen tanto los tratamientos que deben empezar con algo de margen, como los servicios que pueden prestarse el mismo día del evento (como el maquillaje, por ejemplo). Incluso se combinan, en ocasiones, con experiencias que pueden compartir y disfrutar con sus invitadas o damas de honor.

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Las novias que quieren una boda tradicional dedican mucho tiempo a organizar este día, y la belleza es algo que no suelen descuidar. Por eso, las profesionales de estética saben que deben tener algo que ofrecerles. Inmaculada Canterla, directora de Cosmeceutical Center, no es una excepción. “Sí, tenemos un paquete de novias, porque las tendencias de mercado así lo demandan. Y se hacen “packs especiales” o “combos especiales” para bodas, o para operación bikini, por ejemplo. Consiste en aunar los mejores tratamientos con productos que sabemos por nuestra experiencia que, en sinergia, darán unos resultados relativamente rápidos con un fin concreto. Es pensar de modo generalista: ‘¿qué puede demandar una chica joven que se casa, a grandes rasgos?’”.

El corazón “partío”

Canterla, sin embargo, reconoce que tiene el “corazón partido”, entre lo que le exige el mercado y lo que le piden sus propios valores. “Por un lado está esa demanda uniformada del paquete para novias que, en general, puede resultar cómoda y es muy marketiniana. Y, por otro lado, mi lema ha sido siempre, y es, la personalización de los tratamientos, cosa totalmente incompatible con paquetes y combos ya predefinidos que parecen gustar tanto a la gente. Por tanto, yo los ofrezco de forma generalista, pero me tomo el trabajo y el interés de realizar una primera consulta para, cuanto menos, informar a la novia sobre su piel y sus necesidades reales”, indica.

Y añade que, como profesional, no entiende ni está de acuerdo con el concepto de “hacerse algo” porque te casas o porque te vas a la playa. Hay que hacérselo porque te va bien, porque lo necesitas, porque te cuidas y te mantienes, siempre.

En la misma línea se expresan otras dos profesionales con sobradas tablas. “En nuestro centro trabajamos con tratamientos totalmente personalizados, es por ello que creemos que cada persona y cada piel son un mundo. Nos gusta citar a nuestras novias con mucho tiempo de antelación para poder analizar su piel y diseñar un calendario de tratamientos y cuidados que nos permitan llevar su piel a la mejor versión”, indica Sabrina Navarro, directora del centro que lleva su nombre en Albacete.

“Nuestro ‘Pack Especial Novias’ también es completamente personalizable, y siempre comienza con un primer diagnóstico y una primera charla para conocer las necesidades y las expectativas reales de la novia”, nos cuenta Leticia Carrera, directora del centro y clínica de estética Felicidad Carrera. El precio, por tanto, también dependerá de lo que finalmente incluya cada paquete.

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Centro Felicidad Carrera

Lo que todas quieren: brillar

Reconocemos que ese claim de “brillar en tu boda” está un poco manido, pero es que se ajusta bastante a la realidad: “Una novia siempre busca una piel radiante, sin imperfecciones, con mucha luminosidad…”, afirma Sabrina Navarro. Por eso, a pesar de que estos planes puedan y deban personalizarse en función de la piel y las necesidades de cada clienta, sí que hay algunos denominadores comunes que solemos encontrar en la mayoría de salones: limpiezas en profundidad, tratamientos ultrahidratantes…

En el caso de Navarro: “Nos gusta incluir siempre una buena oxigenación, exfoliaciones químicas para pulir y mejorar textura y tratamientos con vitaminas para aumentar la jugosidad de la piel. A veces recurrimos a nuestro departamento de medicina estética para tratar alguna preocupación puntual, mejorar líneas de expresión…”. En Cosmeceutical Center añaden una suplementación bebible en ayunas, que recomiendan “por su completísima formulación y gran concentración de activos, y porque es un suplemento cuyos efectos se pueden valorar de forma visible en piel y en relativamente poco tiempo”, indica Canterla.

Otro activo que tanto ella como Leticia Carrera mencionan es el colágeno: colágeno hidrolizado, máscaras de colágeno puro… La directora de Felicidad Carrera lo aplica al final de todo el proceso, el último día, en el tratamiento intensivo previo a la ceremonia.

Normalmente consiste en un protocolo de luminosidad facial y una sesión de hidratación y relajación corporal. Comienza con un masaje relajante y una doble limpieza, antes de dar paso a una suave exfoliación, y a la aplicación de diferentes sérums y cremas escogidas en base a las necesidades de cada piel. A continuación, una máscara de colágeno puro devuelve a la piel toda su hidratación y elasticidad, las arrugas se atenúan, y la tez adquiere un resplandor inigualable. Durante el tiempo de exposición, se realizan diferentes masajes relajantes para liberar las tensiones lógicas de ese momento e hidratar la piel del cuerpo”, detalla.

Sorpresas indeseadas

Seguro que no somos las únicas que hemos oído historias acerca de alguna “sorpresita” con la que ha despertado la novia el día de su boda. Reacciones alérgicas, pieles abrasadas, brotes acneicos… Por eso le preguntamos a Leticia Carrera: ¿hacer tratamientos intensivos un día antes no es jugársela mucho en estética? “Con nuestro tratamiento del día anterior estamos tranquilas porque es apto para las pieles más sensibles, pero cuando tenemos dudas, porque se trate de una piel hipersensible, le recomendamos a la novia probarlo un mes antes de la boda”, responde.

El último sprint consiste más bien en una “puesta a punto”, una “cura de luminosidad y descanso”, como dicen desde Cosmeceutical Center, en la que predominan los faciales con efecto inmediato y, sobre todo, los rituales relajantes y sensitivos, los masajes manuales o técnicas como la presoterapia, “para que la novia sienta sus piernas bien ligeras y deshinchadas para el día del evento”.

Lo que las profesionales desaconsejan realizar el día antes, o más bien, en toda la semana de la boda, son limpiezas profundas, peelings químicos o físicos, activos que puedan irritar la piel como ácidos exfoliantes, hidroquinona, vitamina C o retinol o, sencillamente, productos con gran concentración de activos o maquillajes que no hayamos probado previamente porque, además de poder reaccionar mal a algún componente nuevo, “si sumamos los nervios previos a una boda, encontramos pieles más sensibles y reactivas de lo que suelen estar habitualmente”, aporta Sabrina Navarro.

A Inmaculada Canterla le indigna especialmente este tema: “Es la dichosa manía de algunas personas de ‘me ha dicho mi amiga que me haga esto’ (da igual lo que le diga el profesional sanitario especialista en piel, manda lo que le ha dicho la amiga), ‘me encapricho de una crema que me apetece usar y quiero ser yo mi propia autoprescriptora’, ‘no quiero esperar, ni respeto los tiempos y las pautas. Además de mentir en la consulta al profesional o bien quererlo todo y ya y sin tiempos de recuperación. La petición del ‘magia potagia’”, lamenta.

Ante estas situaciones, no se extraña de que se produzcan quemaduras, rosáceas, hipersensibilidad, pieles acartonadas… Y reclama valorar y confiar en el trabajo del profesional: “cuando decimos que algo sí deben hacerlo es sabiendo que les irá bien, que estamos en plazo, y ahí sí deben confiar”.

¿Apostamos o no?

Habiendo visto ya qué campañas y tratamientos hacen otras compañeras en sus centros, la pregunta que nos surge hacerles es: ¿interesa rentabilizar esta temporada a otros salones que no lo hagan ya? ¿Todos deberían tener un paquete como este? “Es un tema muy personal… Mis clientas siempre dicen que valoran mucho nuestra honestidad a la hora de diagnosticar y protocolizar rutinas. No nos gusta “calzar” productos o tratamientos aprovechando la ocasión. Creo a veces eso puede ser, a priori, menos rentable, pero a la larga, es un sello de identidad y de calidad; y ellas lo valoran mucho”, responde Navarro.

Inmaculada Canterla tampoco da una respuesta rotunda, pero su opinión es similar: “A mí, los packs me parecen eso, marketing, lo que demanda ahora la gente. Si yo fuera a una clínica, nunca iría pidiendo un pack, sino mi prescripción estudiada de mis necesidades concretas. Pero claro, entiendo que si lo que se quiere es precio, prisas y no constancia, se utilicen. Desde luego, no es mi forma de trabajar favorita, como has podido ver”.

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Cosmeceutical Center

Pero, como también dice Canterla, hay que tener en cuenta, asimismo, de dónde llegan tus clientas y cómo te encuentran. ¿Lo hacen vía redes sociales o internet? ¿O son clientas habituales? En el caso de las tres profesionales consultadas, la mayoría proceden del boca a boca, por lo que no necesitan poner tanto esfuerzo en captar el clic. “Tenemos un gran volumen de peticiones de novias –comenta Leticia Carrera–. En la mayoría de los casos son clientas que ya nos conocen, que llevan tiempo cuidándose con nosotras, y la preparación para su boda es un paso más en esos cuidados periódicos; aunque en ocasiones son sus madres o suegras las que son clientas nuestras y nos recomiendan”.

Si hay una conclusión que podemos extraer, en definitiva, de los comentarios de las profesionales, es que la estética y el marketing deben ir juntos, pero no revueltos. Que el segundo debe ser un complemento de la primera, y que es mejor concentrarse e invertir esfuerzo en mantener una alta calidad todo el año, y tratar de dar respuesta a esas demandas temporales sin comprometerla.

Se puede hacer un paquete genérico, con servicios que le vayan bien a todo el mundo, que incluya higiene, hidratación, exfoliación corporal o masajes relajantes, y darle visibilidad en redes sociales e internet; pero una vez tengas a la clienta en tu centro, la excelencia, la pones tú. “Nuestro consejo sería ese: sé honesta, cuida los niveles de expectativas que manejas con tus clientas y trabaja todo el año con el mismo grado de exigencia, porque de ahí vendrá todo lo demás”, zanja Leticia Carrera.