Octubre y noviembre no son los mejores meses en la estética, pero lo cierto es que no debería ser así: las pieles de los clientes y los pacientes de estos sectores siguen sufriendo las consecuencias del verano, y nuestra tarea es revivirlas. ¿Cómo se vive la rentreé en el sector médico estético?
Lo habitual es volver del verano repasando cuánto nos hemos pasado (normalmente, con la comida y el alcohol), y deberíamos tener la misma sensación con la piel. En realidad, en este caso, no solemos pasarnos con ella… Sino pasar de ella. “Incluso las personas estrictas con la rutina cosmética en esta época se relajan. La piel sufre en silencio y vuelve en las peores condiciones de estética y salud posibles”, sostiene el Dr. Leo Cerrud, experto en medicina estética. Los estragos, incluso meses después, siguen siendo patentes: deshidratación, el colágeno al mínimo, piel intoxicada, apergaminada, con manchas, opaca… ¿A qué se debe?
Por supuesto, la gravedad de estos efectos dependerá del verano de cada uno, pero todos los excesos, desbarajustes y desordenes de cualquier periodo vacacional o de cualquier parón en nuestras rutinas, ya sean en mayor o menor medida, se reflejan en la piel. “Todas esas ‘agresiones’ alteran la función normal de la piel (protección, intercambio, etc.) porque, además, se disparan los procesos oxidativos”, indica Cerrud. Las dispersiones alimenticias (cenas copiosas, grasas saturadas, productos industriales, etc.), el alcohol, la disminución de la actividad física y el sol (sobre todo, el sol) perjudican a la piel. “Al verse alterada su función normal, esta no puede manejar el balance hídrico (se deshidrata), no puede manejar las agresiones lumínicas (se mancha), no puede atender la producción necesaria de colágeno (se arruga) y no puede manejar el exceso de oxidantes (envejece)”, continúa.
Lo que toca ahora
Estamos en octubre, ¿podemos seguir hablando de esto? Definitivamente, sí; y más si no se ha puesto remedio durante la cuesta de septiembre. “Ahora, en otoño, de lo que se trata es de ayudar a esa piel a que se recupere lo más rápido posible”, confirma el doctor. Esto tiene una segunda lectura, y es que en esta época se desaconsejan los tratamientos más invasivos: “no es momento de agresiones, sino de aliviar, regenerar, estimular y recuperar”. Cuando ha pasado poco tiempo tras la exposición solar o cuando la piel llega muy perjudicada tras esta época, no se recomiendan, por regla general, los tratamientos estéticos que no sean compatibles con la exposición solar o la vida al aire libre, ni ningún tratamiento de carácter ablativo, es decir, peelings profundos, láseres o IPL. Tampoco se recomienda ningún tratamiento que implique hematomas de lenta absorción, como por ejemplo la esclerosis de varices.
¿Qué tratamientos son los que sí que tocan? Tratamientos antioxidantes a base de mesoterapia con vitaminas, hidratantes en profundidad con ácido hialurónico no reticulado (no voluminiza), oligoelementos, péptidos y otros suplementos. También estructurantes a base de colágeno puro o híbridos, regenerantes mediante peelings de luz (superficiales al principio y medios más adelante) o mascarillas a la carta (antioxidantes, reafirmantes, relajantes…) que van a aportar, además, un plus de luminosidad al rostro.
Por supuesto, otro clásico de la vuelta a la clínica son los tratamientos antimanchas o despigmentantes: “melasmas solares, efélides (pecas), léntigos e hiperpigmentaciones afean y avejentan el rostro. Cada vez estamos más concienciados, pero todavía no cala el concepto de que el sol en exceso es perjudicial y no va unido al concepto de belleza al que muchos lo asocian”, lamenta Cerrud.
Favoritos del otoño
✪ Lumininosity
De sus propios tratamientos, el que recomendaría el Dr. Leo Cerrud para el otoño es Luminosity, ya que combina todos los protocolos mencionados con anterioridad: bioestimulación (infiltración de activos revitalizantes en cara, cuello y escote), peeling superficial para renovar la piel y una mascarilla personalizada. Mejora el aspecto del rostro a todos los niveles, infiltrando activos revitalizantes en cara, cuello y escote. ¿Qué se consigue? Estimular la dermis, fabricar nuevo colágeno, iluminar y difuminar arrugas.
Sesiones: 4 para tratamiento completo (aunque puede realizarse 1 como tratamiento flash antes de un evento).
Precio: 150 €.
✪ Glossy Skin
La nueva incorporación del centro InOut Barcelona es una aparatología de crioterapia adaptada a un protocolo único que combina, entre otras cosas, limpieza con punta de diamante. El resultado es ‘Glossy Skin’, un tratamiento que, afirman, limpia la piel en profundidad, previene la aparición del acné, ayuda a eliminar y evita la aparición de manchas en la cara. ¿En qué consiste? Tras una limpieza mecánica se procede a la higiene con punta de diamante. Tras aplicar una bruma facial, se aplica una mascarilla hidratante y nutritiva y se realiza un masaje con sérums personalizados. Por último, se aplicaría la crioterapia tanto en el cuello como en la cara y el escote. Aunque lo lanzan ahora, sostienen que “no se enfoca únicamente como un tratamiento para recuperar la piel del verano. Se puede echar mano de él durante todo el año”, y sus resultados se notan desde la primera sesión.
Precio: 250 €.
✪ Detox Carbón Activo
La propuesta estética (a pesar de venir de un centro médico-estético) nos llega de María Pérez de Villaamil, directora del Centro Mem, que ha creado un nuevo protocolo específico para esta época del año, cuyo objetivo es alcanzar una limpieza en profundidad y detoxificar el rostro a base de activos de origen vegetal. Concretamente, con el carbón activo, procedente del bambú, que, como si se tratase de un imán, absorbe las impurezas y toxinas y elimina las células muertas, dejando la piel completamente renovada. El protocolo incorpora una doble limpieza, una doble exfoliación (mecánica y enzimática), un osmótico a base de carbón activo y una mascarilla con este ingrediente.
Precio: desde 90 €
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