Hablamos sobre la función barrera

Funcion Barrera

La mencionamos a menudo en estética. Que si está alterada, que si tal cosmético no la daña, o que si este otro la protege. Pero, ¿qué queremos decir exactamente cuando nos referimos a la «función barrera»? ¿Es una expresión, es una zona del cuerpo delimitada? ¿Por qué es tan importante cuidarla y que no se deteriore? La farmacéutica y especialista en dermocosmética y formulación de Menorca, Pilar Barrau, nos responde a estas dudas.

Funcion Barrera
Pilar Barrau, Farmacéutica Y Especialista En Dermocosmética Y Formulación

Pregunta- Pilar, ¿cómo definirías tú la función barrera de la piel?

Respuesta- Es la capa de protección que contiene la capa córnea y la epidermis, que se encuentra en la superficie de nuestro cuerpo. Su función es protegernos frente a microorganismos, agentes y agresiones externas (la polución, la radiación, el estrés oxidativo, el frío, el viento o algunos componentes de productos con los que estamos en contacto).

Está constituida por el estrato córneo, una capa de la piel donde se encuentran los corneocitos (células muertas que se desprenden en forma de escamas) y cuya función es evitar que las sustancias penetren con facilidad y puedan provocar reacciones de sensibilización transcutánea, inflamación o infección.

P.- Cuando decimos que la función barrera está en peligro o alterada, ¿qué puede estar ocurriéndole a la piel?

R.- La función barrera de nuestra piel puede verse alterada con la pérdida de agua transepidérmica o alteraciones en los ácidos grasos y ceramidas. En estos casos, nos encontramos con una piel con signos de deshidratación, rugosidad, enrojecida y con poca luminosidad, incluso con inflamación.

En estas situaciones, suelen aparecer reacciones de hipersensibilidad a conservantes o perfumes. En otras ocasiones podría provocar alergias, enrojecimiento de la piel, descamación o irritación, mejillas rojas, labios agrietados, e incluso pueden llegar a producirse infecciones y patologías como acné, rosácea, eccema, ictiosis y psoriasis…

P.- ¿Cuáles son, entonces, los síntomas de que nuestra función barrera puede estar alterada? ¿Cómo podemos advertirlo en nuestra piel? ¿Cuáles serían las consecuencias?

R.- Los síntomas que se manifiestan son picor, descamación, escozor y ardor.

Una barrera más debilitada permitirá el acceso a hongos, bacterias y otros microorganismos en nuestro cuerpo.

P.- La barrera puede alterarse debido a factores como la exposición solar u otros factores externos por lo que, ¿hay alguna época mejor para repararla?

R.- Efectivamente, la exposición frente al exposoma y otros agentes externos producirá alteraciones en nuestra barrera de la piel: esto implica contaminación ambiental, humo del tabaco, radiación solar, cambios bruscos de temperatura, radiación de luz azul del móvil, pero también una mala alimentación, el estrés, cambios hormonales, dietas con alto contenido de azúcar, consumo de alcohol y poco descanso.

Además, estar en contacto con productos químicos, la ingesta de medicamentos muy habituales, el mal uso de productos cosméticos o el mal uso de peelings son algunos de los factores que pueden desencadenar problemas en nuestra función barrera.

Las pieles muy secas y deshidratadas suelen ser las más afectadas, en las cuales se producirá una mayor pérdida de corneocitos. Y, con respecto a la última pregunta, sí; hay épocas que son perfectas para recuperar nuestra función barrera de los excesos de ciertos agentes externos, como puede ser tras la radiación solar en verano. Al igual que el otoño es un momento ideal para prepararla y hacerla más resistente ante los que vienen en invierno: frío, viento, cambios bruscos de temperatura…

P.- ¿Cómo podemos reparar la función barrera de la piel?

R.- Una función barrera alterada suele tener signos de sequedad, rugosidad, aspecto mate, de tacto áspero, capilares rotos, arrugas sobre la zona deteriorada, poros alargados… Por tanto, los ingredientes que mejor funcionarán para repararla serán aquellos que nos aporten hidratación, lípidos y ceramidas. Además, deberemos usar productos de limpieza suaves y exfoliaciones delicadas. Estos son los ingredientes estrella en estos casos, en los que nuestro objetivo será aportar agua, lípidos y evitar la pérdida de agua transepidérmica con ingredientes oclusivos.

P.- ¿Qué tipo de activos o ingredientes, más concretamente, pueden contribuir a proteger o a reparar esta protección cutánea?

R.- Ingredientes humectantes, emolientes y sustancias oclusivas serían las elecciones principales de activos:

  • Humectantes: hidroxiácidos, pantenol, glicerina, propilenglicol de bajo peso molecular, ácido hialurónico, manitol, xilitol, colágeno, urea, alantoína.
  • Emolientes: aceites, mantecas, ceras vegetales, aceites esenciales, ésteres de ácidos grasos, lanolina.
  • Oclusivos: vaselina y lanolina.

P.- ¿Las pieles muy sensibles o muy reactivas deben llevar a cabo cuidados especiales?

R.- En pieles sensibles, para evitar el picor, el rascado, la inflamación y la posible infección por adhesión bacteriana, deberemos usar productos adecuados para este tipo de piel.

Algunas pieles sensibles, como en la rosácea, se pueden presentar pápulas y pústulas inflamatorias. Es por ese motivo por el que recomendamos aportar ingredientes que reduzcan la inflamación, además de promover una función barrera resistente. ¿Qué ingredientes nos pueden ayudar a bajar la inflamación? Niacinamida, extracto de aloe vera, extracto de pepino…

P.- ¿Hay otros factores que puedan debilitar esta barrera? Como el mal uso o el abuso de ciertos ingredientes.

R.- Efectivamente, una rutina realizada por productos de alta calidad pero que no se adecúe nuestras necesidades o al momento por el que esté pasando nuestra piel puede provocar una alteración de la función barrera, con el consiguiente enrojecimiento, quemazón y consecuencias que pueden ser irreversibles. Un caso muy frecuente es el uso del retinol sin la supervisión de un experto en dermocosmética.

P.- Más allá de la cosmética y los buenos hábitos, ¿qué tratamientos estéticos pueden ayudar?

R.- La mesoterapia (aunque se realiza en centros médicoestéticos), pues es un tratamiento que consiste en hidratar y mantener el agua en el tejido. También hay tratamientos en fototerapia muy innovadores. Por ejemplo, existe un tratamiento que, mediante el uso de energía lumínica fluorescente, realiza fotobiomodulación. Mediante estos estímulos lumínicos, conseguimos regenerar la piel. Los tratamientos láser también ayudarán a mejorar la hidratación y a eliminar rojeces y nos aportarán luminosidad. Por último, los peeling que llegan a las capas más profundas contribuirán a eliminar las células muertas y a la generación de otras nuevas de mejor calidad, así como a fomentar la síntesis de fibras de colágeno y elastina.