Face Slapping, la tendencia de TikTok que, supuestamente, mejora la absorción y rejuvenece. ¿Será cierto?

Face Slapping

Hablamos con varias expertas y cosmetólogas, quienes nos hacen un barrido por los beneficios o los perjuicios que pueda ocasionar.

De los creadores de ‘TikTok me hizo comprarlo’, llega ‘TikTok me hizo darme tortas’. Sí, como lees. Es una tendencia que está presente en la red social y, desde luego, causa cierta intriga. Los que la promueven aluden a que aporta numerosos beneficios en la piel. De hecho, en la imagen podemos ver que esta usuaria reconoce que está haciendo este gesto “porque las expertas de TikTok dicen que darse tortas en la carta hasta que ya no sientas nada mejora la absorción de los productos y promueve la producción de colágeno”. ¿Será todo esto cierto? ¿Darse tortas será la alternativa a los sofisticados tratamientos de cabinas estéticas? Puede ser que tanto revuelo se quede en agua de borrajas. Hemos preguntado a varias expertas sobre la fiabilidad de esta propuesta y esto es lo que nos han dicho al respecto.

¿Mejora la absorción de los productos?

Una de las premisas es que un tortazo pueda hacer que penetre más o mejor el producto en la piel y que se absorban mejor. ¿Es esto cierto? “Los productos no penetran más solo por cómo se aplican, sino por cómo son las fórmulas, que vehiculizan los activos para que penetren en las diferentes capas de piel. Esa es la verdadera clave. Dar tortas en la piel no tiene por qué mejorar, en absoluto, la absorción de un cosmético”, argumenta la cosmetóloga y biotecnóloga en Byoode, Sonia Ferreiro. Y añade: “sí que nos puede dar la impresión de que se absorbe antes, pero esto es una especie de trampa. Lo que ocurre es que parte del cosmético lo estará absorbiendo la palma de la mano”. Sobre esto, Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza, opina que “siempre debemos aplicar los productos con los dedos y no con la palma. Las yemas no absorben el producto y la palma sí. De este modo, no desperdiciamos”. Por último, Ana Yuste, directora de formación de Aromatherapy Associates, explica que “al dar tortazos, se genera aire y esto puede evaporar parte del cosmético, provocando que no llegue a la piel del rostro la cantidad al completo”.

¿Mejora la producción de colágeno?

Otro de los supuestos beneficios del face slapping está en que las tortas mejoran la producción de colágeno. Acerca de este punto, Elisabeth San Gregorio, directora técnica de la firma Medik8, explica que “para que la piel se regenere, a veces provocamos en ella traumas que motivan la producción celular y la síntesis de colágeno. Esto ocurre con el microneedling o con los peelings, por ejemplo. Sin embargo, estos tratan solo a nivel de piel. Cuando producimos un impacto con un tortazo, podemos afectar a la musculatura del rostro, provocando un resultado negativo a medio o largo plazo”.

¿Aporta algún beneficio?

En lo que se ponen todas de acuerdo es que, vigilando la fuerza del impacto, esta técnica puede mejorar la microcirculación del rostro, la cual sí incide de una u otra forma en la renovación de la piel “No obstante, la circulación se puede promover con otros muchos gestos menos invasivos y que pueden ser igual de efectivos, sin todo lo negativo que nos puede traer el face slapping”, apostilla Natalia Abellán, directora técnica de Ambari.

¿Tiene alguna contraindicación?

En el anterior punto, la experta de Ambari comentaba que podía tener efectos negativos. ¿De qué hablamos? “El face slapping puede alterar una piel relativamente equilibrada al producir un impacto que, en superficie, puede inducir una rojez y, más profundamente, afectar al tejido muscular”, comenta Raquel González, cosmetóloga y directora técnica de Perricone MD. “Aparte, nunca se recomendaría este tipo de prácticas en pieles sensibles con casos de rosácea o cuperosis o que sufran de una hipersensibilidad puntual. Este impacto en este tipo de pieles acrecentará la patología considerablemente”, avisa la directora técnica de Rosalique, Isabel Reverte.

¿Existe alguna alternativa parecida?

Como podemos ver en esta usuaria de TikTok, ella también alude al face slapping, pero puede que, en realidad, lo esté confundiendo con otra técnica. “Es cierto que el face slapping es tendencia sobre todo en Asia, pero no podemos comparar nuestras pieles con las suyas. La piel asiática suele ser más rica en colágeno y presentar más grosor, siendo también más resistente”, manifiesta Marta Agustí, experta en asesorías de belleza en Purenichelab.com. Además, por otro lado, Bella Hurtado, directora técnica de la firma coreana Boutijour, advierte que “el face slapping se puede confundir con determinadas técnicas de auto kobido. Hay matices, pero en resultados son muy diferentes. El face slapping produce impacto directo en la piel, mientras que el kobido, aunque parezca similar, trata la piel y el músculo como un personal trainer, reafirmando con técnicas muy estudiadas y definidas para las que hay que formarse bien”.

¿Existe una opción B?

Sí, y la tenemos a nuestro alcance desde hace ya años, las gua sha o los rodillos de piedras como el cuarzo o el jade e, incluso, la cerámica. “Tratando con una piedra gua sha o un rodillo conseguiremos obtener todos los beneficios que se supone que consigue el face slapping, evitando todos sus inconvenientes”, propone Estefanía Nieto. “Al no ser poroso, nos permitirá aprovechar todo el producto y con las técnicas adecuadas consiguen fomentar la firmeza, promover la regeneración de colágeno y energizar el tejido cutáneo”, concluye Bella Hurtado.