Eyeliner, cómo hacerlo si eres torpe

Eyeliner, Como Usarlo Si Eres Torpe (1)
eyeliner, como usarlo si eres torpe (1)

Este año nos recibe con mirada felina. El Cat Eye -que no es, ni de lejos, algo innovador– es la tendencia por excelencia del último mes en cuanto a maquillaje de ojos. Rabillo, mirada profunda, sombras seductoras… ¡Genial, porque nos encanta! Pero ¿cómo vamos a hacer un make-up Cat Eye si apenas estamos aprendiendo a hacernos bien el clásico eyeliner? Si queremos conseguir un maquillaje al más estilo Brigitte Bardot, la sensual actriz francesa que se inspiraba en las reinas del antiguo Egipto, hace falta buen pulso, cosméticos de calidad y algunos tips que estamos a punto de darte.

Es cierto que, en los años de Nefertiti, usaban khol para hacerse esos famosos rabillos que han llegado a nuestra época gracias a la conservación de los bustos de estas egipcias.

Esta tinta con propiedades inmunológicas y antibacterianas estaba pensada para cuidar de la salud visual. Además, se le creía capaz de esquivar el mal de ojos. Sea la razón que fuera, el cat eye se recuperó en el s.XX y se expandió como la pólvora gracias a las actrices de cine, que hicieron del eyeliner un básico en nuestro neceser de cosméticos.

Tipos de trazo para la raya del ojo

Y, con el delineador en mano, nos preguntamos ¿qué tipo de línea puedo hacer? Hay días que nos sentimos atrevidas, y nos apetece lucir uno ancho y largo, al más estilo Amy Winehouse, o quizá, simplemente queramos darle profundidad a la mirada sin que los ojos acaparen toda la atención. En ese caso, siempre es mejor decantarse por un eyeliner más fino y discreto. El tipo de trazo dependerá del evento al que acudamos o, mismamente, de cuán divertidas y con ganas de dar guerra nos sintamos cada día.

Trazo grueso: el más atrevido. Como toda la atención se dirige hacia los ojos, el resto de maquillaje debe no destacar demasiado. Ideal con labios nudes o rojos apagados.

Así lo lleva Barbi Ferreira, una de las protas más aclamadas de Euphoria, la serie de HBO.

Trazo fino, que vaya pegado a la línea de las pestañas, servirá para agrandar el ojo y definirlo. Se le puede añadir un rabillo fino y pequeño. El resto de maquillaje puede ser más osado.

Tipos de Eyeliner

Si ya hemos escogido el trazo, ahora nos llega la siguiente pregunta ¿qué eyeliner es mejor para mí?

Cada una encontrará su cosmético perfecto a base de prueba y error. No existe la herramienta absoluta y objetivamente de diez. Pero sí que hay ciertos consejos que se pueden seguir para guiarnos en esta beauty routine.

Los lápices de punta blanda no sirven para hacer delineados superiores, sino para la raya de abajo (waterline). Este lápiz clásico que necesita de afilado, aunque es fácil de usar, tiende a derretirse y quitarse con el paso de las horas. Es cierto que existen variantes mejoradas, pero, pudiendo elegir, escoge un eyeliner líquido o de gel.

Dentro de los líquidos encontramos el bote y la pluma, formato rotulador y el “corta-pizza”. El primero es el más conocido. Este bote con una plumilla que requiere de buen pulso y habilidad para hacer el delineado nos parece la opción menos válida para aquellas que se consideren algo torpes a la hora de maquillarse los ojos. Sin embargo, el rotulador es más preciso, y el resultado es más resultón con mucha menos práctica. Eso sí, nada de titubear ni de perder tiempo ante un leve fallito, porque se seca muy rápido.

Por último, en cuanto a líquido, nos queda este que todo el mundo conoce como el corta-pizza (por su parecido razonable con el cuchillo redondo deslizante) se le puede otorgar el premio de eyeliner para dummies. Solo hay que hacer rodas el aplicador por la línea de las pestañas desde el lagrimal hasta el rabillo y rellenar después. Es mucho más rápido y fácil. Hay que tener cuidado con no abrir el ojo demasiado pronto porque al ser muy líquido tarda en secarse algo más.

El formato gel necesita más destreza, aunque muchas veces es el preferido de los profesionales porque el pincel permite mucha más libertad de trazo y creatividad.

Trucos para hacer el eyeliner si eres algo torpe

Y, ahora llega la parte más importante, ¿cómo empezamos a hacer el delineado? ¡Que no cunda el pánico! Hay algunos truquitos que nos hacen la vida más fácil. Hemos recopilado los tres mejores.

  • El truco de la cuchara

Con el mango de una cuchara, colocado sobre las pestañas inferiores, podemos crear un rabillo sin necesidad de tener un pulso de hierro. Según coloques el ángulo, el rabillo será más recto o curvo hacia arriba.

La parte redonda (la de comer), la posamos boca abajo sobre el párpado móvil y podremos crear un trazo del grosor que queramos. Esta anchura depende de donde coloquemos la cuchara. Cuanto más cerca de las cejas, más ancho. Después, solo quedará rellenarlo con el propio eyeliner.

  • El celo

El truco del celo es de los más conocidos. Da mucha seguridad porque no da margen de error. Se pega una tira de celo en el lagrimal externo y otro en el párpado, de tal forma que se unan creando el rabillo. Así, solo habría que rellenar el hueco que quede en el medio.

  • Los tres puntos

Y, por último, los famosos tres puntos. Consiste, simplemente, en dibujar un punto pequeño en la esquina exterior (punto 1), otro donde se pretende que acabe el rabillo (punto 2) y el último en el párpado, a ras de las pestañas, (punto 3) donde se supone que debe de unirse el rabillo con la línea del ojo. Esto formará un triángulo.

Ahora, únelos por orden: punto 1-punto 2-punto 3. Y, procedemos a colorear el interior.

Para empezar, ya tienes información más que suficiente. Ahora, ¡a practicar! Y, no te pierdas los ocho usos de puedes darle al corrector para que tu look sea inigualable.