Cutículas: qué son, cómo cuidarlas y nutrirlas

Cuticulas
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Proteger nuestras uñas es crucial para lucir unas manos bonitas y saludables. Por ello, tenemos que entender qué son las cutículas y cómo se mantienen en buen estado.

Parece que son olvidadas a menudo, y hasta que no nos estamos haciendo la manicura, no tendemos a tenerlas en cuenta. Entonces vemos: que están demasiado resecas, que se han vuelto muy gruesas, y que obstaculizan el resultado del esmalte. Ni por un segundo caigamos en la tentación de querer cortarlas, ¡están ahí por un buen motivo!

¿Qué son las cutículas?

La cutícula es un tejido de células muertas que está junto al borde de la uña, una capa que conforma parte de la piel, situada en el crecimiento de la uña. Es bastante común pasar por alto el cuidado de las cutículas a la hora de hacer la manicura o pedicura. Pese a ello, es esencial proporcionar a las manos y pies un correcto cuidado de esta piel, para favorecer a una imagen personal limpia y cuidada.

Es una especie de barrera natural entre la parte visible de la uña (donde se aplica el esmalte), y la zona interna desde la que se formará la uña.

¿Por qué debemos cuidar las cutículas de las uñas?

Esta barrera natural impide que la humedad o las bacterias puedan penetrar en la matriz de la uña. Las células muertas se acumulan en los extremos de las cutículas como resultado de la deshidratación, volviéndolas secas, blanquecinas, favoreciendo la aparición de molestos padrastros

Por ello hay que mantenerlas sanas e hidratadas, para favorecer su resistencia a estos elementos. Recuerda que su función es proteger y salvaguardar las uñas, evitando así posibles infecciones.

Es importante tener en cuenta que de poco servirá llevar una manicura a la última moda si las cutículas no están bien atendidas.

Un adecuado cuidado permite reforzar la barrera protectora de la uña, lo que no solo la embellece estéticamente, sino que la aísla de elementos infecciosos como los inoportunos hongos.

¿Hay que cortar las cutículas?

No es aconsejable quitarse las cutículas. Como ya hemos repetido, tengamos en cuenta que es una barrera natural para evitar infecciones. Si se corta en demasía, podría dañarse la matriz y deformar el crecimiento de la uña. Al retirarlas, lo que estamos transmitiendo a nuestro cuerpo es que estimule más el crecimiento de las mismas, y volverán a salir más rápidamente y con más fuerza si insistimos en cortarlas.

Sin embargo, excepcionalmente puede haber cutículas bastante desarrolladas: gruesas, que impiden un resultado ideal de la manicura. Si este es el caso que se nos presenta, y siempre con la supervisión de un especialista, lo mejor para quitar cutículas de las uñas sería un empuja-cutículas de silicona.

Aunque no se recomiende cortar las cutículas, no quiere decir que no se deban aplicar cuidados especiales para darles un buen aspecto y mantenerlas saludables. Lo principal es mantenerlas bien hidratadas.

Consejos para mantener las cutículas hidratadas y saludables.

Constancia en la hidratación

A la hora de cuidar las cutículas, es imprescindible ser constantes. Lo más importante para las cutículas es que las hidratemos a diario. De esta forma paliamos un crecimiento descontrolado de las cutículas, además de embellecerlas. Existen productos en el mercado como los de aceite de albaricoque, que ayudan a proteger las uñas de la sequedad, lo que hará que se vean más bonitas y saludables.

Evitar los productos químicos

Recuerda que los grandes enemigos de la hidratación son los productos químicos (como detergentes), y las altas temperaturas. Para reducir la sequedad y aumentar la duración de la manicura de manera efectiva, se recomienda el uso de guantes cuando se vayan a realizar actividades susceptibles de producir erosión en las manos (cocinar, fregar platos, etc.). Y por supuesto: evitemos mordernos las cutículas, hay que evitar esos tics nerviosos si queremos mantenerlas saludables a lo largo del tiempo.

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Seguir una rutina

➀ Agua caliente durante 10 mins

Se debe tener muy en cuenta que, para tener las cutículas sanas, lo principal es por tanto una crema hidratante. Antes de aplicarla, se recomienda ablandar las cutículas sumergiendo los dedos en agua caliente durante unos 10 minutos.

➁ Echarlas hacia atrás

Una vez hecho esto, si la cutícula estuviera muy desarrollada, puedes hacerlas retroceder con un palito de naranjo. Pero esto únicamente si la cutícula está muy desarrollada y nunca entrando en contacto con el nacimiento de la uña, pues podría ser dañino y ocasionar alguna infección.

➂ Aceite o crema hidratante

A continuación, extiende el aceite o crema hidratante especial para cutículas por el contorno de toda la uña un par de veces al día, como si fuera un esmalte. A continuación, masajea. Esto ayudará a que penetre bien por toda la uña. Recuerda que las uñas deben estar completamente limpias, sin ningún resto de esmalte.

➃ Base y top coat

El tratamiento puede completarse aplicando una base, que aportará un toque de color y se puede finalizar con un top coat. El resultado se notará antes o después según la sequedad y el grosor de las cutículas que estemos tratando. La clave es ser paciente y respetuoso con el cuidado de las uñas.

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