CREMAS EMOLIENTES: ¿qué son y para qué sirven?

Cremas Emolientes
Cremas emolientes

Como órgano más extenso del cuerpo humano, la piel y todas las células epidérmicas que la componen exigen grandes cantidades de agua e hidratación para su correcto funcionamiento. Hoy en Expertos en Estética hablaremos sobre las cremas emolientes y cómo estas pueden ayudar a hidratarla, así como todas las ventajas que presenta dicho producto. Tanto estas como las cremas hidratantes habituales, son indispensables si queremos mantener nuestra dermis sana y cuidada.

¿Qué son las cremas emolientes?

Los emolientes son sustancias que ayudan a hidratar la piel, y hacen que esta retenga el agua que contienen de manera natural, para aportar flexibilidad y suavidad. La piel es el órgano más grande del cuerpo, por lo que es imprescindible otorgarle una serie de cuidados que la mantengan fuerte y aislada de agentes perjudiciales.

¿Con qué se hacen?

Las cremas emolientes, por su parte, contienen además ingredientes antiinflamatorios y antiestamínicos, y están pensadas principalmente para reestablecer las propiedades de la piel, enfocadas en la reparación de todos aquellos elementos dañados, como inflamaciones y rojeces.

¿Cómo actúan?

Actúa sobre las células cutáneas, ayudándolas a recuperar su actividad normal y favoreciendo su crecimiento. Estos productos generan una capa de protección en las capas intermedias de la piel, suavizan y benefician a la dermis, con propiedades similares a las del aloe vera.

Beneficios de las cremas emolientes

Gracias a un mayor acceso a la información sobre el cuidado de la piel, las cremas hidratantes y las emolientes se usan tanto para hombres como mujeres sin importar la edad. A continuación, señalaremos cuáles son sus principales beneficios y características:

✔ EFECTO CALMANTE

Las cremas emolientes destacan por tener propiedades calmantes, muy útiles para combatir problemas asociados con el estrés, los cambios bruscos de temperatura, o incluso los que pueden derivarse de una alimentación poco saludable.

Gracias a dicho efecto calmante, las cremas emolientes pueden disminuir molestias como las que derivan de una piel rugosa, o la que provocan los picores.

✔ SÍNTESIS DE GRASAS

De manera natural, sintetizan las grasas de la epidermis, reduciendo las irritaciones y rojeces en la superficie de la piel. Fortalecen la barrera protectora de la piel, y estimulan la producción de lípidos, aliviando picores e irritaciones.

✔ BARRERA CUTÁNEA

Restauran la barrera cutánea y suponen un refuerzo para la primera defensa de la piel (el manto lipídico).

✔ DISMINUYEN LOS BROTES DE DERMATITIS

Un uso habitual de las cremas emolientes ayudará a disminuir la frecuencia con la que aparecerán los brotes de dermatitis atópica.

✔ HIDRATAR LA PIEL

Calmar las pieles secas y recuperar su aspecto característico: este es el objetivo común de las cremas emolientes y las cremas hidratantes. Aunque generalmente su uso es muy distinto, estas cremas empiezan a utilizarse a medida que la piel va dando síntomas de deterioro en forma de grietas, sequedad o tirantez.

Estas afecciones, realmente pueden aparecer a cualquier edad, en contra de lo que dice el pensamiento popular, que asocia la aplicación de estas cremas a la edad adulta.

Normalmente, nuestra piel ya cumple con estas funciones de protección básicas, pero a veces pueden presentarse algunas variaciones, principalmente en la piel de los hombres y las mujeres: la de ellos es más resistente y con una mayor cantidad de andrógenos, mientras que la de las mujeres es más delicada y sensible a los cambios de temperatura.

¿Qué diferencia hay entre crema hidratante y crema emoliente?

Las cremas hidratantes aportan agua a la piel, para que esta recobre su humedad. Es muy útil para las pieles en principio sanas pero que, durante los climas fríos y secos, pueden verse castigadas constantemente.

Las cremas emolientes, por otro lado, están pensadas para personas que sufran problemas o afecciones en la piel, como por ejemplo piel muy seca o atópica o incluso la psoriasis o la ictiosis.

Aunque en principio las cremas hidratantes también tratan las pieles secas, las emolientes por su parte añaden principios activos específicos como el lactato de sodio o la urea, que devuelven la flexibilidad y calman la sequedad más pronunciada. Sirven por tanto para pieles secas debido a enfermedades o agentes externos (xerosis, psoriasis, atopías…).

Tengamos en cuenta que determinadas cremas hidratantes, por ejemplo, para la cara, son capaces de penetrar en las capas más profundas de la piel -mediante componentes como la lanolina, los aceites vegetales, las vitaminas…. Sin embargo, solo bastaría con una crema hidratante en el caso de que nuestra piel se encuentre sana, sin una sequedad mayor de la habitual.

Por lo que siempre tengamos en cuenta el estado de nuestra piel a la hora de elegir cuál usar. Independientemente de si tenemos una piel grasa o mixta, la crema hidratante siempre será recomendable para aportar agua a nuestro cutis, mientras que como ya hemos mencionado, las emolientes se deben usar para aquellos casos de pieles gravemente dañadas por la sequedad o los problemas dermatológicos.

Las cremas emolientes se deben usar para las pieles dañadas por la sequedad o por problemas dermatológicos, mientas que las hidratantes hidratan la piel seca pero sana.

Tipos de cremas emolientes:

Hay dos tipos de cremas emolientes, que las clasificamos según el tipo de emulsión que tiene su formulación:

  • Con emolientes hidrófilos: su función es hidratar, y la piel los absorbe con mucha facilidad.
     
  • Emolientes lipófilos: estos mantienen el agua unida al estrato córneo (la capa más externa de la epidermis) mediante una emulsión ósea, por lo que son más difíciles de absorber. 

Actualmente, nos encontramos con más demanda de emolientes fluidos, los que son menos grasosos, de más rápida absorción.

¿Cómo aplicar las cremas emolientes?

PASO 1. LIMPIA LA PIEL

Lo primero a tener en cuenta antes de aplicar cualquier tipo de crema hidratante o emoliente, es asegurarnos de que nuestra piel esté limpia y tonificada, mediante un tratamiento exfoliante habitual.

PASO 2. APLÍCALA POR TODO EL CUERPO.

Es recomendable aplicarlas por todo el cuerpo, incidiendo especialmente en las partes más secas de la piel.

PASO 3. REPITE ESTA ACCIÓN

Pueden usarse una o varias veces al día, dependiendo del tratamiento de cada paciente. Un momento ideal podría ser después de un baño o una ducha, penetrarán mejor si los poros están abiertos.

Ante cualquier duda, se recomienda consultar con un dermatólogo que pueda asesorar sobre cada tipo de piel. 

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