Cómo evitar que reaparezcan las manchas que han sido tratadas en invierno

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Mónica Collell y Cristina Casaldáliga, fundadoras de la plataforma de formación INbe-UTY, comparten las claves para evitar la reaparición de las manchas en la piel, una de las alteraciones de mayor preocupación ya que ocupa en el ranking el tercer lugar en los tratamientos estéticos por detrás de los tratamientos antiaging y los tratamientos para combatir la celulitis.

Es importante saber que el mejor tratamiento despigmentante es la prevención y ahora es el momento idóneo para ello, puesto que muchas veces pensamos únicamente en la época de verano, sin embargo, ahora es cuando más cuidado debemos tener”, afirma Mónica.

La época que antecede al verano es un periodo en el que se debe prestar especial atención al cuidado de la piel por diversos factores. En primer lugar, porque después de un largo invierno las terrazas son uno de los lugares favoritos de la mayoría de las personas buscando el primer rayo de sol.  En estos meses no se tiene la conciencia que se tiene en verano de extremar la protección y aquí es cuando empieza todo, largas exposiciones solares sin la protección necesario.  En segundo lugar, la piel está desprotegida y poco habituada a la foto exposición, además, el cambio de horario hace que se prolonguen más las actividades diarias al aire libre y, por tanto, aumente el estrés oxidativo.

Por todo ello, la primavera es la estación de la transición en la que se deben extremar los cuidados para evitar que las personas con una predisposición a la aparición de manchas, tengan la piel preparada y acondicionada para aprovechar los efectos beneficiosos del sol y evitar la acción nociva del mismo.

En el caso de tener melasma, es importante saber que es una lesión crónica la cual puede aparecer en cualquier momento, por lo que la protección solar de muy alto spf y de gran espectro debe ser un aliado y aplicarla varias veces al día. El melasma tiene un componente hormonal el cual se debe tener en cuenta tanto a la hora de tratarlo como de prevenirlo, por ello el 90% de mujeres que padecen de melasma asocian su aparición al embarazo y en este caso se denomina cloasma.  “La precaución y hacer una muy buena pauta de prescripción es imprescindible para evitar o minimizar el riesgo de aparición”, cuenta Cristina.

Cuando se utiliza medicación foto sensibilizante, tipo anticonceptivos orales, algunos antibióticos, ibuprofeno, entre otros… se debe extremar aún más la foto protección.

Existen sustancias activas presentes en algunos productos que tienen una acción inhibidora del proceso de pigmentación y pueden ser aplicadas con total seguridad en épocas estivales, estos productos son grandes aliados para ayudar a mantener a raya el melasma tratado en invierno.  Las fuentes de calor directa también pueden aumentar el riesgo de re pigmentación del melasma, con lo cual es clave aplicarse mascarillas calmantes y descongestivas cuando hayamos estado expuestos a estas fuentes de calor para reducir la posible inflamación generada en la piel.

En el caso de lentigos solares y seniles es importante, además de la fotoprotección y las precauciones antes mencionadas, el uso de antioxidantes tanto de aplicación tópica como vía oral.  “Este tipo de lesión pigmentada es un patrimonio individual de cuanto sol hayamos tomado en la vida, es un tópico, pero una realidad: ‘la piel tiene memoria’ y a nosotras nos gusta añadir ‘que es rencorosa’ ya que se acuerda de todas las veces que nos hemos quemado, da igual los años que hayan pasado, al final te lo recuerda y te lo evidencia con la aparición de estos lentigos”, añaden Cristina y Mónica.  En este caso este tipo de lesión no sólo aparece en cara, es muy común encontrarla en escote y manos, ya que son las zonas que están más foto expuestas y deben ser cuidadas también.