El extracto no tóxico de la planta de la marihuana, el cannabidiol (CBD), revoluciona el mundo de la belleza. Actualmente es fácil encontrarlo en cremas faciales, aceites, productos capilares y como parte de rituales spa.
El aceite de semillas de Cannabis sativa es una de las tendencias beauty más buscadas de la temporada. Hidrata, repara, nutre, regula la grasa y calma hasta las pieles más sensibles. Se cuela en todas las fórmulas: sérums, cremas, champús, mascarillas, ampollas, bálsamos labiales y hasta en velas y perfumes. “No se trata de un ingrediente nuevo, pero con el avance de la ciencia, ahora se pueden demostrar propiedades que antiguamente solamente eran sabiduría popular”, dice Daniel Marín, cosmetólogo y director del Centro de Belleza Integral Santum. Aunque se ha usado desde la antigüedad por sus extraordinarias propiedades antiinflamatorias y analgésicas, el CBD ha irrumpido en el mundo de la belleza envuelto en controversia. “Esto podría deberse al hecho de que, al contrario que otros ingredientes, ha tocado el epicentro del bienestar revolucionando la belleza tanto por fuera como por dentro”, confirma Lisa Payne, senior beauty editor en Stylus Innovation.
En busca del equilibrio
El cannabidiol (CBD) –extracto no tóxico de la planta de la marihuana– proviene de la planta Cannabis sativa. En 1992, el Dr. Raphael Mechoulam descubrió que actúa directamente sobre el sistema endocannabinoide (SEC), dentro del sistema nervioso central y periférico. El principal objetivo del SEC es garantizar el equilibrio del cuerpo para asegurar el buen funcionamiento del sistema inmune y nervioso. Está formado por receptores a los que se unen los cannabinoides, producidos de manera natural por nuestro cuerpo, que actúan como mensajeros para alcanzar ese equilibrio.
El CBD actúa como un endocannabinoide y, uniéndose a los receptores, es capaz de mantener la homeostasis de la piel y modular la respuesta del sistema inmune frente a desequilibrios como acné, picazón, seborrea o inflamación
“Los endocannabinoides se unen a los receptores del SEC y transmiten un mensaje para que se active el sistema inmune y regule, entre otros, el dolor, el apetito, el metabolismo y el estado de ánimo” –explica David Vilaspassa, R&D innovation manager de la división de estética de Montibello–. La activación del SEC promueve la homeostasis, un equilibrio biológico dinámico, en cada célula, tejido y órgano de nuestro cuerpo, y esto incluye nuestra piel. Pero nuestro cuerpo también dispone de un sistema endovanilloide (SEV); este desempeña un papel fundamental en la inflamación de la piel por estar involucrado en fenómenos como el enrojecimiento, picazón e incluso dolor. El SEC es prácticamente el único sistema biológico en nuestro cuerpo que puede anular efectivamente al SEV. Recientes estudios demuestran que, a través del SEC cutáneo, los endocannabinoides ayudan a regular diversos procesos biológicos, como el crecimiento y la diferenciación de las células cutáneas y los procesos de inflamación”.
Nuestro cuerpo lo reconocerá
En la naturaleza existen componentes vegetales con la misma química descrita, conocidos como fitocannabinoides. Así, el CBD actúa como un endocannabinoide y, uniéndose a los receptores, es capaz de mantener la homeostasis de la piel y modular la respuesta del sistema inmune frente a desequilibrios como acné, picazón, seborrea o inflamación. “Al reducir la inflamación cutánea y el daño causado por los radicales libres, el CBD actúa minimizando las arrugas y mejorando también la superficie de la piel, dándole un aspecto menos apagado y más luminoso –asegura Laure Bouguen, fundadora y CEO de Ho Karan y representante del sindicato francés del cáñamo, organización que trabaja para que las autoridades sanitarias reconozcan sus beneficios medicinales–. A través de estudios científicos sobre los efectos del CBD en los receptores de cannabinoides en el cerebro se reconocieron respuestas variables como la inmunosupresión y la supresión de la respuesta inflamatoria por parte del cuerpo”. También contribuyen a fortalecer la barrera natural de la piel y a la regeneración y oxigenación de las células, lo que retrasa la aparición de los primeros signos de la edad. Dado que nuestro organismo tiene receptores cannabinoides ubicados en diversos lugares, como el cerebro y la piel, el CBD penetra con facilidad y proporciona resultados muy efectivos con el uso de pequeñas cantidades. “Además de proporcionar hidratación, aporta propiedades calmantes, revitalizando la piel estresada y problemática para lograr una apariencia general más saludable, radiante y de aspecto juvenil”, comenta Raquel González, directora de educación de Perricone MD.
Laura Parada, directora técnica del centro médico Slow Life House, asegura que “al actuar directamente sobre los receptores cannabinoides del sistema nervioso central, es relajante. A nivel molecular, el CBD es muy similar a los endocannabinoides que produce el organismo por sí mismo. Esto le aporta esas propiedades relajantes y calmantes, ayudando a reducir la ansiedad y mejorando el estado de ánimo”, Daniel Marín, sin embargo, asegura que “no contiene apenas tetrahidrocannabinol (THC), que es el compuesto psicoactivo de la marihuana, así que la sensación de bienestar, en todo caso, sería completamente subjetiva”.
Para todas las pieles
Al cannabidiol se le empieza a conocer como el nuevo oro verde de la cosmética por su larga lista de beneficios. Primero, está recomendado para todo tipo de pieles, tanto grasas como secas, ya que regula la producción de sebo y células. También se recomienda para pieles estresadas, sensibles y con tendencia a irritaciones o descamaciones, pues calma y reduce las rojeces. En problemas de eccema, erupciones o psoriasis, el aceite de cannabis suavizará sus efectos gracias a su poder antioxidante. Disminuye los rasgos de fatiga para dar como resultado una piel más radiante, luminosa y uniforme. Y sus moléculas activas tienen propiedades hidratantes y refuerzan la acción del sistema de desintoxicación de la piel. “Contiene un 80 % de ácidos grasos esenciales como omega 3, omega 6 y omega 9, la combinación ideal para nutrir la piel en profundidad, siendo la que mayor proporción de estos dispone de todo el mundo vegetal”, informa David Vilaspassa.
En línea con el boom orgánico
Otro punto a favor del cannabis es que la gente está volviendo a interesarse por las plantas medicinales y quiere cuidarse naturalmente, a la vez que proteger, o no dañar, el medioambiente. Muchas de las marcas que utilizan CBD especifican que su cáñamo proviene de cultivos sostenibles. El Cannabis sativa necesita muy poco agua, crece muy rápidamente, absorbe más CO2 que los árboles, no necesita fertilizantes artificiales y revitaliza el terreno en el que crece, por lo que es increíblemente sostenible.
Está recomendado para pieles tanto grasas como secas, ya que regula la producción de sebo y células. También se recomienda para pieles estresadas, sensibles y con tendencia a irritaciones o descamaciones
El consumidor actual tiene una mentalidad cada vez más saludable, busca productos naturales y efectivos. El 15 % asegura que probaría productos que contengan CBD, según un estudio realizado por Birchbox sobre tendencias cosméticas entre más de 4.600 mujeres de España, de 18 a 60 años. “Al pensar en el cuidado de la piel, hoy los consumidores son críticos y quieren disponer de productos con una gran eficacia que satisfagan sus necesidades, siendo la principal tener una piel sana. El cannabis se ha convertido en uno de los ingredientes tendencia en el mundo de la cosmética por las innumerables propiedades que contiene. Los beneficios que aporta al cuidado de la piel han sido más que demostrados. Tanto, que ya se le considera el activo del futuro”, asegura David Vilaspassa. “Esta tendencia no hace más que empezar, ya que en cosmética orgánica no hay nada más efectivo y que ofrezca tan buenos resultados en todos los tipos de piel, de la más grasa a la más seca –asegura Jennifer Deegan, CEO de Pura Vida Organic–. El consumidor actual busca marcas de cosmética orgánica que ofrezcan efectividad real en su piel”.
TAMBIÉN PARA EL CABELLO
Aporta un extra de brillo al cabello y estimula su crecimiento. En problemas de caspa, el aceite de cannabis es un gran aliado, ya que nutre la piel y combate la sequedad gracias al poder hidratante del ácido gamma-linolénico que contiene. El aceite de cannabis destaca por su facilidad de absorción y penetración y porque refuerza los folículos y ayuda a nutrir, hidratar, fortalecer y reparar las cutículas dañadas del cabello de manera notable.
No es lo que piensas
Pero, ¿qué es lo que tiene el cannabidiol para armar tanto revuelo? Empecemos por lo que no tiene: los niveles de TCH que producen el efecto psicotrópico. De hecho, para que sea legal en la Unión Europea, este componente siempre estará en niveles inferiores al 0,2 %.
Aunque el cáñamo y la marihuana forman parte de la misma familia, el cáñamo es muy rico en cannabidiol, un activo legal, con propiedades medicinales (calmante, relajante, antiinflamatorio…) y sin efectos psicotrópicos. Nada que ver con “el uso de cremas que incluyen THC para paliar dolores. En Estados Unidos sí se utiliza THC como cosmético, al tener otra regulación, pero en Europa no están permitidas”, nos comentan desde el Observatorio Español de Cannabis Medicinal.
Tal y como certifica la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cannabidiol es un compuesto químico con componentes nutritivos y medicinales, y no tiene efectos psicotrópicos (ni adictivos) sobre el organismo; no es una sustancia peligrosa y cuenta con un alto potencial terapéutico. “El cannabis se ha visto sometido a regulaciones diversas y cambiantes, entre la permisibilidad y la restricción, pasando por puntos intermedios de legalización del uso terapéutico; dependiendo del lugar y del ámbito en el que se aplique –explica David Vilaspassa–. Cuando recientemente en Estados Unidos se legalizó el uso del CBD en cosmética, en Europa también se empezó a impulsar este activo, provocando un efecto cascada”.
“La planta Cannabis sativa tiene semillas y flores: cuando se prensan las semillas se obtiene aceite de semilla de Cannabis sativa, también llamado aceite de hemp (cáñamo en inglés). Si se realiza una extracción de las flores se obtienen más componentes, incluyendo cannabinoides como el CBD y el THC. Cuando se habla de “aceite CBD”, se trata del cannabinoide CBD añadido a un aceite. La forma más activa es cuando se añade al aceite de hemp, pero por razones de coste –es más caro– hay marcas que lo añaden al aceite de coco o de oliva”, informa Laure Bouguen. “La molécula CBD o cannabidiol, que proporciona efectos antiinflamatorios, calmantes, nutrientes y relajantes, procede de los tricomas, apéndices de la epidermis de la planta con variadas funciones, como la absorción de agua, la regulación de la temperatura o la protección contra agentes externos”, detalla Daniel Marín. “El aceite de semilla de cáñamo es único en su capacidad de hidratar la piel sin taponar los poros, por lo que es apto para todo tipo de pieles. Ayuda a reequilibrar la dermis, incluso la propensa al acné o la muy seca. Los ácidos linoicos y oleicos presentes en el aceite son tremendamente beneficiosos para la piel”, comenta Jennifer Deegan.
EN CABINA
Es posible ofrecer a nuestras clientas, entre otros muchos tratamientos faciales y corporales, un protocolo antiestrés con aceite de CBD para conseguir un alivio profundo de los dolores provocados por la tensión, el cansancio y las malas posturas. “La concentración de los aceites que se utilizan en este tratamiento son elevadas, por lo que facilita la absorción de parte del producto a través de la piel. Mediante las maniobras del masaje y gracias al efecto antiinflamatorio de los principios activos del aceite, se logra bajar la inflamación, reducir la tensión y el dolor en la zona a tratar”, comenta Laura Parada, de Slow Life House.
Combinado perfecto
El cannabidiol puede combinarse para maximizar los beneficios. Con ácido hialurónico, aporta beneficios a las pieles problemáticas. “El cannabis y las propiedades de la miel forman un tándem esencial para hidratar, regular, desinfectar y proteger la piel del envejecimiento, prevenir y tratar el acné o aliviar los síntomas de la dermatitis atópica”, nos cuentan desde The Beemine Lab. Con árnica, “no solo para asegurar la efectividad y acción de los activos sino también por el efecto de la aromaterapia que influye en la relajación y bienestar del
paciente”, asegura Laura Parada. “Cada ingrediente orgánico tiene sus propiedades y puede combinarse su uso para maximizar los beneficios”, confirma Jennifer Deegan.
Tal y como certifica la OMS, el cannabidiol es un compuesto químico con componentes nutritivos y medicinales, y no tiene efectos psicotrópicos (ni adictivos) sobre el organismo
Concentración y calidad
“Las concentraciones habituales van de un 0,1 a un 2 % de CBD. Nuestras investigaciones demuestran que poca concentración no ofrece resultados perceptibles, pero que un exceso lo único que hace es subir el precio sin conseguir beneficios añadidos. Hay que diferenciar entre el CBD de amplio espectro y el de espectro completo. El primero contiene la mayor cantidad posible de cannabinoides, terpenos y flavonoides de toda la planta. Por eso es más efectivo, aunque resulta más costoso. Con sólo una pequeña cantidad conseguimos un producto tremendamente efectivo ya que, además de los beneficios del CBD, también tenemos cannabinoides adicionales, terpenos, ceras vegetales y clorofila, que aportan beneficios adicionales y mejoran los resultados”, concluye Jennifer Deegan.
VAYAMOS POR PARTES
La riqueza biológica de esta planta genera distintos activos que se pueden utilizar para tratar la piel.
CBD o cannabidiol. Es uno de los 113 cannabinoides que se encuentran en el cáñamo. Se trata de un compuesto absolutamente legal –no psicoactivo– y se considera el nuevo oro verde de la cosmética. “Actúa sobre el sistema nervioso central reduciendo la ansiedad y mejorando el estado de ánimo gracias a sus propiedades relajantes y tiene un efecto antiinflamatorio y calmante sobre la piel. Además, contiene ácido fenólico y vitamina E, que atrapan los radicales libres”, asegura Laure Bouguen.
Aceite de Cannabis sativa. También llamado aceite de cáñamo o hemp. Procede de las semillas. Ayuda a mantener la dermis hidratada gracias a su gran contenido en ácidos grasos omega 3 y es capaz de regular la producción sebácea. También tiene vitamina E por lo que es un perfecto antioxidante.
Cannaflavinas. Son los flavonoides del cannabis. Tienen acción antiinflamatoria, protegen frente a los rayos UV y contribuyen a regular el ciclo celular de la piel. Muy ricas en activos concentrados.
Terpenos del cannabis. Son los que aportan olor y sabor a la planta. Se trata de moléculas aromáticas que tienen efectos sinérgicos cuando se combinan con los cannabinoides. Aportan el lado sensorial a la cosmética y tienen una acción relajante, detoxificante y purificante.
“Combinando el aceite de semilla de cáñamo junto al extracto de CBD de amplio espectro conseguimos los mejores resultados, consiguiendo lo que se llama el “efecto séquito” en rostro y cuerpo. Significa que todos los componentes trabajan juntos de manera sinérgica para ofrecer los mejores resultados, como una llave y su cerradura, destapando los potenciales beneficios” comenta Jennifer Deegan, de Pura Vida Organic
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