Adiós al ‘maskné’

Mascarillas

Cómo prevenir y acabar con el acné provocado por el uso de las mascarillas

Las mascarillas ya forman parte de nuestro día a día y todo apunta a que nos acompañarán una larga temporada. Integrarla en nuestra vida es necesario, por responsabilidad social y para evitar el riesgo de contagio, pero debemos tener en cuenta que el uso continuado de estas protecciones tiene un efecto directo sobre la calidad de la piel y debemos adaptar nuestra rutina de cuidado facial para evitar que uso tenga efectos visibles en nuestro rostro.

“Nuestro rostro no está acostumbrado a la falta de oxigenación. A esto, súmale el calor, la humedad y el roce que genera la mascarilla… el resultado es el caldo de cultivo perfecto para crear o acentuar un brote de acné”, explica Cristina Álvarez, experta en bienestar y belleza y fundadora de los centros de su mismo nombre.

Para prevenir las afecciones cutáneas relacionadas con las mascarillas, conocidas con el nombre de ‘mascké’, lo principal es reforzar nuestra rutina de limpieza y compensar con hidratación. Desde Cristina Álvarez nos recomiendan seguir tres pasos:

1) Doble Limpieza

Aunque evitemos el maquillaje, es probable que nuestros poros hayan llegado a taponarse por la falta de transpiración. Para conseguir que nuestra piel respire de nuevo, desde Cristina Álvarez nos proponen la técnica de la doble limpieza combinando un producto formulado en aceite, que consigue penetrar mejor en el poro y eliminar la suciedad, con otro en base acuosa. Estos últimos forman espuma que al retirarla, nos ayuda a acabar con impurezas, partículas contaminantes y regular el exceso de grasa de la piel. “Al contrario de lo que pueda parecer, la doble limpieza no es agresiva, es adecuada para todo tipo de piel y nos ayuda a purificar y oxigenar la piel, imprescindible en estos momentos para evitar la irritación. Recomendamos repetir esta rutina por la mañana, recién levantadas, y al acostarnos”, indica Cristina Álvarez.

2) Reparar y calmar

El uso de mascarillas y el prolongado en pómulos, nariz y barbilla hacen que nuestra piel esté mucho más reactiva y sensible que de costumbre. Por ello, es adecuado utilizar un producto humectante que calme y repare la piel para para que así recupere un aspecto sano y luminoso. Como extra, podemos recurrir a una mascarilla una vez por semana que ayude a reconstruir la barrera cutánea para mantener un nivel de hidratación óptimo y una piel fresca, flexible y suave.

“Las zonas que más sufren son aquellas que están expuestas al roce constante de la mascarilla. Si estas protecciones están elaboradas con materiales derivados del plástico, como en el caso de las mascarillas quirúrgicas, es muy probable que la piel se irrite en exceso. Para evitarlo, podemos aplicar vaselina en estas zonas”, aconseja Cristina Álvarez.

3) Tratar desde el interior

Los tratamientos en cabina pueden potenciar la rutina de limpieza e hidratación en casa, trabajando en las capas más profundas de la piel. Al tratar el rostro desde su interior, conseguimos preparar la piel para que los principios activos penetren y sean mucho más eficaces. “Nos apoyamos en la tecnología del escáner médico facial LifeViz de Quantificare. Así podemos evaluar qué necesita nuestra piel y determinar el mejor tratamiento para conseguirlo”, explica Cristina Álvarez.

Uno de los tratamientos más punteros es la tecnología de vanguardia Cyclone, que además de nutrir la piel consigue repararla desde el interior consiguiendo unificar el tono de la piel, aportar luminosidad y suavizar las imperfecciones.

Adaptar nuestra rutina de belleza facial a la nueva realidad es clave para que nuestra piel siempre luzca perfecta, libre de irritaciones y afecciones en la piel. Eso sí, si el brote de acné es severo, siempre es imprescindible consultar con un médico dermatólogo que pueda establecer un diagnóstico y su tratamiento más adecuado.